Capítulo 9

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El juego del payaso

— Tu no puedes morir, July — susurró el pelirrojo haciéndole RCP a la castaña.

El castaño estaba ayudando a darle RCP a la pelirrubia, sintiendo desesperado al ver que Camila no estaba reaccionando, ¿talves había tardado tanto? Aquella pregunta rondaba en la cabeza del castaño.

Las dos chicas median exactamente metro sesenta y siete, que a diferencia de los chicos que median más de metro ochenta, era muy difícil poder sobrevivir con esposas en sus muñecas y el frío del agua que se colaba por todo su cuerpo.

— Camila, por favor — susurró en sollozos la peligris al ver a su amiga que no respondía.

A diferencia de las dos chicas, la peligris media metro setenta y cinco, siendo la más alta entre las dos chicas. Rose había soportado segundos debajo del agua, por lo que no sufrió mucho a diferencia de las dos chicas que había estado como cuatro minutos debajo del agua antes de que el pelirrojo pudiera rescatarla.

— Carajos — siseó el pelirrojo por desesperación — No puedes irte aún, July.

A sus espaldas escuchó toser varía veces, dándose cuenta que la pelirrubia había despertado ya. Sin embargo, eso no le detuvo al pelirrojo. Siguió y siguió sin rendirse, sintiendo las gotas de sudor pasando por todo su rostro de toda la acción que estaba haciendo, sin importar que los minutos se pasarán volando, porque lo único que deseaba era ver aquellos ojitos de miel.

— V-vamos pequeña, no te puedes rendir así...

— ¿D-dónde está July? — preguntó desesperada la pelirrubia atrás de sus espaldas.

— Esta al frente tuyo...

Camila desvío su mirada hacia al frente, viendo como el pelirrojo le estaba haciendo un RCP a la castaña. Se arrastró de rodillas hacia ella, quedando al otro lado del pelirrojo.

— July — susurró la pelirrubia.

— P-pequeña — susurró el pelirrojo, algo que no dejó pasar la pelirrubia, pero por el momento su concentración estaba en la castaña.

Cuando sus manos ya se estaban cansando y su poca fuerza se iba desvaneciendo, pensando que la demora los jugó en contra y ya sintiendo sus lágrimas acumularse por sus ojos...

La castaña tosió todo el agua que se había acumulado en sus pulmones.

— Oh por dios, July — dijo la pelirrubia con lágrimas en sus ojos.

La castaña se puso boca abajo para seguir tosiendo, sintiendo su respiración volver poco a poco a la normalidad y su pecho latir. Había sentido la muerte tan cerca, sintiendo el agua llegar hasta sus pulmones y su cuerpo fallar.

Rose, Freddy y Jay llegaron hasta la castaña tratando de ayudarla a pararse, pero el pelirrojo no les dejó. Leo la ayudó a ponerse de pie, sosteniéndola por debajo de sus brazos y llegando hasta su cintura.

Aquella acción hizo que la pelirrubia los miraran confundidos, ¿acaso ya se conocían? Aunque los deshecho rápidamente porque desde el primer momento que se vieron los dos no se conocían, y bueno ni hablar que la castaña no conocía a nadie de aquella habitación. Pero, eso no quitaba el hecho que el pelirrojo se comportaba de una manera que parecía que si conocía a la castaña, pero ella a él no.

El terror detrás de las paredesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora