Derek
Entre seguido de Isaac quien empujo a Connor a la silla frente a mi escritorio, este se levantó apenas pudo a encarar a Isaac.
—Primera y última vez que se te pasa por la cabeza levantarle la mano —reclamo Isaac con una molestia más que evidente.
—La pelirroja se me lanzo primero —comento Connor—, lo correcto era responder.
Isaac se lo tragaba con la mirada —A ver en qué momento pones orden en la manada primo —me miro— Betas que atacan a miembros del consejo —señalo a Isaac e hizo un sonido de negación con la boca— y lo peor mujeres que...
—Cállate de una vez ¿A qué carajo viniste?
Vi un brillo en sus ojos —A que más será...—me miro con una sonrisa— a supervisar mi futura manada...
Reí burlón —Me temo que estas en el lugar equivocado, este territorio pertenece a los Haugen...
—Soy un Haugen —interrumpió y yo negué con la cabeza.
Me puse de pie y coloque una mano sobre su hombro —Me refiero a los que si son útiles en algo —su postura flaqueo y agacho la mirada por un momento—. Ahora voy a pedirte que te retires o desafortunadamente llamare a que te saquen.
—No evitaras que venga
—Claro que no, puedes seguir viniendo a construir falsas ilusiones sobre un territorio sobre el cual jamás tendrás poder. Ahora vete.
—Oblígame a irme —se acercó a mi rostro retándome con la mirada.
—Alfa solicitan su presencia en el edificio líder...—los tres dirigimos la mirada a la puerta donde se encontraba Aina, sonreí ladino.
—A tus ordenes Connor...
Cinco minutos pasaron para que Aina lo sacara de la casa y apenas con un pie afuera los miembros de la guardia que para su frágil ego eran mujeres lo sacaron de la barrera.
Me dirigí al edificio líder justo como Aina me lo indico, para mi maldita suerte Larisa ya se encontraba en mi jodida oficina.
—Buen día Derek —saludo con confianza, rodé los ojos de inmediato.
—Alfa Haugen para ti, te lo he repetido mucho ya.
—Muchos te llaman por tu nombre —comento—, incluida la bruja pelirroja...
—Rubí —la corregí—, y si muchos lo hacen pero eso no te da puerta abierta a que tú lo hagas ¿Por qué me llamo Aina? —le corto el tema con mi pregunta.
—Los Alfas de las cuatro grandes manadas se han comunicado con el motivo de notificar y pedir confirmación acerca de la celebración quinquenal que se llevara a cabo aquí en la manada Secreto de Luna dentro de dos meses.
El vaso de Whiskey reventó en mis manos —Maldición —lo había olvidado por completo, hace cinco años fue en la manada de Enzo. Esta celebración no es más que una excusa de todos para reunirse y beber. Mi humor no era el mejor pero si algo tenía era palabra.
—Manda las confirmaciones —ordene a Larisa—, y vayámonos preparándonos para esa maldita fiesta.
Un mes después
—¡Lamento no ser como ella! ¿Si? —la entrada súbita de Larisa a mi despacho me tomo por sorpresa. Desvié mi atención del documento que Isaac me mostraba donde estaba la lista de invitados para la celebración quinquenal y ambos volteamos a verla.