Los Cuentos De Jacobsen

El Cuento De La Noche Perfecta.

Hunter había llegado a la habitación después de haberse duchado, estaba vistiendo ropa de Liam y unas sandalias que había logrado conseguir con los puntos que había ganado con sus notas y las ayudantías que había hecho en la cafetería y los salones de clases. También tenía un sándwich de carne y queso en la mano.

Liam se encontraba frente al televisor que brillaba por la pantalla de "Game Over" plasmada mientras esta cancioncilla de fallo sonaba una y otra vez.

— Te traje la cena — sonrió Hunter dándole el sándwich a su novio, quien lo tomó y lo miró atentamente, sin comer — ¿Liam?

— ¿Crees que soy un fracasado? — preguntó Liam volteándose.

— ¿Qué?

— No, nada — sonrió falsamente el pelinegro.

— Sé que es algo... cuéntame, por favor.

— Es solo, que todos ustedes pensaron en lo que harán después de salir de aquí. Pensaron en que estudiarían y todo eso, yo solo pensé en que comeré mañana y ya. Me siento un fracasado.

— ¿Por qué no pensaste en lo que harás después de graduarte?

— Si, al parecer soy lo suficientemente estúpido como para no darme cuenta de que no me quedaría aquí para siempre.

— Amor, no eres un fracasado por eso. No es necesario tener un plan bien detallado para poder sentir que estar preparado, a veces las cosas sobre la marcha son la mejor opción.

— ¿Y si no puedo seguirles el ritmo a ustedes?

— Por mí no tendrás que preocuparte, estaré apoyándote y ayudándote a seguir para lograr todo lo que quieras. No dejaré que te caigas si puedo evitarlo.

Liam sonrió levemente antes de levantarse del piso y dejar el sándwich sobre la cómoda, se acerco a su novio y lo abrazo fuertemente antes de besarlo en la coronilla de la cabeza.

— Te amo muchísimo, Hunter Hope — sonrió Liam antes de besarlo con cariño.

Luego, comenzó a levantarle la camiseta. Ambos notaron que sus cuerpos reaccionaron de manera grata ante aquel tacto tan personal.