El Empleo De Mi Vida - FNAF X Tú (En proceso)

Desdichado

POV VICENT

Era otro día en el local. Estaba limpiando las mesas y recogiendo algunos desechos que los clientes habían dejado encima de estas.

Ese día, no compartía jornada con Scott, ya que estaba muy ocupado acondicionando al chico nuevo en el establecimiento.

No me molestaba para nada, pero al menos deseaba un poco de ayuda... ¡Por lo menos!

Éramos muy pocos en un establecimiento sumamente grande. Dejarle todo el trabajo a una sola persona es sinónimo de abuso.

Pero no podía enojarme con él, no era su culpa. Sólo seguimos órdenes.

Limpiaba el sudor de mi frente con mi manga y me dispuse a continuar con mi labor riguroso.

Aflojé el corbatín de mi traje para evitar sudorarme.

Era muy temprano, más o menos las 5:30 de la madrugada. Decidí venir a esta hora porque de esta manera tendría el resto del día libre. Aunque, no podía negar que el local se veía algo, inquietante a estas horas.

Había un silencio total, ni el resoplar de la brisa se escuchaba. Esto me incomodaba bastante. Porque no estaba acostumbrado a esta penumbra.

Sentía una sensación de inquietud e inseguridad constante mientras permanecía aquí.
Cada vez mis sospechas frente a lo que sucede en este lugar iban en incremento.

¿Qué ocultaba ese tipo? Lo averiguaré para después largarme de este lugar. No lo hago antes, ya que necesito del dinero...

Observé hacia el pasillo oscuro que se dirigía hacia la oficina.

Mi mente se puso en blanco mientras dirigía mi mirada hacia ese lugar. La oscuridad del pasillo me era relajante de alguna u otra forma.

Hasta que de un momento a otro, se escuchaban sonidos extraños lejanos. Arqueé las cejas cuando se escucharon unas pisadas rápidas que se dirigían hacia mí.

Sentí algo de inquietud, así que con el palo de la escoba, me puse en guardia.

Observé a un hombre algo mayor; no sé, ¿40 años más o menos? Este corría hacia mí con un rostro de terror y desesperación.

Me alarmé. En mi vida, había visto a este tipo aquí trabajando. Observé su uniforme, era el de la empresa. No tenía idea de que hubiera más personal aquí.

O tal vez era algún ladrón que se había robado el uniforme para pasar desapercibido.

Tragué saliva y retrocedí rápidamente. El hombre tropezó fuertemente contra el suelo, ya que este se encontraba húmedo por la trapeada que había realizado en esa zona.

Lo miré anonadado.

El hombre me miró y estiró su brazo hacia mí en forma de súplica.

- ¡Joven! ¡Ayúdeme! ¡NO ME DEJE AQUÍ! —gritaba el viejo suplicante.

Yo me quedé ahí, observándolo algo sorprendido...

No conocía a este tipo en lo absoluto, ¿Valdría la pena arriesgarme por él?

No sé, no es mi problema...

La verdad... Lo que quería saber realmente era quién lo perseguía.

Me sentía mal por él, pero mi nivel de morbo sobre mi empatía era mayor.

Las luces de la sala empezaron a titilar, observé hacia mi alrededor muy alterado para después, dirigir mi mirada hacia el viejo de nuevo.

Este me miraba con lágrimas en sus ojos. Hice una mueca, y decidí acercarme un poco para ayudarle. Ahora sí.