El Cuento Del Remordimiento.

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Freddy y Liam comían su almuerzo mientras conversaban, Sabrina se había quedado en clases para reforzamiento, Fido debía terminar un trabajo y Hunter no quería comer. El pelinegro suspiró y se llevó una cucharada de comida a la boca antes de masticar de mala gana, Freddy lo miraba levemente mientras escribía apuntes en su cuaderno, pero no le decía nada, él sabia que Liam estaba iracundo por la actitud de Hunter, pero no podía culparlo.

— ¿Por qué demonios no quiere hablar conmigo? — gruñó Liam golpeando la mesa con el puño, llamando la atención de varios estudiantes.

— No lo sé, viejo — suspiró Freddy — debes calmarte.

— Es muy fácil para ti decirlo, Fido ya volvió a actuar con normalidad.

— Primero que nada, Auch. Hunter me preocupa mucho, Li, pero no conseguirás nada presionándolo, recuerda que no es tan abierto con lo que pasa en su cabeza.

— Lo sé, Fred. Sé que no debo presionarlo, pero es mi novio y realmente me preocupa lo que pase, le prometí que nadie lo lastimaría de nuevo... siento que rompo mi promesa.

Freddy no sabia que decirle realmente, no sabía cómo hacerle ver que Hunter no era igual a él.

Una chica llegó y corrió una silla para sentarse, Freddy miró a Casandra y la vio por primera vez con el uniforme desarreglado. Era verano, pero Casandra siempre usaba una blusa de mangas cortas y siempre bien abotonada, pero ahora estaba desabotonada en el sector de pecho, su corbata colgaba deshecha y su cabello estaba atado descuidadamente en una cola de caballo. El moreno sabía que la chica tenia algo en la cabeza que la molestaba.

— Cassie — se lamentó Liam — Hunter no me ama.

— ¿Vas a comenzar de nuevo? — preguntó Casandra — Liam, cálmate. Ya sabemos que él nos hablará cuando esté listo.

— ¿Cómo sabes?

— Porque lo mismo paso cuando sucedió lo de Brina, estuvo los primeros días ignorándonos y luego nos compartió todo lo que sentía, es un chico callado, pero no se quedará así para siempre. Si lo sigues presionando solo lograras que él sepa que eres un idiota irritante que nadie tolera.

— Ustedes tampoco me aman — lloró Liam apoyando su cara sobre la mesa.

— ¿Ahora porque dices eso? — preguntó Freddy.

— Porque no me dicen cosas bonitas, solo dicen que espere y realmente me tiene un poco harto.

Liam suspiró y se quedó tirado en la mesa mientras Casandra solo jugaba con la comida que había en el plato que había llevado, ella había pedido solo una pieza de pollo y un poco de arroz, pero solo lo removía por todo el plato mientras lo miraba.

El cansancio se sentía, Freddy sabia que Liam se había sentido mal por lo que dijo Casandra y sabia que Casandra se sentía mal por alguna razón. Ese maldito día estaba haciendo que sus amigos se desmoronaran.

— ¿Qué te pasa, Amor? — preguntó Freddy.

— Nada.

— Cass...

— Estoy estresada — suspiró la chica antes de dejar caer la cuchara — no se si quiero que llegue el día de visitas.

— Si no quieres ver a tus padres no tienes que hacerlo.

— Lo sé, pero después de que hablé con Sabrina ese mismo día, ella dijo que necesitaba cerrar un ciclo para poder seguir adelante. Siendo que debo hacer eso también.

— Que Sabrina lo haga no significa que tú también debas — dijo Freddy sonriendo levemente.

— Lo sé, es que, siento que sus comentarios aun me golpean cuando me siento mal, como si aun estuvieran en mi espalda.

— ¿Entonces irás?

— No lo sé, estoy pensando en ello.

— Podrías no ser una perra mientras lo piensas — murmuró Liam con la cara pegada a la mesa.

Ambos lo miraron mientras levantaba la cara de la mesa, estaba levemente sonrojado y tenia los ojos llorosos mientras sus labios se apretaban levemente en una expresión seria.

— Sé que esta semana todos estamos enojados, estresados y distanciados, sé que puedo ser molesto cuando me esmero en algo y sé que no siempre soy comprensivo y tolerante. Hunter les preocupa a todos, pero ustedes no ven cuando se despierta sollozando y sale de la habitación para no tener que enfrentarme. No es mi intensión ser un idiota irritante... solo quiero no sentirme inútil con respecto a mi novio.

— Liam — susurró Casandra — lo lamento.

— Estoy cansado — sollozó Liam.

— Creo que todos hemos estados siendo unos idiotas últimamente — murmuró Casandra.

— Yo no he sido idiota con nadie — dijo Freddy ofendido — de hecho, he sido el que apoya a todos para que no se maten entre sí.

— Apenas si has hablado con nosotros — rio llorando Liam — pero te agradezco mucho.

— Debería de apoyarme en ustedes, ¿Verdad? No desquitarme con ustedes — murmuró Casandra.

— No te preocupes, igual me merecía eso — le dijo el pelinegro.

— ¿Ven que solo hacia falta conversar para arreglar las cosa? — preguntó Freddy.

— Tienes razón...

Freddy sonrió mientras su novia y su amigo se abrazaban para hacer las paces.

La tarde siguió avanzando con normalidad mientras ellos terminaban su día de clases.

Cuando Casandra llegó a su habitación, Sabrina estaba terminando un proyecto en el tocador mientras escuchaba música.

Sabrina se dio cuenta de que su amiga había llegado y la saludó, pero en cuanto hizo esto notó como ella se había quitado toda la ropa para quedarse en ropa interior frente al espejo de cuerpo entero.

Ella recorría todo su cuerpo con sus manos, sobre todo su vientre y sus brazos.

— ¿Estás bien, Cassie?

— Si — murmuró ella — ¿Sabes? Nunca noté esto — dijo mirando su cuerpo.

— ¿Qué cosa?

— Lo bonita que soy — sollozó ella sonriéndose.

Sabrina sonrió y se levantó del tocador para acercarse a su amiga, se paró junto a ella y ambas miraron la figura de Casandra atentamente.

— Eres hermosas — sonrió Sabrina.

— Iré a ver a mi madre ese día — susurró Casandra.

— Está bien.

— Pero no sé si podré hacerlo sola.

— Tienes muchos amigos ahora, Cass... y todos te cuidaremos las espaldas si lo necesitas.

— Gracias.

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