El Cuento De La Confianza.

7 1 21
                                    

Casandra se había puesto el pijama y estaba estudiando cuando Sabrina se fue a la habitación de Liam y Hunter, le había pedido que la acompañara, pero Cassie había rechazado para poder terminar el plan de estudio de Freddy.

Estaba cansada y le dolía un poco la cabeza, había estado un poco resfriada desde que cayó en el lodo la otra vez. Pero aun así eso no la detenía en nada, ella estaba preparando el primer libro que Freddy tendría que leer para el ensayo que le debía entregar a la profesora en dos semanas.

La puerta fue golpeada levemente y Casandra se quejo en voz baja mientras se levantaba de la cama y dejaba la libreta donde anotaba sus cosas a un lado. Tomo una liga de su mesita de noche y se ato el cabello mientras caminaba a la puerta y se sacudía su pijama rosa.

Abrió la puerta y se encontró con un chico de piel morena y un buzo con una camiseta blanca. Fred Scott estaba parado frente a ella con una mirada triste.

— Hola — saludó ella.

— Hola — murmuró él — ¿Te molesto?

— No.

— Estoy triste — sonrió levemente él.

— ¿quieres pasar? — preguntó Casandra abriendo la puerta completamente.

El chico entró a la habitación sintiéndose tímido mientras caminaba y miraba con curiosidad toda la habitación. No era muy diferente a su habitación, las mismas camas y muebles, pero ellas tenían un pequeño tocador con maquillaje y un espejo de cuerpo entero junto a este. Freddy se acercó tímido hasta la silla del tocador y sentarse en ella.

— Bueno, estamos rompiendo las reglas — bromeó Casandra.

— Lo lamento.

— Oye, estoy bromeando.

— Fido no esta — murmuró Freddy — no me molesta que tenga mas amigos aparte de mí, pero es raro estar solo en la habitación después de pasar por un episodio.

— Entiendo.

La chica caminó hasta su cama y se sentó en ella.

— Al principio también estaba reacia a que Brina tuviera a Liam, ella me entendía y no la quería compartir para no sentirme sola.

— Fido me ayuda a regresar a la tierra usualmente, a pesar de que todo el mundo me ignore y comente cosas sobre mí, él siempre está ahí para apoyarme, incluso cuando soy malo o sarcástico con él. Siempre está ahí.

— Yo puedo ser tu amiga.

— ¿Quieres ser mi amiga?

— Si tú me lo permites.

Freddy sonrió y suspiró levemente.

— ¿estas bien?

— Si, solo... no quería estar solo en estos momentos, odio estar solo en momentos como este.

El chico observo con más detalle la habitación de su amiga. La cama en la que estaba sentada tenía frazadas de colores mientras que la otra tenia colores oscuros, él asumió que esa era la cama de Sabrina. En la cama de Casandra había un montón de papeles repartidos por la cama, ella tenia manchas de lapicera en su mano así que asumió que estaba escribiendo algo.

— ¿Interrumpí algo?

— Tus estudios, estaba preparando tu primera clase de tutoría — sonrió la chica.

— Oh, ¿quieres que me vaya? No quería interrumpirte.

— Nah, ya había terminado, solo quería adelantar algo de tarea.

Los Cuentos De JacobsenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora