Cordura.

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Narrador Omnisciente.

Era una mañana común en el restaurante, las personas iban y venían para disfrutar de la comida en la pizzería. Los animatrónicos entretenían y los atendían mientras los guardias se encargaban del mantenimiento y supervisión del lugar, asesorando que todo estuviera bien. Hoy les tocó a William y T/N compartir la jornada diurna ya que pronto obtendrían un receso para intercambiar a un nocturno; desde el inicio de la jornada, ambos chicos no se dirigieron la palabra, no por un tema de diferencias o conflicto, sino porque era preferente para ambos.

Mientras William observaba y vigilaba que todo estuviera bien (cosa que la verdad no hacía honestamente, ya que le importaba muy poco lo que pasara en la zona), T/N ayudaba a recoger y administrar ciertas cosas. Junto a Chica, hacía de mesera con algunos clientes necesitados y también atendía a los pequeños niños que se le acercaban con curiosidad y carisma en busca de su presencia. Ya que la chica se había convertido en una figura relevante para ellos.

William en silencio, observaba a T/N haciendo su labor energéticamente. El chico notó algunas actitudes extrañas en ella. Se veía algo más agitada y energética de lo normal, cosa que lo detalló bastante. Buscando sacar algo de información, decidió romper el silencio.

- Tienes un trabajo pesado hoy. Si no te conociera, hasta diría que disfrutas de tu trabajo.

T/N se quedó observando a William unos segundos mientras él la miraba de forma casual.

- ¿Buscas molestarme?

- Lo siento, sé que no debería bromear con eso —el chico le sonrió y la miró con carisma—. Pero es inevitable, te prestas mucho para el bullying T/N.

T/N rodó sus ojos y se agachó para agarrar unas cajas y dejarlas en el almacén. William se le quedó viendo mientras se alejaba de él. Desde hace un tiempo, notaba una actitud un poco extraña en T/N y esto lo preocupó un poco. No pudo atender mucho al caso, ya que tenía que atender a la clientela, así que pensó seguir la conversación en otra ocasión.

La pelinegra caminaba por el pasillo con cautela, cuidando cada uno de sus movimientos. Su rostro detonaba cansancio, tristeza, desamparo. Era evidente que estaba harta de la vida que se la había impuesto.

Ella lo tenía perfectamente planeado, sólo era cuestión de actuar. A medida que caminaba, el pasillo se hacía más sombrío, mohoso. Paredes sucias y llenas de humedad, suelos descuidados, telarañas, bichos. La chica sólo andaba por el pasillo, como si se tratara de un robot, sus movimientos eran la evidencia de la inercia propia del día a día.

T/N sabía perfectamente que el almacén era un lugar donde absolutamente nadie entraba desde hace bastante tiempo. La única persona que venía aquí era ella y, no había mejor lugar para esconder sin que sea descubierta. La chica dejó las cajas entre la tubería oxidada y observó fijamente los contenedores de gasolina. Un jadeo agitado salió de sus labios mientras la chica retomaba su compostura.

- Entonces... —unas manos se deslizaron por los hombros de la chica, de atrás hacia delante, levantando un poco su pelo y tocando un poco su mentón— ¿Realmente tienes ovarios, eh...? Creí que sólo ibas a hablar.

El rubio apareció por detrás sin emitir ningún ruido. T/N, sorprendida, brincó y giró su cuerpo hacia Golden. Golden río, y la miró amenazante.

- Estoy seguro que todo esto no está para nada elaborado.

Golden caminó hacia T/N y se puso a un lado de ella, luego, recargó su codo en la cabeza de la chica, mientras observaba toda la zona.

- Si vas a "matarnos" a todos, al menos piénsalo mejor. Podrías hasta matarte —otra risa amarga salió de la boca de Golden. T/N observó a Golden con algo de molestia. ¿Se supone que todo esto era gracioso?

El Empleo De Mi Vida - FNAF X Tú  (En proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora