ADVERTENCIA:
Este capitulo contiene:
- Lenguaje ofensivo.
- Escenas de violación.
- Escenas de violencia.
Se Recomienda discreción.
Era media noche y el sueño había contagiado a la mayoría de los estudiantes, pero nadie estaba en pie, o eso era lo que Sabrina Jones pensaba mientras bajaba las escaleras de su edificio.
Había cenado con sus amigos y su manía de beber mas de una botella de agua en la cena le estaba cobrando caro al tener que levantarse en medio de la noche. No quería ir sola pero sabia que, si despertaba a Casandra, esta le diría que no y tendría que ir sola de todos modos.
No había podido encontrar sus pantalones en medio de la oscuridad, así que solo había salido con sus shorts celestes y aquella camiseta ajustada al cuerpo junto a una manta y sus sandalias. El frio no era un problema real esa noche, así que no pensaba que podría resfriarse esa noche.
Llegó al baño e hizo lo que tenia que hacer. Se lavó las manos con jabón y se miró en el espejo, estaba obteniendo ojeras por estudiar hasta tarde o quedarse con Liam y Hunter jugando videojuegos. Ella suspiró y se mojó un poco la cara antes de salir del baño.
Esa noche era reconfortante, algo fría pero acogedora. Su mente divagaba en lo rico que iba a ser volver a su cama, y poder dormir al fin, pero aquel pensamiento se desvaneció después de avanzar unos metros.
Su cuerpo comenzó a sentirse mareado y su estómago le decía que tenía que correr rápidamente.
Ella no pudo hacerlo.
Antes de poder voltearse y ver que era lo que le causaba ese malestar, una mano masculina cubrió su boca con fuerza y una segunda le tiró el cabello para hacerla arrodillar. Ella quedo paralizada y no sabia que estaba pasando, solo sentía como aquel hombre la forzaba a caminar mientras ella intentaba ordenar todo lo que pasaba en su cabeza y en su alrededor.
Cayó y se raspó las rodillas, la sangre comenzó a correr por sus canillas mientras avanzaba con pasos torpes y su capturador se reía y la llamaba "Estúpida Perra".
El tipo la terminó llevando al baño de hombres y la empujó dentro, causando que se rompiera el labio con el choque contra el piso, sus manos no alcanzaron a detener su caída.
Ella estaba sin aliento, sollozaba levemente mientras su cerebro la hacia reaccionar y recordar lo que estaba pasando.
Miró hacia arriba y había otros chicos en el baño mientras que el que la había llevado hacia ahí, cerraba la puerta con aquel seguro difícil de quitar. Ellos eran conocidos, ella sabía quienes eran...
Eran los chicos que le levantaron la falda.
— Ahora no esta tu perro para defenderte, ¿verdad? — se burló el chico al que recordaba golpear con la manzana.
— Por favor, no — sollozo Sabrina intentando pararse.
Hunter no podía dormir.
Estaba dándose vueltas en la cama mientras Liam roncaba como bestia y le impedía conciliar el sueño como él quería, estaba revolcándose en la cama como una lombriz mientras buscaba aquella posición perfecta para sentirse cómodo, pero se rindió después de un rato.
Suspiró y se sentó en la cama para luego mirar a Liam, dormía tan plácidamente que parecía un ángel bajo la luz tenue de la luna. El castaño sonrió y le besó la mejilla antes de levantarse y comenzar a vestirse con pantalones y una sudadera tirada en el piso, se calzo unas sandalias de Liam y salió de la habitación.
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Los Cuentos De Jacobsen
Non-Fiction¿Cuántas veces nos hemos sentido perdidos? ¿Cuántas veces nos hemos sentido solos? Quizás la respuesta a estas preguntas las podamos evadir con una simple respuesta... La Familia, los amigos o tus personas de apoyo. Los Cuentos De Jacobsen es para...