Esto Es Muy Poco Romántico - Corto Continuación

1K 99 94
                                    

- No sé si lo ha notado... Pero su mano resbaló y me está apuntando la cabeza ¿gracioso no? -nerviosa- Jefe, este tipo de juego no me gusta, es muy brusco jeje. ¿No piensa eso?

- Cállate y escucha con atención T/N.

Había un silencio abrazador, estábamos sólo los dos frente a este cuarto mugriento.
Mis inhalaciones eran lo único que causaban algún tipo de sonido ante tan denso y completo silencio.

Nunca creí verme en una situación como ésta, y más de parte de a quién le trabajaba.
Esperaba paciente ante cualquier movimiento suyo, la experiencia me enseñó a conservar la calma.

Aunque dudo mucho que alguien me escuche o encuentre mi cuerpo aquí si me pasara algo.

- Mira, no soy un simple gerente, ¿Sabes? Soy un hombre algo especial, tengo pasatiempos exclusivos, no sé si captas.

- Lo capto ninguna palabra suya desde el primer día que vine aquí...

- Sabes, me considero una persona innovadora, alguien que inventa, experimenta, ya sabes -apreta el agarre- Soy como una clase de científico...

No comprendía lo que decía, de alguna manera daba aires de estar loco o algo por el estilo.
Él así no era... O eso creo; la verdad nunca me interesó conocer de este tipo.

Creía que era un simple pervertido que no hacía más nada que fastidiar y manosear clientas.

De repente sentí un olor a óxido y a podrido en el fondo del pasillo; estaba demasiado oscuro como para visualizar bien el punto origen. Las luces molestaban cada vez más y eso me colocaba bastante nerviosa.

Forcé la vista un poco más, pero lo único que logré asimilar eran una bolsas de basura algo mugrientas y metal oxidado a su lado con manchas oscuras en los bordes.

Esas bolsas olían a descomposición y a su vez habían moscas que volaban bajo entre ellas. Esto cada vez me daba peor espina... La verdad necesito mantener mi mente en blanco si quería salir viva de esta.

- Jefe... Creo que para explicar eso no es necesario apuntarme un arma en la cabeza, sabe... Se le podría resbalar el dedo y volarme los sesos... -le dije tratando de entretenerlo a ver si de esta manera baja al menos un poco su guardia.

- Eso es lo que me gusta de ti T/N, estás calmada a pesar de que te tiene amordazada un hombre mientras amenaza con acabar con tu vida. ¡Adoro eso! ¡Desde el primer día noté esa determinación en ti...!

El jefe me llevaba a brucas hasta la cama con olor a moho.

Yo me senté sin más mientras él ataba mis manos y piernas.

Agradecía contenta en mis adentros, no me había alcanzado a cambiar y estaría sufriendo con esa falda.

- Estás aquí porque quiero explicarte con detalle a qué viene este hermoso trabajo -empezó a narrar- Como te dije, me considero un científico. Aquí abajo hago la mayoría de mis experimentos, es un hobbit que me desestresa.

Los focos empezaban a fallar cada vez más, la oscuridad casi nos abrazaba por completo y el frió que empezaba a hacer era insoportable.

- Lo que sucede es que en éste local trabajé como decorador junto a un amigo del trabajo, díganos que él y yo nos llevábamos bien, pero un accidente que tuvo lo mató -suspira- cayó de las escaleras tratando de quitar las luces navideñas...

- Qué mal... ;( -sacudía mis manos tratando de zafar me del agarre.

- Resulta que aquí habían unos muñecos mugrientos que la gente amaba ver, así que tomé uno prestado de un conejo dorado y un oso dorado. Creí que metiendo a mi amigo dentro de esos muñecos sería lo mejor. En ese tiempo podría terminar despedido por culpa de ese cuerpo y supongo fue lo mejor.

Dejé de mover mis manos para mirarlo a los ojos con el ceño completamente fruncido- ¿No piensa usted qué sería mejor haber llamado a la ambulancia?

- Silencio, estoy hablando... -dijo serio el hombre, colocando su arma en mi boca y presionando hacia dentro.

Me puse pálida y sude frío frente su acción, estaba completamente paralizada, ahí fue como me empecé a desesperar de más.
Jefe seguía hablando y hablando sin parar, aún el arma estaba posicionada en mi boca, lentamente se fue embarrando de mi saliva mientras yo, bastante angustiada, buscaba minuciosamente la navaja que mantenía en mi bolsillo.

Estaba tan entretenido hablando que no se percató en el momento que alcancé la navaja de mi bolsillo; ahí, empecé a raspar.

- Descubrí que metiendo los cuerpos en los trajes robóticos y comprimirlos ahí mismo, de alguna u otra manera cobraban vida. Es como si su alma quedará encadenada... -caminaba de un lado al otro- Hace unos años, mientras trabajaba como decorador en el local, inducí a unos niños a seguirme hasta la oficina de mi jefe en ese entonces, ahí fue que descubrí este lugar -narraba bastante concentrado mientras relataba los hechos casi a la perfección- aproveché y los metí aquí, los maté a todos con un destornillador, primero traje dos, después tres y entre esos una niña. Esos 5 los metí en los trajes de otros muñecos mugrientos que salieron, eran más nuevos, y los sobrantes, que no recuerdo cuántos había traído, como no había en dónde meterlos, los achiqué en el oso dorado. Traté de experimentar a ver qué pasaba después, y al final también cobraron vida

- ¡Qué! ¡Pero por qué! ¡Eran niños, enfermito! -le grité enojada- Usted no es ningún científico, sólo es un psicópata qué anda por ahí robando niños y usándolos para sabrá qué...

- Ese es mi punto niña. Después de un tiempo pude comprar el local con los ahorros que llevaba, era increíble, me hacía rico... -vuelve y mete el arma en mi boca- ¿Y sabes qué es lo mejor? Gracias a que los guardias a quienes les pago se terminan muriendo gracias a mis "guardaespaldas" robóticos. No tengo que compartir mi dinero con nadie :). A excepción de los chicos y tú. Estoy sorprendido :)

El jefe alejó su arma de mi boca y susurró unas palabras en mi oído mientras yo permanecía quieta.

- Me encantaría que me ayudaras también en este pequeño negocio. Los otros ya lo saben, ¿Qué decides?

Cerré mi ojos en exageración, mi labio inferior temblaba con mucha intranquilidad, estaba muy asustada; Jefe me acariciaba el cuello, y hacía círculos en mi estómago con el arma. Estaba completamente amenazada, no sabía qué hacer en ese momento.

Dejé de frotar las cuerdas de mis muñecas cuando sentí su tacto frío en mi espalda.

Nuevamente colocó el arma en mi boca y le quitó el seguro.

- ¿Qué decidiste T/N?

Continuará.

---------------------------------------------------------

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


---------------------------------------------------------

:)

El Empleo De Mi Vida - FNAF X Tú  (En proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora