CAPÍTULO XXXII: Alan Holt.

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De todos los eventos a los que he asistido, siento que este fue el más agotador de todos teniendo en cuenta que asistí completamente solo

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De todos los eventos a los que he asistido, siento que este fue el más agotador de todos teniendo en cuenta que asistí completamente solo. En la mayoría mi fiel compañera ha sido Majo, aunque nos abrumaba fingir una relación, la pasábamos bien en esos pequeños momentos en los que estábamos solos sin fotógrafos o periodistas queriendo saber algo más de lo nuestro.

Esta vez quería que mi compañero fuera Rey, de todas formas, ya estamos casados, no encontré nada de malo que estuviéramos juntos en acontecimientos como esos. Pero supongo que no tuve en cuenta que tendría cosas mucho más importantes que acompañarme, como el asunto del orfanato que aún no se acaba y lo tiene demasiado agobiado. Tampoco opte por pedirle a Majo su compañía porque también se encontraba más ocupada y no había sido invitada a dicho evento, por lo cual sería muy difícil.

Llegue a un punto en el que simplemente me agote de estar en ese lugar que busque un momento exacto para salir de ahí sin que alguien me fotografíe o sin que mi representante se dé cuenta que estaba huyendo. Solo quería descansar de todo el trabajo que estaba teniendo las últimas semanas, descansar un poco mi mente de los desaires que estaba teniendo Rey conmigo. Solo quería relajarme un momento sin pensar en nada.

Al llegar al departamento claramente ya estaban todos durmiendo, incluso el perro estaba perfectamente dormido en el sofá, por lo cual entre con cuidado hasta la habitación evitando despertar a los demás. Me di una ducha fría y rápida para quitarme el estrés y el olor a los distintos licores que se impregnan, me puse una ropa cómoda metiéndome a la cama.

Suspiro volteando a mi costado en donde esta Rey dándome la espalda durmiendo tranquilamente, estiro mi mano acariciando su cabello sin intención de despertarlo, pero al momento que mi mano toco su cabeza se dio vuelta mirándome fijamente. En verdad no lucia adormilado, así que deduzco que no estaba durmiendo. Curiosamente se me queda mirando un largo momento para después solo abrazarme como siempre lo hacía.

Sonrío acariciando su cabello mientras respira pausadamente luciendo realmente tranquilo, siento como poco a poco se va relajando al igual que yo. Levanta la mirada formando una ligera sonrisa que sin poder evitarlo presiono sus labios con los míos robándole un beso.

Arque una ceja recargándose en su brazo.

—¿Acabas de robarme un beso?

—¿Eso parece?

—Si.

—Entonces eso hice —vuelto a presionar mis labios con los suyos, solo que está vez intenté profundizar el beso y de alguna forma él solo corre su rostro acomodándose en la cama—. ¿Sucede algo?

—Es muy tarde, descansa.

Se da la vuelta dándome la espalda acomodándose las sabanas.

A este punto realmente no comprendo que cojones está pasando por su cabeza para que se esté comportando de esta manera conmigo, pero está empezando a sacarme de quicio que lo haga.

Hasta que una firma nos separe | EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora