El Cuento Del Miedo.

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Habían pasado unas semanas desde aquella noche en la que la abuela los había ido a visitar, el frio y el calor habían hecho una tregua y habían dado paso al otoño, dejando que la noche de Halloween floreciera lentamente mientras los trabajadores del internado decoraban cada salón con calabazas de papel y papeles de colores.

Liam había estado un poco distraído en clases por Hunter, él había vuelto a hablar, pero siempre daba respuestas cortas y siempre estaba en otro mundo, divagando consigo mismo.

Si bien las notas del castaño no bajaron, sus cuadernos pasaron de ser anotaciones ordenadas a dibujos distraídos de tres personas. Constantemente eran tres dibujos de palitos que representaban a tres personas, una baja y dos personas altas decoradas con un par de "X" en lo que eran sus ojos.

Estaba preocupado...

Sin embargo, Freddy les había dicho a todos que se reunieran en el escondite para pasar la noche de Halloween bebiendo y fumando mientras contaban historias de terror. Por lo que Liam estaba listo con su mochila rellena de dos botellas de vodka negro y unas bolsas de frituras.

Todos habían decidido hacerse disfraces caseros para intentar disfrutar eso estando encerrados ahí. Ninguno de ellos había salido a pedir dulces realmente y las chicas estaban emocionadas porque los trabajadores del internado estarían repartiendo dulces en distintos puntos del internado y gritaban "Dulce o truco".

Liam había robado un cintillo de Casandra y le había pegado dos cachitos pequeños de color rojo para simular cuernos y había roto una camiseta vieja de color rojo para hacer una cola.

La puerta de la habitación se abrió y Hunter, vestido completamente de negro con la ropa de Liam, entró con su cabello extrañamente pintado de negro, causando que su novio lo mirara realmente confundido.

— ¿eso es permanente? — preguntó Liam confundido.

— Yo... no, es sombra de ojos — murmuró el chico — les pedí a las chicas que lo pintaran para disfrazarme de ti.

— ¿Seria raro si te beso ahora? Es decir, siento que sería ególatra pues me estaría besando a mi mismo — bromeó Liam sonriendo.

Hunter sonrió levemente y se acercó para besar a Liam tiernamente.

— Si quieres nos podemos quedar aquí... nos quedamos aquí, tenemos sexo, conversamos y luego dormimos.

— Les prometimos a los chicos que iríamos con ellos.

— Estoy preocupado por ti, Hunt — susurró Liam contra los labios de su novio.

— Estoy bien.

Liam asintió antes de besar la frente del menor.

Ambos entraron al escondite, encontrándose con los chicos sentados en las rosas, tapados con frazadas y compartiendo caramelos desde una bolsa en el centro de todos. Liam miraba gracioso a sus amigos.

Sabrina y Casandra estaban vestidas de negro y con sombreros de bruja hechos de papel, Fido tenia orejas de perro y Freddy tenia la cara maquillada como si fuera una calavera. Cuando vieron a los chicos entrando, todos ellos los saludaron sonrientes.

— Hola — sonrió Liam sentado en el piso, mas cerca de los caramelos — no pensé que conseguirían tantos.

— Fue divertido — rio Sabrina — pensé que éramos muy mayores para esto, pero no.

— Me alegro de que se divirtieran — sonrió Liam genuinamente.

Él sacó las botellas y las frituras de su mochila antes de dejarlas junto a las bolsas de dulce, tomó una de las frazadas después de darle señas a su novio para que se sentara entre sus piernas para poder abrazarlo y tapar a ambos al mismo tiempo.

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