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Cada una de las palabras que salían de su boca dolía como si me apuñalaran un millón de veces por segundo

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Cada una de las palabras que salían de su boca dolía como si me apuñalaran un millón de veces por segundo. Cada una de sus explicaciones solo logran enfurecerme más y más que llego a un punto de no soportarlo más, de quererlo completamente lejos de mi sin importarme que minutos antes quería aferrarme a él.

¿Cómo es posible que todo lo que sienta cambie tan drásticamente?

¿Cómo demonios hago para no tener este sentimiento de rechazo?

No quiero sentirme de este modo, no quiero lastimarlo tampoco, pero no puedo quitarme esta sensación del pecho y esas inmensas ganas de llorar que tengo de imaginarlo hablar con Amaya acerca de cuidarme cuando ella no esté. Me duele una mierda saber que ella siempre tuvo en cuenta que su vida en este mundo seria más corta de lo previsto y que haya pensado en mi incluso sabiendo eso; me hace querer volver el tiempo atrás para aferrarme a ella y no dejarla marcharse como lo hizo aquella vez. Me gustaría que todo fuera tan sencillo como decir "la quiero de vuelta", lastimosamente nada es jodidamente sencillo y eso es un completo asco.

¡Maldición! Me siento asquerosamente mal.

¿De cuantas cosas más debo enterarme? ¿De cuantas cosas he sido ignorante durante todo este tiempo? No sé cuántas veces quieren verme la cara de estúpido las personas que son importantes para mí. No sé cuántas veces debo ser blanco de mentiras y falta de confianza, lo peor es que siempre son esas personas valiosas para mí.

¿Necesito estar solo para dejar de decepcionarme de las personas?

Estoy agotado.

Me paso las manos por el rostro repetidas veces haciendo el intento de que las lagrimas no salgan de mis ojos, no quiero ponerme a llorar en este momento, aunque la situación sea insoportable. Ni siquiera soy capaz de voltear a verlo o decirle una sola palabra de tantas que tengo atoradas en la garganta; quiero maldecirlo, quiero que se largue y desaparezca de mi vista por horas, días, semanas o meses, pero que desaparezca. Sin embargo, tampoco soy capaz de lastimarlo más de lo que ha sido lastimado.

—Perdóname... —musita lo suficiente como para que pueda escucharlo. Aprieto las manos manteniendo la mirada fija en el césped; puedo sentir lo tenso que esta el ambiente entre nosotros. Alan carraspea y se que esta buscando que lo mire directamente, así se siente—. No se como te puedas estar sintiendo, pero en verdad necesito que me perdones.

Resoplo.

—Me siento decepcionado, como si me hubiesen metido un puñal en el corazón y lo hubiesen estrujado contra una pared. Así es como me siento ahora mismo, pero no es comparado con la iría que esta consumiéndome y que sigue creciendo con cada segundo —me doy el valor de verlo a los ojos, realmente lucia arrepentido y su semblante me dolía mucho más—. Claramente no tenías una maldita idea de cómo me siento, pero ahora que te lo he dicho ya eres consiente de lo que se siente una decepción.

Asiente bajando la mirada apretando sus manos.

—En ningún momento mi intención fue decepcionarte —vuelve a mirarme fijamente—; nunca quise hacerte sufrir y no quiero que sigas sufriendo, no quiero eso para ti.

Hasta que una firma nos separe | EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora