[1] Capítulo XIV: Jeffrey Park.

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Lunes

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Lunes. De nuevo es lunes.

No me fastidia tener que volver a las rutinas semanales, es más, me gusta mucho tener que levantarme para volver al movimiento y es que ni siquiera los domingos nos detenemos. Pero específicamente hoy no tengo ánimos de levantarme de la cama en todo el día y me siento jodidamente agotado; sin embargo, tengo esa vena de la responsabilidad picándome a que me levante de una maldita vez o llegaré tarde. Probablemente ya esté algo tarde porque llevo media hora despierto sin moverme y tengo una buena excusa; mi esposo me tiene atrapada en sus brazos y no tengo energías como para escapar, bueno, tampoco es que quiera hacerlo.

Recuerdo que anoche me acosté sobre su pecho y fue increíblemente sencillo quedarme dormido como un tronco, tanto así que no se en que momento cambiamos de posición y estoy acostado sobre su espalda, pero sigue siendo igual de cómodo que estar sobre su pecho.

Es cómodo estar sobre él, fin.

O debajo...

Joder, es demasiado temprano para estar pensando en esas cosas y peor aun cuando estoy sobre él en su espalda desnuda. Vaya que está bastante trabajado; sus bíceps tonificados, sus hombros anchos y madre mía, tiene un muy buen culo redondo. Resoplo contando mentalmente hasta cinco para levantarme y meterme a bañar e irme a mis clases, creo que llego hasta veinte y sigo sin poder tener la fuerza de voluntad necesaria para hacerlo. Alan empieza a moverse dándose la vuelta dejándome al costado de la cama y al parecer tampoco tiene idea de levantarse. Sonrío subiéndome a su pecho de nuevo y eso lo hace abrir los ojos a medias; no dice nada y se frota el rostro pasándose una mano por la cabeza.

Estás esperando que te aparte.

Claro que sí, ya es costumbre que lo haga.

Baja la mirada a mi rostro sobre su pecho y lo que hace es exactamente lo opuesto a lo que esperaba; cierra los ojos de nuevo rodeándome con sus brazos girándose conmigo, recargó su mentón en mi cabeza suspirando y metiendo una de sus piernas entre las mías.

¡Joder!

Al parecer Alan está sonámbulo como para hacer esto y yo por el momento lo disfruto sabiendo que llegaré tarde, probablemente sea la sesión de besos que nos dimos anoche que lo tienen actuando raro, porque esto es muy raro viniendo de él.

—¿No tienes universidad? —balbuceó con la voz soñolienta subiendo una de sus manos hasta mi nuca.

¡Carajo, no está sonámbulo!

Vale, vale, vale... ¿Debería preocuparme que este teniendo este comportamiento? En verdad me está dejando muy confundido porque lo mínimo que me esperaba es que saliera de la cama en un solo salto al sentirme cerca de él, no me esperaba que simplemente le diera igual y para sumarle siguiera abrazándome aun estando "despierto" ... ¿Y si soy quien está soñando? No sería primera vez que tengo estos sueños que parecen reales, probablemente la sesión de besos que tuvimos por la media noche haya sido parte de un sueño y esto solo sea una continuación del sueño. No sé qué cojones estoy diciendo y tampoco sé porque cojones me está poniendo algo inquieto su naturalidad ante esto. Carajo, de haber sabido que actuaría tan tranquilo al despertar no me hubiese controlado anoche y probablemente hubiéramos terminado follando, pero aquí el chaval tuvo que ser más considerado con su esposito y pensar en su salud mental antes que en su propia calentura del momento.

Hasta que una firma nos separe | EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora