Estuve toda la mañana con un pañuelo en el cuello. No quería que se viera el destrozo que me había ocasionado Nate. Era un capullo. Tampoco me quite la chaqueta.
- ¿No tienes calor?- me preguntó Kat al volver de clase.
- Que va. Estoy bien. Además creo que cogí un poco de frío en la garganta ayer. Así que por si acaso prefiero abrigarme.- ella sonrió.
- Bueno chicos nos vemos mañana. Ahí está mi madre.
- Chao cielo.- se despidió Maddy.- Vamos que si no perderemos el bus.
- Si.- añadió Cassie.- Adiós. Nos vemos mañana.
- Menudas suertudas. Las lleva su madre todos los días.- dijo Maddy refiriéndose a las hermanas Howards.- Su madre me cae súper bien.
- ¿Si? Parece que ahora mis padres se llevan bien con los suyos.
- Sois vecinos. ¿Qué te esperabas?
- También hay vecinos que no se toleran. Por ejemplo, yo y Nate.
- Cierto.- comentó ella.- Buen punto.- suspiró.- Me tengo que ir. Hablamos luego.
-Si. Nos vemos.-
Entré en casa. Lo cierto es que estaba sudando mazo. No sé cómo había podido aguantar el calor a lo largo de toda la mañana.
- Ey cielo.- exclamó mi madre.
- Hola.
- Tienes visita.- comentó ella.- Es tu novio, el camello. Estarás orgullosa de seguir con él.
- Mamá. Por favor. Basta.
- Lo digo muy enserio Sira. Si él se mete en movidas, tú irás detrás. Vas a salir prejudicada quieras o no. Te dije que cortarás con él y no lo has hecho.
- No voy a seguir hablando de esto mamá.
Os guste o no voy a seguir con Fez.- añadí.- Ahora déjame en paz.
Habíamos hablado esto en un tono más o menos bajo para que no se nos oyera discutir desde el salón.
- Ey.- saludó Fezco. Me puse nerviosa.
- Vamos arriba.
- Eh... vale. Pero quería invitarte a comer por ahí.
- Vale... pues... ¿Nos vamos entonces? Espera que dejo esto arriba. Ahora bajo. Dame cinco minutos.- dije rápidamente. Él se quedó con cara de póker en el salón ante la atenta mirada de mi madre.
Dejé la mochila y demás en la habitación e inmediatamente me maquillé el cuello. Tampoco quería que si alguien lo viera pensara que había podido ser Fez.- Ya estoy.- añadí irrumpiendo en el salón.
- Genial. Pues podéis iros. Pero para la próxima avisa niña. Ahora tengo comida de más.
- Lo siento mamá. Ha sido inesperado. No tenía ni idea de que iba a venir.-
- Si. Ha sido culpa mía. Disculpe.
- No pasa nada.- respondió mi madre muy seca. Antes marcharme me dijo- Más te vale cortar con él de inmediato. Que no pase de hoy. Tu padre y yo estamos de acuerdo en eso. Solo va a ocasionarte problemas.
Yo la ignoré y salí de casa agarrada de la mano de Fez. Imaginé la cara de mi madre. Sinceramente, ya me daba igual. Asumiría las consecuencias.
- ¿Te ha dicho algo?- le pregunté ya que este estaba muy callado.
- La pregunta es: ¿Qué no me ha dicho?
- Jobar. Discúlpala.
Él me miró dolido. Sinceramente, no supe cómo responderle.
- No quiere que estemos juntos. Lo entiendo.
- Fez. Ella no puede decidir en mi vida. Da igual lo que piensen.
- ¿Piensen?
- Mi padre opina lo mismo.
- Venga ya.- exclamó él.- Si es que te lo advertí en su día.
- Ey, ey. Mírame. Somos tú y yo contra todos. Qué más da lo que piensen.- el me observó con esos ojos claros.
- No soy bueno para ti Sira...
- No digas eso. Eres más que bueno para mí.
-Acabarás arrepintiéndote de estar conmigo.
- ¿Eres tonto o qué? Claro que no voy a arrepentirme. Deja de decir bobadas y camina.El tragó saliva y se paró en seco.
- ¿Qué?
- ¿Qué es esto?- me mostró una foto de Nate y mía besándonos.
- Mierda. Es un error. Te juro que te lo iba a decir.
- ¿Si? Qué casualidad. Fíjate.
- Fez, déjame explicarte.
- Está bien.- respondió serio.- Pero rápido, no quiero perder el tiempo.
- Primero, él me besó a mí. Yo ni le seguí el beso. Me aparté a los dos segundos o menos incluso. Segundo, él tiene un secreto. Se está viendo con Cassie a escondidas de todos. Yo los vi y por eso me hizo una encerrona en ese aula para amenzarme.- tenia lágrimas en los ojos. Esperaba que me creyese. Él pareció notarlo y relajó la expresión.- Me dijo que como dijera algo te enseñaría la foto del beso.- hice una pausa y le miré.- Ya veo que te la ha enviado igualmente.
- ¿Me estás diciendo qué te besó solo para tener con qué amenazarte y que no dijeras nada?
- Así funciona la cabeza de Nate.- miré hacia otro lado intentando contener las lágrimas.
- Anda ven.- me abrazó.- Tranquila. Confío en ti.
- Antes no lo parecía.- bromée.
- Estaba un poco mosqueado debo reconocerlo. Más que nada por que quería explicaciones.- me dio un pico.- ¿Piensas que soy tóxico?
- Pienso que estás loco.- él rió y me besó lentamente.- ¿Adónde me vas a llevar?
- A un restaurante cerca de aquí.
- No sé cómo te las montas para invitarme siempre.
- Eres muy exagerada. No te he invitado tanto. Apenas un par de días.
- Y tú eres millonario. - le acaricié el pelo.
- Ojalá. Pero no. Ya llegamos.
- ¿Aquí?
- Si. Es el restaurante de un amigo mío. Para que veas que no todos vamos de ilegales por la vida.
- Jolin pues es muy bonito.
- Si. Le encanta tenerlo bien cuidado y con mucha, mucha decoración.
- Ya veo que lo simple no le gusta no...
- Hacen unos platos estupendos. Vas a querer repetir.
- Pues a ver si es cierto.- Un camarero nos indicó la mesa.- Vamos un poco de calle como para venir a un restaurante.
- De calle tú no vas eh.
- Joe ya pero... digo que muy formales no vamos.
- Vas siempre preciosa.- soltó él.- No te quejes tanto.
Por cierto, por lo de Nate... tranquila. Sé guardar un secreto. Ese chico se mete en demasiados problemas.
- Y también su padre, ¿no?
- Si. Su padre es un payaso. Va a lo suyo.
- ¿Por qué te buscaba el otro día?
- Por que pegué a su hijo en una fiesta... en fin.
- ¿Y eso?- inquise.
- Amenaza a gente, como hizo contigo. No dejaba en paz a Jules. Y Jules es importante para Rue. Creo que aún siguen teniendo algún roce que otro pero bueno...
- Está bien que defiendas a una amiga pero con violencia... no sé. No me parece el método más adecuado.
- Es como me he criado. No sé hacer las cosas de otra manera. Entiendo tu punto de vista, créeme. Pero a veces con ciertas personas es imposible dialogar.
- ¿Lo intentaste?
- ¿Podemos dejar de hablar de ese hijo de puta y centrarnos en nuestra cita?
- Fez.
- Vale. Puede que no lo intentara si quiera.
- Bien... - el bajó la mirada.- ¿Qué me sugieres?
- ¿De qué?
- De comer Fez.
- Vale. No me eches la bronca.- resopló.
- Calla pesado. Enserio, ¿Qué pedimos?
- Pues...- se acercó el camarero.
- ¿Ya eligieron?
- No, estamos mirando.- el chico era moreno y tenía un tatuaje en la cara.
- Entendido. Cuando sepan me dan un toque. Hola Fez.- saludó.
- Ella es Sira. Mi novia.
- Encantado. Soy Elliot.
- Un placer Elliot.- respondí.
- El placer es mío señorita.- dijo Elliot entusiasmado.- En cuanto sepáis me avisáis pareja.-
Nos guiñó un ojo y se fue.
- Qué majo.- comenté mirando la carta.- Parece poquita cosa el restaurante pero tiene mucha gente habitualmente, ¿no?.
- Así es. El chef es un crack. Luego te lo presento.- añadió Fez.- ¿Pedimos para compartir? Rollo tapas o...
- Tapas, perfecto. Tampoco es que tenga mucha hambre.
-Nunca tienes hambre.- Fez frunció el ceño.
- Soy de poco comer.
- Está bien. Pues... ¿pedimos croquetas?- yo sonreí. Adoraba las croquetas.
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Fezco y tú ( Euphoria) 💔
Fiksi PenggemarSira es una chica de diecisiete años que nunca ha roto un plato con muchas inseguridades y miedos. Llega nueva a una ciudad en la que cada uno de sus habitantes, cómo todo el mundo, tiene su propia historia con sus propios problemas. Ella no tiene...