Cap 1: Qué Vaga...

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Era un día cualquiera, a altas horas de la madrugada, hacía frío y yo encontraba frente al refrigerador. Trataba de decidirme entre comerme un pan con mermelada o helado de fresas para desayunar, al final, me terminé decidiendo por el helado. ¿Qué mejor que desayunar helado en un clima frío? Me eché en el mueble para ver la tele a todo volumen sin importar que se despertara alguien de la casa. Sí, ese alguien era mi compadre de toda la vida, sacrificio, muerte y resurrección que ahora mismo, estaba parado al frente mío con una cara de malaleche.

- ¿Sabes qué horas son?

- Obvio que se, son como las seis con cuarto de la madrugada. SUPER-tarde.

Mi amigo frunció el ceño y negó con la cabeza mientras se acercaba hacia mí con algo de pereza. Era evidente que estaba somnoliento y cansado.

- No puedes estar hablando en serio. Mejor me siento al lado tuyo a ver la tele, ya que no me dejaste dormir.

- ¿Acaso yo soy culpable de tu insomnio?

Se acostó al lado mío ignorando mi comentario y sacó su teléfono para hacer no sé qué cosas. Y yo ahí, sumisa en mis problemas existenciales. En fin. Nos quedamos viendo películas y esas cosas que hacen los amigos de piso. Estaba algo aburrida y ya tenía mucha hambre, así que me levanté a buscar unas tostadas. Llamé la atención de Adriens sin querer, terminando con que este me pidiera traerle una ración. Fui a la cocina y metí el pan en la tostadora mientras buscaba el jugo de naranja. Me dirigí a donde ahora está mi chamo, en el comedor, y dejé las tostadas encima de la mesa. El chico lo noto, así que camino lentamente hasta donde estaba.

- Oye. ¿Qué piensas hacer ahora que tenemos tiempo libre por las vacaciones? –dijo, acercándose al comedor.

- No sé, ¿nada tal vez?

- Qué vaga T/N, ¿por qué no buscas un trabajo de medio tiempo? O no sé. No puedes solo quedarte en casa desperdiciando tu tiempo.

- ¡Ey! No me digas qué hacer. ¿¡Por qué tú no buscas un trabajo!?

- Ya tengo trabajo... –observó con aburrimiento.

- Ah sí, cierto...

- ¿Y qué tienes pensado? No puedes quedarte aquí mirando hacia el techo por horas, días, semanas, meses. Me vas a hartar –Adriens soltó una risa que por alguna razón se me hizo algo nerviosa. El chico agarró su porción.

- Creo que eso es menos cansado que conseguir un trabajo. ¿Quieres que rutinee con lo mismo todos los días? ¿Despertar, prepararme, trabajar volver y dormir? ¡Me mataría la monotomía...! Además, creo que me basta con tenerme que presentar todos los condenados días a esa sucia preparatoria.

- Pero ahora estás en vacaciones doña amargada... Y además, tal vez si consigues un trabajo, podrías ganar muchísimo dinero. Piensalo...

Abrí mis ojos colmocionada, ¿dinero? ¿Me llamaron? Literalmente este tipo acaba de convencerme de la forma más estratega posible. Me giré hacia él y respondí.

- ¿Mo-money...? –sé que es estupido, pero no se me habia pasado por la mente que con trabajar, conseguirías ese preciado bien. Tenía las neuronas apagadas y de alguna manera este tipo me las activó.

- Siiip~, y todo para ti solita.

- Okay, qué propones.

- Mmm, no sé... ¿Qué tal, trabajar en una tienda?

- Aterrador...

- ¿Mecánica?

- Pff...

- Niñera...

El Empleo De Mi Vida - FNAF X Tú  (En proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora