El Cuento De La Amistad.

1 0 0
                                    

Sus amigos no habían estado con ella desde la tarde anterior, ella los entendía, en unas dos semanas sería la primera ronda de exámenes finales y tenían que asistir a mas clases para repasar ciertos aspectos que no entendían.

Lo único que ella consideraba bueno en ese momento, era que ya no pedía ayuda a sus amigos para salir al baño o para buscar comida, aunque aún no sentía esa comodidad que tenia antes en el exterior.

Sabrina suspiró antes de sentarse en su cama, era inútil intentar dormir cuando no lo lograría. Aquella mañana de sábado estaba raramente fría, a pesar de ser primavera. Se levantó de la cama y se estiró notablemente, haciendo que algunas articulaciones de su cuerpo tronaran.

Notó una nota clavada con un alfiler en la almohada de la cama ya ordenada en la cama de su mejor amiga.

"Nos vemos en el escondite, Freddy consiguió una cámara instantánea así que ponte guapa para las fotos. -Con mucho amor, Cassie"

Ella lanzó la nota en la cama y se fue al tocador para cepillar su cabello mientras aun estaba en pijama. Su cabello estaba realmente enredado, pero al menos pudo cepillarlo bien al estar corto, aunque si había quedado un poco esponjado. Aun tenia una pequeña mancha morada en el labio, era casi inexistente.

Se levantó de la silla y abrió su cajonera, apretó los labios un poco cuando vio las faldas y los pantalones, la mayoría eran ajustados a su cuerpo. Su ceño se frunció y comenzó a recordar partes de aquella noche mientras tocaba una de las faldas negras, aquella que era su favorita.

Suspiró antes de cerrar los cajones y comenzar a mirar hacia el rededor, mirando atentamente por el piso hasta que encontró lo que estaba buscando. Los chicos habían olvidado algo de ropa en su cuarto.

Se acerco hasta el pantalón que Hunter había comprado con sus puntos, este le quedaba un poco suelto. Siguió mirando por la habitación y encontró una sudadera de Freddy junto a la cama de Casandra. Finalmente tomó una de sus camisetas de tirantes y se puso aquella sudadera para esconderla, la ropa de los chicos le quedaba algo grande, pero no le importaba mucho.

Tomó sus llaves de la mesita de noche y salió de su cuarto, dejando la puerta cerrada con doble seguro antes de comenzar a caminar por el pasillo y salir del edificio de los dormitorios.

Se abrazaba a si misma mientras caminaba por el campus, se sentía un poco insegura mientras caminaba, sentía los ojos de los estudiantes que se relajaban en el patio central, mirándola con atención mientras se movía. Ella solo suspiró y comenzó a caminar más rápido, no quería lidiar con los murmullos.

Llegó al noveno edificio y se metió hasta el final para llegar al muro, miró a todas partes antes de agacharse y escabullirse por la cortina de moho que tenia la entrada del escondite.

Cuando cruzó, vio a sus tres amigos sentados y conversando animadamente hasta que ellos se voltearon para verla.

— Hola — murmuró Sabrina.

— Te ves hermosa — sonrió Hunter.

Ella se sonrojó levemente y caminó hasta la roca junto a Casandra. Ella sonreía incomodo cuando notó que sus amigos ya no hablaban en lo absoluto y solo la miraban atentamente.

— ¿Tengo algo en la cara o qué? — preguntó la chica incomoda.

— No, es solo que...

— Estamos realmente felices de que estes con nosotros — completó Freddy la frase de Casandra.

— Estamos felices de que estes mejor — sonrió Hunter.

La rubia sonrió levemente incomoda y miró al piso.

— No tienen que callarse por mí — murmuró Sabrina — sigan hablando.

— Está bien — rio Hunter — solo hablábamos de la vez que todos fuimos a cenar a la cafetería y terminamos en la guerra del pollo frito y pasta con salsa.

— Si, y termino con Liam con la cara llena de salsa de tomate y con Freddy con la boca llena de pollo — se carcajeó Casandra.

— En primer lugar, no pensé que Liam me metería una pierna de pollo en la boca, así como así.

— Nunca debes confiar en ese tonto con ese tipo de cosas — rio Hunter — encontrará la forma de tener la razón siempre, si eso lo hace meterte un pollo en la boca, lo hará.

— Pues no estaba preparado para eso — se excusó Freddy.

Sabrina los miraba con una pequeña sonrisa, los miraba atenta.

— Tú — apuntó Hunter a Sabrina — tú debes tener historias vergonzosas de Liam. Necesito material para cuando vuelva.

— Bueno... una vez — murmuró ella — una vez se cayó de las escaleras estando borracho.

— Oh si, recuerdo eso — exclamó Casandra partiéndose de risa — oh dios, Liam es tan estúpido.

— ¿Qué fue lo que pasó? — preguntó Freddy.

— Bueno, él pensaba que sí, rodando bajabas más rápido las escaleras, sería lo mismo para subir.

— Es una vergüenza que me guste ese tonto — se carcajeó Hunter.

— Así es nuestro Liam — sonrió Sabrina — así es mi Liam — susurró esta vez.

Hunter lo notó, como la sonrisa de la chica se iba desvaneciendo lentamente, él miró a sus amigos en busca de ayuda rápidamente.

— ¿Sabes? Una vez iba tan distraído en mi antigua escuela, que termine chocando con un ventanal y derramando mi bandeja de comida sobre mí — dijo Freddy.

— Bueno, pues yo me caí en un basurero — dijo Casandra en tono de reto, quitándose el cabello de su hombro.

— Pero al menos no lo hicieron a propósito — exclamó Hunter — Liam literalmente se lanzó rodando de las escaleras para ver si podía subir.

— Yo les gano — rio levemente Sabrina.

— ¿Qué? ¿Le puedes ganar a la estupidez de Liam? — preguntó Freddy sorprendido.

— Yo — ella suspiró — supongo que no tendré dignidad para ustedes después de esto... me puse un cono de helado en la cabeza y fingí ser un unicornio.

— Ok, tú ganas.

— Obvio, siempre gano.

Sabrina sonrió y siguieron hablando mientras el día pasaba y se sentían más unidos que nunca, al final lograron superar aquellas barreras que se crearon después de esa noche y Sabrina se sentía mas segura en el exterior con ellos.

Estaban sonriendo y bromeando como antes.

Hunter sonrió tranquilo y su corazón se soltó un poco, ahora solo pensaba en Liam.

Los Cuentos De JacobsenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora