Capítulo 26

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Querer ocultar

— Si fuiste tú — fue lo primero que pronunció después de sentir que el aire le estaba faltando.

— Y si fui yo ¿qué?

— Eres un idiota — siseó un poco enojada — Tú me robaste mi primer beso.

— Pero parece que te gustó

Ella bufó — Ahora vuelve el mismo Leo desde el principio. Eres un idiota...

— Espera, pensé que habíamos aclarado nuestras diferencias.

— No te conozco ¿entiendes? No se qué carajos pasó por tu cabeza para besarme, tampoco sé por qué siento algo muy extraño en mi cada vez que estás cerca — se separó un poco — y no me juzgues en estos momentos por el beso, pero yo solo quería saber si no fue parte de alucinación — suspiró — No sé si será un dejavu o algo así, pero haces que el vacío que llevaba hace años dentro de mi, se vuelva complementar.

Esas palabras hicieron que Leo se tensará fríamente porque había pensado que era el único que sentía ese sentimiento de haberla conocido antes y que era la razón por la cual estaba en ese lugar.

Los dos estaban confundidos porque sentían una gran conexión desde el primer momento que se vieron; algo que no podían explicar estaba haciendo eco en su cabeza, como si una fuerza sobrenatural los estuviera juntando nuevamente aunque ellos no pudieran recordar nada.

Lo que la castaña mencionó, estaba más que claro que ella había sido parte de su vida antes de que esas persona de mierda hayan hecho sus estupideces a las personas de la ciudad y al país.

¿Por qué no podía decirle que él también pensaba y lo sentía así?

— July, no te alejes de mi.

Fue lo único que pronunció para romper el silencio que se había generado.

Los dos conectaron miradas, éstas que parecían extrañas en ellos pero  que muy dentro de su ser ya se habían conocido a tal punto que no podían evitar escuchar el sonido de sus latidos tan fuerte que ni siquiera entendía por qué sucedía eso.

Esas pequeña palabras que pronunció el pelirrojo ocasionó que la castaña tuviera un dejavu.

"No te alejes de mi"

Parpadeó al sentir unas punzadas en su cabeza, que al igual que a ella, el pelirrojo también lo sintió. Recuerdos vagos se hicieron presentes, pero no podían ver nada porque las imágenes eran borrosas, suficientes para hacer confundir aún más a ellos dos.

— ¿Q-quién eres?

No, por favor. No me preguntes eso July.

No lo sé, no sé quién soy... Solo no quiero que te alejes de mi.

— ¿Por qué?

Porque eres la persona que estuve buscando.

Algo dentro de mí me impide dejarte ir.

— Pero, ¿y si muero? ¿si mueres tú? ¿o si no logramos salir?

Leo se acercó más a la distancia que la castaña se había alejado. La castaña se sentía sofocada y cansada, las punzadas en su cabeza le hacía sentirse débil a tal punto que parecía querer perder la conciencia o llevarla hacer algo que otra vez se pudiera sentirse confundida.

El terror detrás de las paredesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora