Capítulo 15

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Conexión


— Me duelen los pies — se quejó la peligris, sintiendo que ya no podía avanzar más.

Todos se pararon por un instante al escuchar la queja de la peligris en sus pies. Era más que obvio sentirse adolorida por caminar descalzos en un frío suelo y más al ser atacadas en múltiples ocasiones, ocasionando dolor por varias horas anteriores, caminando en esa situación.

Leo bajó a la castaña, haciendo que se sentará reposando su espalda en la pared.

— Hemos bajado dos pisos, ¿cómo así no apareció nadie? — preguntó el castaño.

— Por el momento es bueno... No nos preocupemos por eso — mencionó el pelirrojo — Descansemos, luego seguiremos.

Todos asintieron y se sentaron para poder descansar un poco.

Par de estornudos se escuchó. Todas la miradas se dirigieron hasta la pelirrubia, que parecía sollozar por el dolor que se estaba originando en su cuerpo.

— ¿Qué te ocurre, Camila? ¿Te duele algo?

— Mi cuerpo empezó a doler hace algunos minutos y siento mi garganta un poco incómoda.

— Es resfriado — mencionó el castaño.

— Si, ella tiene baja las defensas, por eso le suele dar los resfriados tan fácilmente — dijo la peligris, pasando sus manos para quitar los cabellos que estaban en el rostro de la pelirrubia.

Rose topó con su palma de la mano en la frente de la pelirrubia para ver si tenía fiebre o no, pero al parecer solo iba a tener gripe.

— Por suerte no tienes fiebre.

— Que alivio — susurró la pelirrubia, reposando su cabeza en el hombro de la peligris — Quiero dormir un rato...

— Descansa Cami...

Ella asintió.

— Leo — susurró la castaña para llamar la atención del pelirrojo — P-perdon.

El pelirrojo suspiró y se sentó a lado de la castaña.

— Los dos nos dijimos muchas cosas en realidad, no tan fuertes, pero fue demasiado para que ellos nos atacarán.

— Yo enserio no quise decir eso. Siempre se estar reservada de los demás, ayudo en cualquier cosa y trato de que todos estemos juntos sin discusiones. Pero, eso no quita el hecho que me sienta culpable.

— July...

— Enserio — esta vez su mirada se posó en aquellos ojos de bambi — Me siento culpable, aunque Freddy y Rose hayan dicho que no, eso no quita la culpa que siento en mi pecho — sus labios temblaron al decir esas palabras.

— Te entiendo... Pero deberías luchar hasta el final, July. Freddy así lo quiso, porque entendía que ya no podía sobrevivir más. Su pierna estaba mal, ya no podía caminar bien; la herida estaba pudriéndose, se veía demasiado mal, y en estas condiciones era muy difícil poder curarlo. — mencionó el pelirrojo — Freddy me dijo que su herida estaba así y eso lo pude ver cuándo él estaba viendo su herida a escondidas de nosotros. Talves para que no nos preocupemos.

El terror detrás de las paredesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora