Capítulo 37

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Desventajas

Mierda, es que acaso quieres morir idiota.

El chico miraba la cámara que enfocaba al pelirrojo. Leo se encontraba batallando con el sujeto, siendo golpeado varias veces por él, pero Leo intentaba a toda costa acabar con el sujeto antes de que pudiera lastimar a sus amigos.

No puedes morir. Estamos a punto de acabar con esta mierda, joder...

En todo el tiempo que empezó el juego, el chico era el encargado de vigilar más cámaras, especialmente donde se encontraba Leo y su grupo. Tanto él como el pelirrojo tenían una tarea dentro de esa organización , por lo que no debían morir y ni siquiera ser atrapados por ellos. Sin embargo, el único que se estaba sacrificando por todo era el pelirrojo, ya que estuvo restaurando y modificando los monstruos que debían estar en los últimos juegos, estudiando cada paso de la organización hasta sus salidas y modos de escape, y ahora estaba dentro del juego como un conejillo de indias a punto de ser asesinado y eliminado por esos monstruos.

Él estaba con el pelirrojo en todo momento, vigilando en cada instancia para no ser descubierto por algún miembro de la organización o por el mismo Jefe, ayudando de vez en cuando al pelirrojo cuando no tenía conocimiento sobre algo en específico, y entre los dos que estaban Leo había dicho que él sería parte del juego, algo que el chico se había interpuesto ya que había hecho demasiado durante ese tiempo, pero Leo insistió que él debía hacerlo porque ya conocía los juegos a la perfección y sobre todo, ya sabía cómo eliminar a los sujetos de los últimos pisos.

Ante la insistencia recurrente de Leo, el chico no tuvo más opción que aceptar, ya que al analizar a fondo toda la situación, Leo tenía razón. Mientras tanto, el chico decidió estar en la zona de cámaras de vigilancia cuando el juego comience, por lo que en algunos casos tuvo que manipular las cámaras para que nadie se diera cuenta de las falencias que Leo hacia en cada momento del juego, y más que todo en los últimos juegos, pues los sujetos parecían conocer a su dueño.

Cuando hubo la manipulación de los jugadores, el chico no pudo hacer nada para evitarlo y debido a eso muchos jugadores fueron asesinados, así que trato a toda costa detener esa manipulación ya que podía afectar más adelante al grupo del pelirrojo.

— Comandante, las cosas se están complicando... — susurró por el audífono, y en ocasiones miraba a todos lados para que nadie lo escuchará. Aquella no emitía señal y tampoco peligro dentro de la organización, por lo que podía utilizarlo sin que nadie sospechara.

¿Qué está pasando allí dentro, Agente Lowys?

— El Agente Dew está en peligro dentro del juego, no sé si podrá sobrevivir...

Mierda... Ya estamos a punto de obtener toda la información de esa mierda de organización, él Agente no debe morir, joder.

No sé qué más hacer desde aquí.

¿Cuánto falta para que termine el juego?

Le falta 3 pisos todavía — suspiró — Han muerto muchos jóvenes allí dentro, los últimos juegos son demasiado fuertes pero los dos hemos intentado de que los sujetos no tengan los respuesta para hacerlos fuertes, pero aún así se mantienen a sus respuestas anteriores. Leo está muy cansado, durante todo el juego ha sido golpeado y lastimado con muchas armas, y se que no debería decirle esto pero él la encontró. Por ende, no ha dejado que los dos que han sobrevivido, no mueran.

El terror detrás de las paredesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora