Capitulo 13- "Ostia Sira, ¿Qué has hecho?"

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El mensaje ponía: " Para haberte marchado tan deprisa sin dar explicaciones, estabas muy guapa 😛"

Casi tiro el móvil cuando leo el mensaje. ¿En qué momento? Buah. No me lo terminaba de creer.
Por favor, Sira, no te ilusiones tan rápido que luego pasa lo que pasa.
Decidí esperar a contestarle. El tema iba de hacerle esperar.
- Uy esa cara... ¿Quien es? ¿Quien te ha escrito?- Maddy era una cotilla.
- Nadie. ¿Puedes poner la serie ya?
- Eres una chica muy misteriosa.- murmuró ella.

De esta forma finalizó el día.

A la mañana siguiente desayuné en casa de Maddy y ambas fuimos a dar una vuelta por la urbanización.
- ¿Enserio ayer Lexi puso cara de asco?- comencé la conversación.
- Si. A ver, la verdad no supe interpretarla bien pero vaya. Que una cara rara si puso.
- ¿Crees que estará celosa?
- Lo más seguro.- añadió ella. Quien hubiera  imaginado que a Lexi le gustaría alguien. Y Justo tiene que ser él.
- Oye tampoco seas así.- defendí a Lexi.
- Lo digo por que joder encima un camello. Luego está la parte de que te mola.
- Primero dices que tu que qué fuerte que me guste y luego; Joe es que es camello.
- Ya... Perdón. Es que es muy majo y buena persona pero... tiene muchos problemas y está metido en movidas turbias. Yo te animo a que sabes... intentes algo pero no sé yo si tendrás un buen futuro con él.
No me malinterpretes.
- Si te entiendo. Yo me planteo lo mismo bueno, a ver, aún no me he planteado nada. Pero la parte de que es camello sí que me tira un poco para atrás. Tampoco es que por ello no me atraiga.
- Te atrae... bien, bien... sigue.
- Ya lo sabes todo.- la miré sería.
- Cada día te pareces más a tu crush. Solo necesitas hablar así como más despacio...- se puso a imitar su tono de voz. No tuve más remedio que reírme. Maddy era buena para las imitaciones.
- Lo haces genial.
- Si. Lo sé. Tengo un talento.- afirmó orgullosa. A la vez lo decía en broma.

Mamá💞
Mamá: me dijiste que vendrías pronto. Donde estas ???
Yo: Mamá estoy con Maddy ya te lo dije.
Mamá: pues ven ahora mismo la casa. No te acuerdas que te dije antes de las doce aquí ?
Yo: mamá no me dijiste nada 🙄
Mamá: bueno da igual vuelve ya.
Yo: Jope mamá. Enserio ?
Mamá : quieres q te llame ??? Pues eso.
Yo: que ya voyyyyy

Resoplé. Mi madre siempre igual. Ni un minuto de libertad me dejaba la mujer.

- ¿Es tu madre?- se extrañó Maddy.
- Si. Es un poco pesada a aveces.
- Te entiendo. La mia igual. Más hay que quererlas, ¿no?
- Obviamente.- sonreí.- Tengo que irme ya para casa que si no igual me mata.
- Anda ve.- se despidió con un par de besos.- te quiero nena.
- Y yo a ti más.- reímos.

Me puse los auriculares. Empezó a sonar Justin Bieber. Lo siento. Sé lo que estáis pensando, pero, soy demasiado fanática de él. Sus canciones son otro mundo.
- Sira.- Vi a Rue- ¿Donde vas?
- A mi casa.
- Jope. Tengo que ir a comprar unos chicles y hoy todo está cerrado. ¿Me acompañas a la tienda de Fez?
- No, tía. Lo siento tengo que ir para casa.
- El quiere verte.- a mi se me iluminó la cara más luego pensé en mi madre.
- Enserio no insistas. No voy a ir. He quedado con mi madre.
- Menuda sosa tía. Te echa de menos.- me persuadió ella.- Dice que él besó de ayer le gustó mucho. Esta loquismo por ti.
- ¿Vas puesta?
- Que voy a ir puesta joder. ¡No! No voy puesta.- rió ella.
- No me jodas eh. Te va a ser imposible convencerme para ir a pillar droga. Vete tú sola.- me cogió bruscamente por los hombros mientras intentaba irme.
- Pero, ¿qué haces tronca?- le grité.- He sido suficientemente clara al decirte...
- O me acompañabas o me acompañas.- sacó una navaja.
- Rue...- añadí empezando a temblar.
-  El no quiere abrirme entonces le tienes que convencer tú para que te venda a ti.
- ¿Qué? ¿Estas loca?- exclamé con lágrimas en los ojos.
- De momento no, pero no me falta mucho para estarlo como no tenga lo que es mío.- Tragué saliva.- Vamos, camina.
- Esto no está bien...- empecé a respirar fuerte. Creo que me iba a dar un ataque.- Rue, deberías pedir ayuda o no sé algo. Tienes una obsesión importante.
- No me digas. Soy drogadicta guapa.
- Ya...- murmuré.- Por lo menos, ¿Podrías bajar la navaja?
- No.- apuntó ella.- Sigue caminando no tenemos todo el día. Y no te olvides de decir que es para ti. Tienes mucho poder sobre Fez.- sonrió tontamente. Yo puse cara de no entiendo nada.- Ay, no arrugues la frente mi vida. Literalmente, ahora lo eres. Dependo de lo que me traigas. Si, si...
- Rue, enserio. No quiero verte así y tampoco comprarte droga.- anuncié sintiendo como la punta de la navaja me rozaba la espalda. Tuve que contener mis ganas de llorar.
- Ya estamos aquí maja. Ahora no hay vuelta atrás. Entras o ... - apretó más el filo contra mi espalda.
- Voy.- metí las manos en mis bolsillo.- Emm... no tengo dinero.
- Toma. Ni se te ocurra quedártelo. Lo he contado.- luego me dijo exactamente lo que debía pedir. Asentí.

Entré en la tienda temblando como un flan. Mi estómago estaba revuelto a causa de los putos nervios. ¿Alguien me explica como he acabado en esta situación? Me disponía a comprar droga. Esto me superaba.
- Ey.- saludó el hermano de Fez.
- Ah hola.- me sobresalté.- Menudo susto.
- ¿Te asustas fácilmente?
- Pues ... si.- declaré avergonzada.
- Mi hermano no está aquí. Pero, está apunto de llegar.
- Eh... bueno lo cierto es que no le buscaba a él.
- ¿Entonces?- preguntó él ordenando unas cajas de la tienda.
- Venía a comprar...- Un nudo se me hizo en la garganta.

- Un nudo se me hizo en la garganta

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- A comprar...- continuó él esperando mi respuesta.
- Pues...- miré hacia todos lados nerviosa.- Unos chicles de menta.- Soy imbécil.
- Claro.- cogió el paquete de chicles.- Uno sesenta.
- Si, eh, toma.
- ¿Algo más?- interrogó el pequeño.
- También venía por anfetaminas, MDMA, LSD...- Alguien entró en la tienda.
- ¿Qué mierda vas a hacer tú con todo eso?- Joder. Era la voz de Fez. Me giré sobresaltada.
- Pues... ¿Qué voy a hacer?- Él se acercó peligrosamente me tuve que apoyar en el mostrador.
- Pensaba que no te metías.- comentó él a dos palmos de mi cara. Se veía muy decepcionado. Nuestros cuerpos se rozaban. Tuve el impulso de decirle que no eran para mí, de besarle, de tocarle... de confesarle lo confundida que estaba.
- Aquí todo el mundo lo hace.- Ole mis huevos. Mi cerebro podría pensar un poquito antes de decir las cosas. Pero no. Así de espontánea era.
Su cara cambió de nuevo.
- Ven. Acompáñame.- me cogió del brazo obligándome a seguirle. Yo miré a cenicero interrogante. Él solo se limitó a cruzarse de brazos y seguir con sus tareas.
Fuimos a la parte trasera de la tienda. Nada más cerrar la puerta me pegó contra la pared dando un puñetazo en la misma.
- Dime que es una broma.- Sentía los ojos llorosos. No podía mirarle.- Dímelo Sira, joder.
- No es broma.
Se dio la vuelta y se llevó las manos a la nuca con desesperación. Yo sin darme cuenta mordí mi labio hasta hacerme sangre.
- ¿Por qué?- preguntó él de repente.
- ¿Por qué qué?- me lleve las manos a los labios.- Joder.- murmuré para mí. Fez pareció escucharlo y se dio la vuelta. Se quedó perplejo.
- Ostia Sira. ¿Qué has hecho?

Fezco y tú ( Euphoria) 💔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora