Una Realidad De Fantasía

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Ya pasado el tiempo, un año y medio, exactamente, desde que trabajé aquí. Ha sido una dura experiencia, una dura supervivencia cada noche que asistía para "atender" a mis deberes como guardia nocturna.

Cosas buenas y malas me pasaron en mi estancia por este horrendo lugar.

Algo que simplemente era un trabajo de verano, se convirtió en algo más serio por lo que no podía escapar, por lo que no podía pedir ayuda, todo era pintado como una simple broma de una chica inmadura de 17 y 18 años.

Sí les soy honesta, durante el tiempo que estuve acá, vi a muchos compañeros morir. No eran ni Scott, Mike, Jere, Fritz, o Vicent los que pasaron por algún tormento. Fueron compañeros que llegaron con el tiempo al lugar por la ignorancia que tenían respecto a lo que se venía a hacer aquí realmente.

"Es genial venir aquí para simplemente cuidar de muñequitos robots que no hacen más nada que entretener a esos mocosos niños; es pan comido", no sé cuántas veces oí esta frase saliendo de tantas bocas ahora selladas por y para siempre.

El oír de sus gritos mientras sus cuerpos eran arrastrados por los pasillos y sus ojos pidiendo clemencia me llamaban con emergencia y terror en un breve momento, era una imágen mental que no se me borraba de la cabeza...

Pero no podía entender, porqué nunca me pasaba nada a mí.

Siempre que me sacrificaba y me dejaba arrastrar por las frías manos de alguno de ellos, uno constante, Bonnie o Foxy, era simplemente resguardada como una pequeña muñeca de porcelana rusa en un estante de mármol; siendo observada constantemente por los ojos juzgadores de aquellos seres que supongo yo, "apagaron" la chispa de vida de muchos guardias aquí, y quiénes están condenados a esta maldición, que no pueden controlar por ellos mismos, es curioso...

A veces sentí miedo de ellos, quise alejarme un tiempo pero, de alguna u otra forma simpatizaba con ellos, era muy curioso.

Pasar de una noche lleno de forsejeos, cuchillazos, arañazos etcétera, a una charla entre amigos, mientras trenzo el cabello de Chica y sonrió a su vez.

Tocando la piel de aquellos que son capaces de arrancarmela sin pensarlo dos veces.

Los amaba, no podía alejarme de ellos, de buena o de mal manera...

Honestamente no sabría qué hacer.

Jeremy me da bastantes consejos cuando estamos en jornada, me dice, que si encuentro la oportunidad de salir de esto, lo haga sin pensarlo, las mismas oportunidades no se presentan dos veces... Y puede que tenga razón...

- Te siento algo tensa, ¿deseas una taza de café? —habló la chica rubia, quién vestía su pijama, junto a una coleta baja en su larga cabellera y un calzado de pantuflas.

- Estoy bien... —dije secamente— Venir a dormir al trabajo es bastante raro... —miraba a los alrededores, observando cada objeto perteneciente a la rubia de ojos púrpuras.

Su habitación era bastante oscura y sencilla, no estaba bien ambientada honestamente, tiene una extraña aura de misterio y suspenso, su cama era pequeña, perfecta para ella, y al lado de esta se encontraba un extraño cofre que simulaba estar lleno.

Después de pedir permiso a Chica, me acerqué a este baúl para observar lo que lleva adentro...

- ¿Esto es legal...? —saqué aquella minigun de aquella vez, una katana rota y una cuchillo de cocina.

- No es por nada malo o mal intencional, sólo me gustan coleccionar armas y cositas por ahí, me mantienen entretenida —dice Chica apenada, sabía perfectamente a qué me refería, por eso soltó aquella sumisa confesión...

El Empleo De Mi Vida - FNAF X Tú  (En proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora