Capitulo 25- Maddy Perez, una diosa griega

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- Hola. ¿Eres Maddy Perez?
- La misma.- respondió Maddy.- ¿Buscan algo?
- Si. A usted. Venimos a interrogarla. Sabemos que usted conocía a Tyler.
- Ah es por lo de Tyler... bien. Pues háganme las preguntas que deseen.
- No nos parece el sitio más adecuado para hacer un interrogatorio señorita. Le pedimos amablemente que nos acompañe a comisaría.
- Con su debido respeto ustedes acaban de empezar el tema aquí, en la puerta de mi casa, delante de mis amigos. Ellos saben todo lo que sé acerca del chico. Pueden hacerme las preguntas que deseen aquí mismo.
- Esta bien...- murmuró uno de ellos no muy convencido.- Graba.- el agente de detrás sacó la grabadora.
- ¿De qué conocías a Tyler?
- Éramos amigos del instituto. Compañeros de clase más bien. Apenas le conozco. Solo sé que es un chico muy tímido pero muy buena persona.
- Dicen que erais algo más. ¿Teníais una relación?
- No sé de donde han sacado semejante primicia. Pero no. No salíamos juntos. Yo tenía novio cuando me líe con él en una fiesta.
- ¿Hace cuanto fue eso?
- Digamos que... hace un mes o así. En el cumpleaños de un amigo de clase. Ha pasado tiempo si. Me líe con él para darle celos a mi novio. Mi novio se portó como un imbécil... Supongo que de eso no querrán saber detalles. El caso es que me líe con Tyler.
- Vale...- Hizo una serie de anotaciones en la libreta.- Cuéntanos Maddy. ¿Sabes si Tyler tenía algún enemigo?
- Yo e incluso ellos te pueden decir y afirmar que Tyler era una persona muy pacífica. Nunca tuvo problemas con nadie.- aseguró la pelinegra. Todos asentimos.
- Esta bien. Gracias por su tiempo señorita Maddy.- agradeció el policía.- Pronto tendremos que hablar con usted. Por el momento, no la molestamos más.
Tan rápido como vinieron se marcharon.
- Ehh ¿A qué ha venido eso?- preguntó Rue con la boca abierta.- La puta pasma ha estado aquí con nosotros cuando tenemos todo esto por aquí desperdigado.- Señaló la hierba y las botellas.- En fin... miopes.
- Rue tía. Ni puta gracia.- exclamó Cassie.- Maddy no tendrías que haber dicho nada de Nate. Ahora pueden ir a por él. ¿Es eso lo que quieres?
- Wow.- añadió Rue.- Qué profundas y dramáticas se ponen las cosas. Yo tomo asiento.- se sentó en el sofá al lado de Fez el cual también había preferido sentarse.- Qué hay Àlex. Choca esos cinco.
- Es mal momento Rue.- respondió serio.
- ¿Te has enfadado conmigo?
- Puede que sí Rue. ¿Dónde carajos conseguiste más?- vi cómo se preocupaba por su bienestar.- Te dije que no te iba a vender y a ti sólo se te ocurre ir a comprarle a otro camello... bien. ¿A quien le compraste?
- A nadie.- ella sonrió para intentar disimular.
- Como quieras... Te estas metiendo en un lío muy gordo. Y esta vez, no te voy a sacar.- suspiró.- Espero que no haya sido con la jefa de los narcotraficantes del otro día. Por que ya te digo que es muy peligrosa. Una vez que entras ahí ya no sales amiga.
- Puede que no quiera salir.- Ante este comentario Fez se quedó helado. Su cara lo decía todo.
- No tienes ni puta idea Rue, ni puta idea. Espero que habrás los ojos.- Las demás apenas escuchaban la conversación. Estaban hablando de Nate. Yo preferí escucharles a ellos. Nate para mí no era un tema fundamental. Es más lo consideraba innecesario.
- Chicos. Tengo que irme a casa.- proclamé.- Ahora sí. Mi madre me está esperando y puede que hasta tenga visitas.
- Jo. Con lo bien que estábamos.- se quejó Lexi.- Pues que te vaya muy bien. Ya nos veremos.
Me acerqué a Fezco. Le estampé un beso en los labios.
- Nos vemos.- sonreí. Él se me quedo mirando embobado.
- Nos vemos Sira.
Todas se pusieron como locas ante el beso.
- ¡Os adoro!- gritó Jules.- Jo. Son más cuquis...
- Pues si. Y nosotras también.- le guiñó un ojo Rue. Jules como respuesta le dio un beso en la mejilla.

Llegué a mi casa más tarde de lo que a mi madre le hubiese gustado.
- Te vas y tardas en aparecer cuatro años.- me bufó nada más entrar.- La próxima avisas o estás castigada.
- Solo han sido unas hora mamá. Y estaba casi al lado de casa.
- No sé te ocurra levantarme la voz o contestarme Sira. Ya es suficiente por hoy. Espero que a partir de ahora asientes la cabeza.- exclamó. Puso una cara rara.- Uy.- Olisqueó el ambiente.- ¿A qué hueles?
- A nada mamá.- hice un intento por irme a la habitación. Fue inútil.
- No. Sira. Ven para acá.- me cogió del brazo y me olió.- Hueles a tabaco. ¿Querías engañarme o cómo va esto? Oye qué tú madre no es tonta.
- Créeme que no fumo. Son mis amigas las que fuman. Yo no. Te lo juro.
- Mas te vale. Ya sabes que fumar es malísimo y asqueroso.- mi madre me siguió hablando de los efectos del tabaco para el organismo hasta que tuvo que dejar el tema para atender la comida.- Cómo empieces a fumar vamos te cortamos la paga.
- Jope mamá. Te prometo que no fumo.
- Ya. Pero igual empiezas por las malas influencias. Por malas influencias me refiero a tus nuevos amigos.
- Veo que no te caen bien.- intenté ser paciente con ella.- No puedes prejuzgarlos. Ni siquiera sabes cómo son en realidad.
- Te equívocas. No los juzgo.- sentenció mi madre.- Pero si fuman, se drogan, como Rue, beben... no sé. En mi lugar, ¿Qué harías?

La miré dubitativa. Honestamente, si tuviera una hija o un hijo pensaría de sus amigos lo mismo que pensaba la mía de los míos.
Los rumores corrían muy rápido y mi madre estaba al tanto de muchas cosas. Siempre le ha gustado mucho cotillear. Esperaba que no descubriera lo del vídeo. O lo de que Fez era camello. Entonces sí que iba a estar en un buen lío con mi familia.

Fezco y tú ( Euphoria) 💔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora