Liam y Hunter iban de la mano, caminando por la feria mientras se sonreían mutuamente. El pelinegro tenía un pequeño conejo de peluche que Hunter había ganado en un juego de puntería.
Doblaron por la casa de espejos y vieron a sus amigos conversando a las afueras de la feria, cuando se acercaron escucharon a Sabrina decir:
— ¿Por qué esto tiene que acabar? — lloriqueó falsamente la rubia.
— No lo hace — sonrió Casandra — en un libro, hay otro capitulo cuando volteas la página.
— Y una buena historia nunca se acaba con el "Feliz para siempre", los héroes siempre tienen un nuevo día — dijo Liam mientras abrazaba a Sabrina y Fido por los hombros — ¿Cómo la pasaron?
— La mejor noche de mi vida — sonrió Freddy.
— Me alegro por ustedes — sonrió Liam — pero ahora debo ser el centro de atención porque me casé — continuó para mostrar el anillo en su dedo.
— Y esa es la historia de como Liam fue preso por casarse con un chico de diecisiete años — bromeó Casandra.
— Fido y yo nos hicimos tatuajes — dijo emocionada Sabrina.
— Y ahí va mi oportunidad de dar una sorpresa — se lamentó Fido.
— ¿Querías que Liam ganara?
— Si, tienes razón. Me siento mejor.
Los chicos comenzaron a reír y caminar hacia el camino, sintiendo aún la emoción de hacer vivido una noche fuera del internado después de tanto tiempo y después de tantas cosas. La primera aventura de Fido, Freddy y Hunter.
Iban a la mitad del camino, casi entrando al maizal para volver al internado. Las chicas iban riendo mas adelante y cruzadas por sus brazos mientras compartían secretos en su propio mundo.
— ¿Entonces hablaste con un extraño sobre eso? — preguntó Casandra sorprendida.
— Pues sí, pero no se sintió raro ni nada, ¿Sabes? Fue como hablar con alguien de mi familia.
— Freddy me compró un libro y luego le conté eso.
— ¿Y cómo reaccionó?
— Pues, ahora somos novios.
— ¿Puedes crees que tengamos nuestros primeros novios?
— Lo que no puedo creer es que te hayas tatuado un lobo.
— ¿Qué tiene eso de raro?
— Fido es nombre de perro... los lobos son prácticamente perros grandes.
— Él en serio me gusta, Cassie.
— Me alegro en serio — sonrió su amiga — pero si se atreve a decirte algo le romperé las nueces.
Sabrina se rio abiertamente mientras Casandra la seguía.
Sin embargo, un auto rojo pasó de repente por el camino de tierra, dejando una gran y frondosa nube de tierra que hizo toser a las chicas con fuerza mientras unas risas salían del interior del auto.
Liam frunció el ceño y corrió hasta estar a la altura de las chicas.
— ¡Hijos de perra! — gritó el pelinegro enojado.
El auto frenó en seco y retrocedió de la misma forma, dejando mas polvo y haciendo que todos comenzaran a toser.
— ¿Qué fue lo que me dijiste? — gruñó el conductor.
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Los Cuentos De Jacobsen
Non-Fiction¿Cuántas veces nos hemos sentido perdidos? ¿Cuántas veces nos hemos sentido solos? Quizás la respuesta a estas preguntas las podamos evadir con una simple respuesta... La Familia, los amigos o tus personas de apoyo. Los Cuentos De Jacobsen es para...