Las piedras eran incomodas, pero con aquella frazada doblada era realmente cómoda. Los chicos se habían asegurado de esconder todas las botellas de alcohol que había ahí y Sabrina se había apresurado a tirar un montón de basura y comida sobre las colillas de cigarro que se encontraban en el basurero.
El lago y el sauce eran hermosos, los patitos que pasaban por ahí también y aquella sensación mágica le llenaba el corazón mientras miraba.
Casandra había llevado una caja con pastelitos y Freddy iba con unos vasos de café, Fido y Sabrina habían ayudado a la abuela a cruzar por la entrada. Por eso es por lo que todos estaban sentados en rocas mientras miraban como la mujer mayor los miraba a todos con una sonrisa.
Aunque Sabrina se sentía algo rara por la escena que había causado en el comedor hace algunos momentos atrás.
— Lamento lo que pasó en el comedor — dijo la chica.
— Oh, no te preocupes — sonrió la abuela — hace tiempo que quería ver eso — bromeó la mujer, causando la risa de los adolescentes.
Unos ruidos se escucharon tras ellos y notaron a Liam entrando junto a Hunter, sonriendo y saludando a todos.
— Lamentamos la demora — dijo Liam acercándose al grupo, sentándose en la roca junto a Sabrina.
Hunter les sonrió a todos y se descalzo sus zapatos para poder caminar hasta el lago y sumergir los pies en el lago frio. La sensación de heladez lo hizo despertar casi de inmediato.
— ¿Los vieron entrar? — preguntó el pelinegro.
— No — respondió Sabrina.
— Así que aquí es donde comparten sus secretos — murmuró la anciana — es bonito.
— Bueno, aquí la mayoría se hizo amigos — sonrió Fido — aquí fue donde todos nos conocimos mejor.
— Me alegra que mi nieto tenga amigos como ustedes, usualmente él era muy serio cuando venia a visitarlo. Desde principio de año lo veo más feliz.
— ¿En serio? — preguntó Freddy — ¿Tú eres serio?
— Bueno, recuerdo que antes lo veía con Sabrina y si daba un poco de miedo — comentó Fido.
— Ay, no daba miedo — se defendió Liam — soy tan adorable como un cachorro.
— Si, un cachorro feo — rio Casandra.
— ¿Ya ven como es ella la que empieza? — acusó el pelinegro.
— Este es un grupo bastante extraño — rio la abuela mirándolos a todos.
— ¿Usted también tuvo un grupo así, Abuela? — preguntó Freddy.
— No, por eso me alegra que ustedes lo tengan. Recuerdo cuando Liam pedía tener muchos amigos de pequeño.
— ¿No tenias amigos cuando eras niño? — preguntó Freddy al pelinegro.
— Yo... no — murmuró el pelinegro sonrojándose levemente — era un niño solitario.
— También yo, bueno ese era un orfanato católico, pero créeme que los niños de ese lugar eran demonios — dijo Fido suspirando.
— ¿Orfanato? — preguntó Liam.
— Bueno, estamos entre amigos. Puedo decirlo sin preocuparme, ¿No?
— Si — sonrió el pelinegro.
— Cuéntenos sobre Liam de niño — pidió Hunter.
— Oh, cuéntele la historia de como se creía supermán y se rompió el brazo — pidió Casandra riendo.
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Los Cuentos De Jacobsen
Non-Fiction¿Cuántas veces nos hemos sentido perdidos? ¿Cuántas veces nos hemos sentido solos? Quizás la respuesta a estas preguntas las podamos evadir con una simple respuesta... La Familia, los amigos o tus personas de apoyo. Los Cuentos De Jacobsen es para...