CAPÍTULO XXXIX: Jeffrey Park.

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Irónicamente hace unas semanas estaba buscando formas para recuperar a Alan después de los peores momentos que lo hice pasar con un problema que se me desbordó de los límites posibles

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Irónicamente hace unas semanas estaba buscando formas para recuperar a Alan después de los peores momentos que lo hice pasar con un problema que se me desbordó de los límites posibles. Es como si todas las cosas estuvieran alineándose a la perfección haciendo que de algún modo siempre estemos cerca y, sobre todo, juntos.

Bostezo estirando mi cuerpo; sin embargo, siento una ligera punzada en la operación haciéndome jadear de dolor deteniendo el movimiento. Rápidamente volteo a mi costado para asegurarme que Alan no me escuchó quejarme, no quiero seguir preocupándolo, pero apenas volteo encuentro la cama vacía; sin Alan y sin Defne.

Me paso una mano por la cabeza levantándome con cuidado de la cama arrastrando los pies hasta la puerta de la habitación, me echo un vistazo en el espejo y todo mi cabello está realmente alborotado con mechones parados y otros por mi rostro. Me hago el cabello hacia atrás saliendo de la habitación, recorro el pasillo hasta la sala esperando encontrarlos ahí juntos, aunque lo dudo mucho eso, Alan no es muy cercano con los niños e incluso creo que ni los soporta ya que las veces que hemos ido al hospital se mantiene alejado de ellos quedándose prácticamente en la puerta sin ninguna clase de contacto. No creo que con Defne haga la diferencia ya que ayer, cuando llegó, también se mantuvo al margen.

Es totalmente irónico que él no congenie con los niños cuando yo realmente hago todo por ellos y cada que veo uno quiero meterlo en mi bolsillo.

Le echo un vistazo a toda la sala completamente vacía, frunzo el ceño entrando en la cocina y de igual forma no hay ningún rastro de ambos. ¿Acaso salieron juntos y sin mí? ¿Qué clase de complot es ese? Dejarme dormido para luego irse juntos, eso no se hace.

Tomo mi móvil dispuesto a marcarle, pero en cuanto entro en su contacto la puerta del departamento se abre y Defne entra corriendo lanzándose al sofá luciendo un traje completo de color rosa, creo que es un pijama o algo así, ¿de conejo rosa? No lo sé, pero detrás entra Alan sosteniendo en ambas manos unas bolsas del supermercado.

Joder, ¿acaso esto es una visión del futuro? Porque realmente me está encantando lo que veo, incluso voy a considerar hacerme ilusión al respecto.

Alan en esa faceta de padre llegando de hacer las compras junto a su hija es simplemente increíble, pagaría por haber podido ir con ellos y presenciar la interacción entre ambos, o como Defne consiguió que le comprara ese pijama y aceptara dejarla venirse con eso puesto, más que todo cuando Alan realmente sigue siendo serio y un poco amargado, no es como que eso se haya esfumado de su personalidad, aunque le doy mucho crédito a su trabajo para ser más abierto con sus sentimientos.

Tratándose de Alan, eso literalmente me pone de los nervios, que me diga cosas lindas alborota todo de mí y no puedo controlar que el calor se me suba hasta las mejillas llegando al punto de desear que se abra un agujero en el suelo para que me trague de la vergüenza que siento de haberme sonrojado. Y es que jamás en la vida había llegado a sonrojarme de esta manera, nunca en lo que llevo de vida, que esto es bastante nuevo para mí y que sea solo con Alan me encanta mucho más.

Hasta que una firma nos separe | EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora