CAPÍTULO XXXI: Mariana Park.

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Sonaría bastante ridículo mencionar que no comprendo lo que pasa por la mente de mi hermano, después de todo nos formamos en el mismo vientre, uno de nosotros casi muere porque el otro no nacía rápido

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Sonaría bastante ridículo mencionar que no comprendo lo que pasa por la mente de mi hermano, después de todo nos formamos en el mismo vientre, uno de nosotros casi muere porque el otro no nacía rápido. Somos hermanos mellizos, pero hemos crecido comportándonos como siameses, y podrán ser algunos minutos de diferencia, pero Rey sigue siendo mi hermano mayor y como siempre dice nuestra madre: «Todo lo que él hiciera, sin duda lo imitaría».

Tengo una necesidad y auto-obligación de estar a su lado porque cuando sucedió todo lo de Amaya, sentí en carne propia toda la desesperación y dolor a la que se está enfrentando. Lo más doloroso de esa etapa no fue prácticamente llorarle a ella, fueron las noches de insomnio a las que me sometí por miedo a que su agonía lo llevara a cometer muchas locuras. Fueron los peores meses en donde debía visitarlo en un hospital porque perdía los estribos con mucha facilidad, su depresión lo estaba consumiendo y él no estaba poniendo de su parte para salir de ese lugar tan oscuro.

En esos momentos su mente estaba sumergida en que lo mejor que podría sucederle es encontrarse con ella, pero llegó un punto en el que todos se rindieron, en el que dejaron de luchar por él y dejaron su salud en sus manos. Ese fue un momento en el que casi colapse de nervios: ¿Cómo puedes dejarle su salud en sus manos a una persona que prácticamente quiere morir en cada segundo que pasa? Eso sonaba realmente ridículo y peligroso, mucho más cuando se trataba de mi propio hermano.

En un punto de desesperación recuerdo haberle mencionado que, si él se iba, yo lo acompañaría como siempre y no lo dejaría solo. Creo que captó a lo que me refería y quiero creer que gracias a eso entró en razón poco a poco llegando a ese momento en el que lo dejarían salir del hospital.

Desde entonces me he preocupado demasiado en que no volviera a sufrir de la misma forma, o de ninguna otra manera. He llegado a creer que nuestra alianza no se basa en el simple hecho de habernos formado en el mismo vientre, porque he conocido hermanos mellizos como también gemelos que ni siquiera toleran estar cerca uno del otro, o no se dan las mismas prioridades como nosotros lo hacemos. Por eso llegué a la conclusión que nuestra alianza se formó con cada una de las cosas que hemos pasado juntos.

Reconozco hasta el más mínimo detalle porque ese bruto tiene gestos y comportamientos específicos para cada cosa, por lo cual no necesito preguntar que sucede porque lo sé y Rey también comprende que no puede ni siquiera intentar mentirme porque incluso se cuándo lo hace y cuando no.

Los últimos años hemos sido solo él y yo contra todo pronóstico, nos hemos divertido y disfrutado cada segundo que ha pasado, pero de igual forma eso no significaba que estuviera en perfectas condiciones. Cada una de las cosas que hacía era para evitar pensar en el pasado, fue tanto así que se obsesiono por mantenerse ocupado que llegado el momento de no encontrar que hacer empezaba a tener ataques de ansiedad o pánico.

Ahora podrían llamarlo el perfecto Rey Park, cuando el trasfondo de esa "perfección" es que básicamente su estabilidad dependía de esas actividades: talleres de cocina, practicas con instrumentos, clases de baile, visitas al hospital, actividades de la universidad, tocar en bares, cantar o componer. Cualquier cosa que pudiera distraerlo lo hacía sin importar qué.

Hasta que una firma nos separe | EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora