Si Te Elijo...

Día 25

El crujir de una moto me despertó al ver por la ventana vi una moto pasar, pero no era esa Harley Davidson XR 1200 que para mí era indiscutible, miré atrás y vi mi cama, volví ahí antes de que se dieran cuenta que había dormido de nuevo en la ventana.

Revisé mi teléfono y 87 mensajes de Nando, pero solo uno era escrito, decía:

"Algunos recuerdos para que no nos olvides"

Seguido de una variedad de fotos que nos habíamos sacado en todos estos días, con él, Calamina, Jorge, en las que hacíamos cosas divertidas y graciosas, tenía fotos de nuestros intentos en patines, de la vez que Jorge se cayó y cuando Salvador intentó molestarme, fotos de la cara de Oliver con la frente escrita y el día que todos jugamos con agua, entre ella había una foto en la que se veían las siluetas de Oliver y mías sonriéndonos con la luz de un atardecer, ambos mojados y yo con su camiseta, acerqué la imagen a nuestros rostros, esa era la sonrisa que quería tener siempre, totalmente real.

Salí de mi habitación a desayunar, nadie estaba despierto así que aproveché de preparar todo, revolví huevos para hacer omelette's, puse agua en la cafetera, exprimí naranjas y preparé tocino.

-Buen día-dije si ver quien entraba.

-Buen día-mamá besó mi nuca-¿y todo esto?

-Creo que lo merecen-le respondí.

-¿Te sientes mejor?

-Realmente no, pero eso no cambiará mientras siga acostada en esa cama ¿verdad?

-Tienes toda la razón, y me enorgulleces por eso-me volvió a besar antes de salir, al volver traía a mi papá y a Santy, nos sentamos en la mesa casi en silencio, nunca podía pedir silencio cuando Santy estaba involucrado.

Santy se aburrió de nuestra charla y se fue, papá contaba otra vez como se cayó en la piscina en su luna de miel.

-Mamá ¿cómo supiste que papá era el indicado?-ambos se miraron y rieron.

-Creo que aún tengo mis dudas-lo miró y le guiñó el ojo mientras papá le lanzaba un trapo de cocina de tela-mira pequeña, suena tonto pero es así, cada mañana despierto y durante el día a veces me pregunto si tomé la decisión correcta, si el trabajo que elegí realmente es el que quiero, si la ropa que uso es la que mejor me queda o si realmente elegí a la persona correcta para pasar el resto de mi vida juntos.

-¿En serio?

-Por supuesto, ser un adulto no te trae todas las respuestas de la vida, solo te trae nuevas preguntas.

-¿Entonces como sabes que lo que escogiste está bien?

-Cuando veo que en el trabajo estoy justo donde quiero estar, no donde podría o debería, si no donde quiero. Me visto como me gusta, como me siento cada mañana y cada noche, al acostarme a lado de este hombre, sé que no hay nadie que me ame más y que el en ese preciso momento me está escogiendo y yo a él.

-Te amo-papá la tomó de la mano y la besó.

-Pero si lo que quieres saber es si siempre estuve así de segura pues la respuesta es no.

-¿En serio?

-Tu mamá me dio un gran susto antes de la boda.

-¿Cómo que un susto?-esta parte de su historia no la sabía.

-Creo que ya estás en edad para saberlo-papá miró a mamá para que ella siguiera con la historia.

-Bueno no pueden culparme, era muy joven y estaba muy asustada.

-¿Qué hiciste?

-Cuando tu papá me propuso matrimonio, no precisamente acepté de inmediato, cuando papá me lo propuso por primera vez...

-¿Por primera vez?

-Sí, por primera vez, fue en casa de mi prima, me asusté tanto que salí corriendo.

-Y ¿qué hiciste?

-Lo que hace toda chica asustada a esa edad.

-¿Qué?-moría de curiosidad.

-Me fui de viaje, me fui a casa de mis abuelos en el campo y no salí de ahí por casi un mes.

-¿En serio?

-Sí, papá terminó yendo a buscarme hasta ahí.

-Claro, por eso la historia oficial es que se lo pediste en el campo, en el medio de la nada y a orillas de un rio.

-Porque ahí era la casa de mis abuelos.

-No puedo creerlo-me empecé a reír y mis papás también.

-¿Cómo sabías que esta vez te diría que sí?

-No lo sabía, pero si no lo intentaba nunca lo hubiera sabido-papá volvió a besar a mamá, se veían muy felices.

-Bueno los dejo, tengo que ir a ver la ropa en la lavadora-mamá besó por última vez a papá y salió.

-Vaya...tuviste que esperar mucho, un mes.

-En realidad ella tuvo que esperar más, creo que se lo debía.

-¿Qué?

-¿Antes de estar con tu mamá estuve muy enamorado sabes?

-No ¿de quién?

-No la conoces, se fue hace muchos años, ahora es una gran empresaria creo, hace mucho que no escucho de ella.

-¿Y qué pasó?

-Estaba con ella y fuimos felices por mucho tiempo, pero un día alguien apareció en su vida, nada fue lo mismo desde entonces, ella dijo que no fue nada, que fue solo una vez. Eso me destruyó, intentamos arreglar la relación pero nunca más fue lo mismo.

-Ella...

-Se acostó con alguien, ni siquiera lo quería o eso me decía, la relación se desgastó mucho conocí a tu madre en ese proceso, pero no podía pensar en nadie, poco tiempo después terminé con ella y estuve solo por mucho tiempo y siendo sincero encontré consuelo en muchas mujeres. Pero un día volví a ver a tu madre, intenté conquistarla como a todas pero no podía hacerlo, ella me había visto quebrado, sabía lo que realmente intentaba curar y mi mundo cambió. Nunca más volví a estar con otra mujer que no sea ella.

Su historia me conmovió, por primera vez me habían contado el otro lado de su relación, la parte difícil, la parte que no mostraba esa fotografía en la sala, pero me mostraba el triunfo que podía ver en la fotografía que hacía en mi corazón al verlos juntos como hoy.

En la tarde jugamos juegos de mesa y llamaron a mi tía Sofía para empezar una serie, intenté no pensar más en lo que haría o pasaría después, iba a disfrutar a mi familia hoy, esas dos personas que estaban ahí no habían pasado por tanto para que su hija sufra tanto por amor todo el día.

Aunque llegada la noche no sepa que hacer, se quede sentada frente a una ventana y solo espera que un día sus lagrimales se sequen por completo para poder no volver a pasar por lo que esta noche estrellada estaba sintiendo.