-Sueño Sira-

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A veces solo necesitamos un pequeño subidón de adrenalina para atrevernos a hacer las cosas. Pensaréis que no necesitamos el miedo a la hora de tomar decisiones pero sí, el miedo es necesario. Lo que hice yo en aquel momento fue ir de la mano con el miedo recorriendo mis venas.
- Acaba de llegar Fez.- anunció mi madre.- Baja.
- ¡Vale!.- Bajé corriendo. Estaba ilusionada. Allí mirándome con esos lindos ojos verdes. Llevaba una sudadera blanca, unos pantalones color beige caídos y unas vans.- Hola.- murmuré al verlo tan guapo.
- Hola. Ya ves que tu madre sigue sin dejarme pisar esta casa.
- Hay cosas que no cambian. Anda vamos.
- Quiero llevarte a un sitio.- respondió él.- Se que te va a gustar.
- ¿Enserio?- Inevitablemente sonreí.
- Tranquila.- Me cogió de la mano.- Puedes fiarte de mí. Te encantará.- Le miré sorprendida aquel gesto fue totalmente inesperado. El corazón me empezó a latir con fuerza. Notaba como la sangre circulaba por mis venas como nunca. Todos mis sentidos se agudizaron de repente . Se me erizó la piel al notar su contacto.- ¿Estás bien?.- Yo tragué saliva. Asentí sin decir ni una palabra aunque amaba que se preocupase por mí. Por otro lado seguía analizando lo que estaba pasando.- Estás muy callada hoy.
- No.- Observé las calles por las que estábamos pasando. Íbamos hacia el bosque.- ¿Qué tienes pensado?
- Si te lo digo estropeo la sorpresa Sira.
- Es que no me esperaba esto.- añadí frunciendo el ceño.- Ha sido muy repentino.
- Bueno... creí que era una buena idea.- Se rascó la cabeza nervioso.- Tenemos varias cosas pendientes...- Me paré en seco. Ahí si que me empecé a preocupar.- Ey. ¿Qué haces?
- ¿Cosas pendientes? ¿Estás de coña?
- Relájate Sira. Esto es una cita.- dijo con calma. Le solté la mano.- Vale. Como quieras. No te calmes...- Después de decir esto se encendió un piti.- ¿Vas a seguir gritándome?
- Pues depende.- solté cabreada.
- Ah.- soltó el humo en mi cara cosa que no me pareció bien.
- Sabes que odio el tabaco.
- ¿No te da morbo? Antes te gustaba. - preguntó con cierta desgana.

La ira me invadió. Puede que algo exagerada si estuviera siendo pero se estaba comportando, a mi parecer, como un completo capullo.

- Vete a la mierda Fez.- le grité.- Me voy a casa por qué esto no me está gustando nada.
- Ey, ey. Sira. Vale. Tienes razón.- comentó alargando su mano para coger mi brazo.- Igual te parece raro o te da mala espina todo lo que está pasando.- dijo pausadamente sin dejar el cigarro.- Solo quiero que estemos bien y nuestra relación vuelva a ser la de antes.
- Fez... ya hablamos de esto.
- ¿Enserio? Pues yo no me acuerdo.- comentó soltando media sonrisa. Se acercó fijando esos dos ojos verde agua en mí. En ningún momento deshicimos el contacto visual.
- Ahora no me apetece recordarte aquella larga e intensa conversación.- añadí en un susurro. Mi respiración estaba agitada. Acortó la distancia.- Solo te diré que ahora mismo yo no puedo estar contigo.- Intenté parecer segura de mí misma. Intenté convencerle y, a la vez, auto convencerme. Realmente era una locura. ¿Cómo pensaba hacer aquello si aún le seguía queriendo? Me estaba muriendo por dentro al alejarlo de mí. Al poner esa barrera entre nosotros- Aléjate.
- ¿Es por Pol? ¿Es por quién soy?.- Parecía que no me escuchaba.
- Es por mí.- respondí seria.
- ¿Por qué te haces esto?
- Por que no está bien joder. No puedo seguir teniendo este ritmo de vida. Desde que he llegado mi vida ha cambiado tanto... Me parece surrealista la cantidad de cosas que me han llegado a pasar. Es que es muy fuerte Fez.- paré para recuperar el aliento. Mientras observé sus profundos ojos, sus tez pálida, la forma en la que me miraba, sus manos aproximándose a mi mejilla...- No puedo con esto. Es demasiado.
- Puede que sean muchas emociones juntas Sira. Si.- contestó.- Pero... Yo no cambiaría nada de lo que hemos vivido.
- Hay cosas que se podrían haber ahorrado. No me jodas.- espeté. Él limpió la lágrima que caía por mi mejilla con sumo cuidado.
- Yo también lo creo Sira.- añadió.- Deberíamos habernos conocido en otras condiciones. Sin embargo, ¿qué podemos hacer ahora?. Nada.- Suspiró.- Déjame llevarte a dónde te dije que te iba a llevar. Por favor.
- Fez. Yo no puedo.- empecé a decir insegura.
- Claro que puedes. Dame otra oportunidad Sira.
- Si es que no puedo decirte que no...- murmuré.

Fezco y tú ( Euphoria) 💔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora