Hunter, Freddy y Fido nunca habían salido del internado antes y estaban realmente maravillados con el cómo habían logrado salir para poder caminar por un campo de maíz en dirección a quien sabía dónde.
Liam había dado la idea y todos estuvieron de acuerdo, así que cuando cayó la noche de aquel viernes, se levantaron y pasaron por el escondite. Los tres chicos estaban confundidos con el como iban a pasar si el lago les dejaba una porción de tierra y no querían meterse al agua para nadar hasta la orilla, fue entonces que Liam sonrió y movió algunas de las hojas del lado derecho, dando a conocer un pequeño camino que llegaba hasta el final trasero del internado.
— Nunca pensé que saldría de ahí antes de la graduación — dijo Hunter.
— Bueno, considéralo mi regalo anticipado de graduación — respondió Liam mientras lo abrazaba por la espalda, dándole a ambos un poco de dificultad al caminar.
— Yo nunca pensé que lograrías salir — rio Freddy — soy pesimista, pensé que nos atraparían.
— Es porque no confiaban en nosotros — se rio Sabrina.
— La verdad es que sí, ya tenia mi discurso ensayado — dijo Freddy antes de llevarse los pulgares ensalivados debajo de los ojos, mojando un poco — por favor, directora, ellos me dijeron que, si no iba, me tirarían al lago.
— Que excusa tan falsa — se burló Casandra.
— Eres muy grandote como para que te crean.
— Fue Liam, señorita directora, él si pudo empujarme y los demás lo apoyaban — fingió llorar el moreno.
El grupo entero rio.
Ahora si estaban realmente tranquilos, todos se sentían relajados y alegres después de mucho tiempo separados y sintiéndose perdidos. Estaban juntos al fin.
Hunter y Liam iban juntos, por un lado, apegados y amorosos. Actuaban como una pareja y a sus amigos no les importaba, Liam estaba realmente feliz de poder ser como era frente a las personas que quería. Mientras, Sabrina y Fido iban de la mano y Casandra se aferraba al brazo de Freddy mientras usaba la sudadera del chico.
— Entonces, ¿Qué quieren hacer en la ciudad? — preguntó Liam.
— Considerando que ustedes son los únicos que han ido, ustedes deben decidir — comentó Freddy.
— Oh, oh, yo quiero ir con Sabrina — dijo Fido imitando a un niño pequeño, causando las carcajadas altas de Liam.
— Ay, yo quiero ir con Cassie — lo imitó Freddy.
— Pues yo iré solo — soltó Hunter — que vergüenza que me vean con ustedes.
— Tienes que decir que quieres ir conmigo — se quejó Liam, soltándolo.
Los chicos rieron mientras Liam se cruzaba de brazos.
— O sea — continuó Hunter — me podrían confundir con un demente y terminaría en el loquero con ustedes.
— Si, si — dijo Liam — cuando estes aburrido sin nada que hacer, no vengas con nosotros.
— Tengo una idea mejor, lo abandonamos en la ciudad y nos vamos — dijo Sabrina.
— Podríamos dejarlo en la casa de los espejos de la feria — se unió Casandra.
— Pero aquí tenemos maíz, es alto y es tan enano que no podría salir hasta el próximo invierno — dijo Fido.
— Eso sería difícil — acotó Freddy — es enano y se puede escabullir y escapar. Yo digo que le digamos a la policía que es un niño loco y perdido.
— Sigo aquí — gruñó Hunter.
— ¿Escucharon algo? — preguntó Liam.
— No — respondió Fido.
— Yo sentí como una brisa rara — rio Casandra.
— ¡Oh! ¿Te refieres a esa brisa molesta que proviene cerca de Liam, ¿verdad? — preguntó Sabrina.
— Vamos, chicos — se quejó el castaño.
— Como que sentí algo yo también — dijo Freddy — creo que dice que le damos vergüenza.
— Si, mejor lo ignoramos — rio Liam.
— Ay, perdón — gritó Hunter — no pensé que fueran tan delicaditos.
— Hunter — sonrió la rubia — ¿Cuándo llegaste? Te extrañamos mucho.
— Ajá — gruñó el castaño.
A la distancia, se veían luces de colores y una atmosfera de fiesta mientras ellos avanzaban, pero la emoción de sus corazones no los dejaría caminar tan tranquilamente como lo hacían. Sus pies reaccionaron solos y comenzaron a correr con emoción mientras los colores se veían más cerca.
Terminaron llegando a una feria a las afueras de aquella pequeña ciudad en la que estaban.
Todos estaban emocionados, extasiados. Los colores y la música que veían los hacía sentir como niños nuevamente.
Liam se había ofrecido a comprar el alcohol y los cigarrillos por ser el único mayor de dieciocho años y los demás se quedaron en algunas atracciones de la feria mientras lo esperaban. Ni Freddy, ni Fido, ni Hunter habían estado en una feria antes y a las chicas les parecía gracioso que saltaran emocionados cuando estaban por entrar a una atracción.
Cuando Liam volvió, ofreció separarse para que todos pudieran hacer algo especial antes de volver y todos aceptaron. Sabrina se fue con Fido, Cassie con Freddy y Liam con Hunter.
Cada una de las parejas se fueron a vivir una aventura especial.
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Los Cuentos De Jacobsen
Non-Fiction¿Cuántas veces nos hemos sentido perdidos? ¿Cuántas veces nos hemos sentido solos? Quizás la respuesta a estas preguntas las podamos evadir con una simple respuesta... La Familia, los amigos o tus personas de apoyo. Los Cuentos De Jacobsen es para...