S3Capitulo01

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|reunión de las lunas crecientes, entrenamiento y reconocimiento|

Fortaleza infinita.

Pov Narrativo

Y allí estaba Akaza, en el lugar donde no quisieras estar si se trataba del asesinato de una luna creciente, o de "algo" que enfureciera al rey demonio.

La demonio del Biwa estaba en una posición elevada, con su típico instrumento en manos... El solo hecho de verla, confirmó a Akaza de las noticias graves que habrían.

Aunque sus pensamientos fueron interceptados. En las múltiples paredes de tatamis, un ruido de rebote. Al final de tal estruendo, en el suelo hizo acto de presencia, una vasija y dentro de ella, una luna creciente.

-'¡Hyo!'-

Una extraña forma de vida salió de allí. Su cuerpo parecía estar unido al interior de la vasija, con un pequeño cuerpo y unos, un más pequeños, brazos. A pesar de su extraño tamaño de torso, la cabeza del demonio era de tamaño considerable. En el lugar donde deberían estar sus ojos, habían dos bocas, de las cuales podían verse los dientes. Otra característica rara, era el extraño ojo en su frente, el cual poseía el Kanji de quinta creciente, por encima del ojo, habían tres marcas negras. Además, en donde debería estar normalmente los labios, había otro ojo.

La parte baja de su torso, era de un color diferente a la parte superior. Ese demonio, era Gyokko.

Gyokko: pareces que te ves bien, cariño. ¿cómo has estado luego de noventa años?

El demonio con el puesto tres, observaba al recién llegado con seriedad.

Gyokko: la mera posibilidad de que tú murieras, hizo que mi corazón saltara de-...

Interrumpiendose así mismo, tosió falsamente con gracia. Su boca derecha se relamió los labios, mientras su boca "verdadera" sonreía burlonamente.

Gyokko: hizo que mi corazón se encogiera del dolor. ¡Hyo, Hyo!

-'esto es bastante aterrador'-

Esta vez, la voz vino de otra dirección. Gyokko y Akaza voltearon sus miradas hacia de donde provenía el sonido.

En unas escaleras, había una diminuta figura que se sostenía del barandal de la misma. Aquella figura era un demonio. Tenia cuernos en su frente, y en medio de los cuernos, habia una masa de carne, como si fuera una hinchazón luego de un fuerte golpe. Sus ojos parecían decaidos, con tristeza. Cabellos negros y cortos, junto a unas orejas en punta.

Hantengu, la cuarta creciente.

Hantengu: Gyokko a olvidado cómo contar en nuestra ausencia. No hemos sido llamados aquí durante ciento trece años

Dando la cifra exacta del tiempo transcurrido, sujetaba con leve fuerza el barandal de la escalera.

Hantengu: un número indivisible, un número de mala suerte. ¡y un número impar!... Aterrador de hecho

Akaza ignoró las palabras de sus compañeros de puesto, centrando su atención en la demonio Biwa. La demonio, parecía no inmutarse ante nada de lo que dijeran, era indiferente al asunto.

Akaza: mujer Biwa, ¿ya ha llegado Muzan-Sama?

Interrumpiendo su melodía en el Biwa, habló sin emoción aparente.

-'él aún no ha llegado'-

Akaza: ¿entonces, dónde está la primera creciente?, no hay forma que lo hayan matado

-'¡espera, espera!. ¡espera un minuto, Akaza-Dono!'-

Un cuarto hizo aparición. El recién llegado, sus palabras expreseban cierto grado de alegría y diversión. A pesar del tono en su habla, Akaza reconoció la voz y no se sintió nada feliz. La mano del cuarto en llegar, se posó sobre el hombro de Akaza.

KNY: "Mi Motivo para Luchar"-Demon Slayer x M!Reader.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora