Fezco y tú ( Euphoria) 💔

Capitulo 12- Mariposas en el estómago.

¿Qué podía perder? La dignidad, seguramente.
El chico con ojos azules estaba bastante sorprendido con mi actuación. Sinceramente, no me esperaba que reaccionara así. Se quedó observándome  serio, sin embargo, se dejaba ver media sonrisa.
Yo me mantenía concentrada en mí intentó de seducción o, simplemente en el juego.
- ¡Esa Sira!- exclamó Maddy haciéndose oír.- Tienes que quitarte por lo menos la camiseta.
- ¿Qué dices de la camiseta? ¿Solo?- intervino McKay.- Tia no me jodas. Es un puto striptease.
Yo me estaba quitando la camiseta. Por debajo llevaba un top lencero negro.
- Ya lo sé McKay. Pero, esto es un puto parque y es de día. No se va a despelotar aquí.- contraatacó la otra.
- Tiene razón.- se unió Lexi.- Vale que sean retos extremos pero a ver, no nos pasemos.
- Como querías...- dijo resignado McKay.
Este busco la aprobación de su amigo, Nate. Nate no comentó nada seguía perdido contemplando mi cuerpo. Ni camiseta yacía en el suelo.
No sabía que hacer ni con mis manos ni con mi cuerpo. Tan solo bailaba.
- Vamos ahora el sujetador.- añadió Nate.
- ¿Cómo?- pregunté yo. Ni de coña me quedaba desnuda delante de todos ellos.
- Ni caso tía. Parece que Nate no sabe escuchar.- respondió Maddy.
- Pues por lo menos que se lie con él o algo. Si no no tiene ninguna gracia.
- Venga vale pues eso sí.- accedió Maddy.- Venga Sira. Solo es un lío.
- Joe. Bueno...- la cara de Fez seguía siendo la de antes, completamente seria. No paraba de mirarme intensamente.- Ehh... ¿Puedo?- le pregunté cuando apenas estaba unos centímetros de su boca.

- Como para decirte que no...- se relamió los labios. Cerré los ojos y le besé. El beso se volvió más pasional. Él me había agarrado de la cintura y yo estaba encima de él a horcajadas.
- Qué monos.- comentó Kat a lo que Lexi puso cara de asco. Esto último me lo contó después Maddy en cuanto terminamos los jueguecitos. ¿Por dónde iba? Ah sí.
- Creo que ya...- me separé de él y me levanté rápidamente. Me vestí con mi camiseta y volví a sentarme donde estaba.
- ¿Te ha gustado o no?- me interrogó Nate con su cara de chulo.
- ¿Quieres dejarme en paz?- le solté confundida y cabreada al mismo tiempo. Prefería no seguir jugando.- Yo me tengo que ir. Lo siento.

- Ey. No corras. Espera.- gritó Maddy siguiéndome.- Voy contigo.
Lexi y los demás se quedaron en silencio viendo como nos íbamos.
- Mierda tía. ¿Por qué te has largado tan rápido? Como corres por cierto.- añadió recuperando el aliento.
- No sé. Supongo que por el insoportable de tu novio.
- Mi ex.- rectificó ella.- Es muy mono al principio y cuando quiere arreglar las cosas. Pero, también es un tóxico de mierda. He sido una tonta... tantos años con él y tiene que pasar algo gordo para que... en fin. Perdón. No quiero darte la chapa.
- ¿Enserio lo has dejado por lo que me hizo a mí?
- Si. Y por más cosas.- la miré preocupada.
- Si te ha hecho algo que está mal deberías hablarlo con tus padres o quien sea y denunciar Maddy.
- Tú también deberías. Aunque no serviría de mucho. Los hombres siempre salen ganando en esas cosas.
- No digas eso. Tenemos posibilidades. Tantas como ellos.
- Tía, ambas sabemos que por mucho que quede súper bonito lo de que somos iguales, la realidad es muy distinta.
- Desgraciadamente. Pero hay que dar un paso o varios pasos para cambiar eso.- añadí yo disgustada ante su actitud derrotista.- Por lo menos tenemos voz. Otras igual ni eso tienen...
- Vale. Tienes razón.- dijo ella.
Sonrió.
- Deberías hablar con tus padres y contarles todo lo que te haya pasado.- repetí. Suspiré.- ¿Ahora estás bien?
- Perfectamente. Mejor que nunca de hecho.- pasó su brazo.
- Me alegro mucho.- le besé en la mejilla.
- Uf tía que tienes los labios de los de Fezco. Aún tienes sus genes en la boca.- bromeó ella.- Es broma boba. Si en el fondo es muy buen tipo.
- Ya.- respondí seca.
- Ya, ¿Qué?- enarcó una ceja.- ¿Te gustó el beso?
- Otra... Jobar pues es que no sé. Te lo digo enserio. Estoy hecha un lío.
- Uy uy. ¡Se vienen cositas!- exclamó ella dando palmas. Yo me tapé la cara mientras ella decía lo siguiente.- ¡Te gusta! ¡A Sira le gusta Fezco!
- ¿Te quieres callar?- le pedí riendo.- No sé que hay pero igual si me está empezando a gustar un poquito.
- Ayyy. ¡Qué mona!- saltó ella.- Hacéis parejaza. Yo lo veo cien por cien. Lo malo es que es... bah da igual. Pa el amor no hay edad ni drogas de por medio.
- Joder Maddy tú también ... qué cosas tienes.- le abracé otra vez. Las dos reímos.
- Por fa no digas nada a nadie. Aún no tengo nada claro y tampoco tengo muchas ganas de que se levanten rumores de cualquier tipo.- le cogí las manos con cariño. Tenía la manicura perfecta.
- Tranquila. Puedes confiar en mí.- asintió ella ofreciéndome una sonrisa.- Eso es todo un lujo en esta ciudad. Digo, el poder confiar en alguien. Ya te digo que yo nunca te traicionaré. Te lo prometo.
- Es una promesa muy grande.- comenté impresionada.- ¿Estas segura?
- Claro. Que yo sepa nunca he fallado a mi palabra. Te lo puede decir cualquiera de mis amigos.
- Genial. Tu también puedes confiar en mí.
- Estupendo. Es bueno saberlo.- sonrió ella. Me cogió de la mano y caminamos juntas hasta su casa.
Allí pasamos la noche hablando de cualquier cosa, riéndonos a carcajadas, cotilleando, subiendo historias a instagram y comiendo muchas palomitas.

Fezco ha respondido a tu historia.

La notificación me salió a eso de las once y media de la noche. Había subido una foto mía en el espejo de la habitación de Maddy. Se me veía de cuerpo entero. Llevaba las de martens, una camiseta básica beige de pico, unos pantalones vaqueros negros y un cinturón negro con adornos en plateado. El pelo lo llevaba corto, ondulado y suelto. Por otro lado, al look le añadí unos pendientes de aro dorados pequeños pero gruesos. Se veían bien.
Entré en el mensaje y enseguida volví a notar esas mariposas en el estómago.
Sonreí sin darme cuenta.