Agua Y Aceite

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POV VICENT

Uff, qué frío hacía afuera, hace tiempo no llovía así en esta ciudad, hace muy buen clima como para ver alguna película o leer un libro de cualquier tipo.

Caminé tranquilamente hacia mi cocina, con la intención de prepararme la cena, nada sofisticado. Últimamente no me estoy alimentando bien y eso me estaba pasando factura.  

– Al menos tengo el día libre mañana. –dije mientras batía los huevos en el sartén, a continuación eché algo de sal y queso para comerlo con tostadas. Asomé mi cabeza hacia afuera de la cocina. Cada vez aumentaba la intensidad de la lluvia, era simplemente sorprendente.

- Alguien en este momento debe estar pasando un mal momento –dije con una sonrisa tranquila– Qué mal.. Pero que se podrá hacer. –me encojo de hombros y vuelvo a adentrarme en la cocina.

Serví mi plato y me dirigí a la sala junto a una manta, tenía planeado ver alguna serie o película que estén disponibles al azar, cualquier cosa sobre la marcha. Cuando ya me estaba acomodando, empecé a escuchar algunos golpes a la puerta, me exalté un poco, volteo y diviso unas ramas que golpeaban con fuerza gracias al mal clima que había. No le di rollo, sólo me levanté y agarré mis lente para no maltratarmevla vista mientras veo la televisión.

Así que me senté nuevamente. Se escuchaban golpes tras golpes... No me molestaba mucho.

Otro golpe, me hacía el sordo.

Siguen los golpes, ok... Qué es lo que sucede...

Más golpes...

- ¡Okay universo, ya voy! –avisé muy molesto alejándome de mis comodidades.

Abrí la puerta y vi cómo mi pequeño jardín se había hecho un desastre, las ramas de los arboles se caían y azotaban furiosas la puerta.

- Qué lío es el vivir solo...

Agarré mi abrigo vistiendolo por encima de mi pijama, agarré una pala y algunas bolsas de basura, iba a recoger este mugral. Abrí la puerta nuevamente y me puse la capucha.

Suspiré.

Salí con cuidado y empecé a alejar las ramas de la puerta, guardarlas y desechándolas. Ya estaban fastidiando. Fui a la derecha por la ventana más grande de la casa y también recogí las ramas grandes que había estado apoyadas en esta. Rápidamente casi sin haberme mojado, logré recoger todos los escombros. Recogí las bolsas en silencio para así, ingresar a mi techo.

Cuando ya estaba arrastrando la bolsa, escuché un pequeño quejido involuntario.

Algo furioso, solté la bolsa y caminé hacia el origen de ese sonido, tal vez eran esos mapaches quienes estaban causando tantos estragos. Ya me había pasado. Quité con algo de brusquedad la maleza (que ya debería limpiar) y vi a alguien que nunca creí ver en estas circunstancias.

– A-Ayúdame –Era T/N, que por alguna razón se encontraba en ese estado. Ella balbuceaba al borde de la hipotermia, con los ojos cerrados y una pequeña marca en su cabeza.

- Sí. Mapaches... –me dije a mí mismo con ironía– Ey. Niña, ¿estás muerta o qué? –le llamé, toqueteando con cuidado sus mejillas frías– Mierda, estás helada T/N. ¿Qué rayos te pasó? ¿Y por qué estás en mi casa?

Aunque no se notara, sentía mucha preocupación por esta chica. No entendía cómo podía haber terminado en esta situación, simplemente o podía imaginarme nada bueno.

- Ya... No aguanto más. Po-por favor, ayuda... William.

Suspiré pesadamente, ahora me tocaba cargar con este nuevo bulto. Lo admito totalmente, estaba preocupado por ella, estaba muy malherida pero, ¿por qué en este momento? ¿En mi casa? Hay tantas por la redonda y decidió esconderse en esta.

El Empleo De Mi Vida - FNAF X Tú  (En proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora