Capítulo 20

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Sin salida al dolor

— Ellas...

— Están atrapadas — mencionó el castaño.

Rose cubrió su boca por lo mencionado mientras que Leo se levantaba con la ayuda de la bazuca, suspirando a la vez que miraba hacia arriba con la única intención de pensar en algo que pudiera llegar hasta las chicas.

— ¿Cómo fue eso posible? — preguntó.

— El pasillo estaba lleno de dos trampa de doble filo; logramos pasar la primera, pero la segunda todavía no teníamos clara la situación. En medio del pasillo un hombre apareció con acabar con nosotros; Leo dijo a Camila y a July que siguieran para ayudarte a salir, pero no contamos que la segunda trampa estaba en el pasillo que Leo les mencionó.

— Leo, tú...

— No hay culpables, Rose. Te recuerdo que son trampas que no podemos entender con exactitud. El mapa decía que tú estabas en el pasillo derecho, pero después de que ellas quedarán atrapadas en ese pasillo, todo daba entender que tú estabas en el pasillo izquierdo.

— Esto no puede estar pasando...

Leo, por su lado, había sacado el mapa. Visualizó con suma cautela el mapa, haciendo un pequeño sonido con sus pies en el suelo, logrando pequeño sonido de la baldosa casi despegando del suelo.

El siguiente pasillo estaba desbloqueado, dando a entender que ya no había nada más en ese pasillo que hacer; la pared que se quedó en el pasillo del lado derecho, se quedó, y en dónde una vez fue un pasillo, solo estaba pintado de negro.

Su concentración se centró en el siguiente pasillo. Objetos sin identificación aparecían, contando mentalmente habían como cinco en total, pero eso no lo que quería ver, sino, alguna pista que pudiera llevarlos hasta las chicas.

— ¿Por qué no hay nada de ellas?

— Leo ¿Encontraste algo? — preguntó el castaño.

— No hay rastros de ellas — levantó su mirada hacia el castaño — El pasillo derecho desapareció completamente y solo hay una gran mancha negra en ésta. El siguiente piso está lleno de objetos, pero no se puede entender esas cosas en realidad.

— ¿Lo mismo que nada?

El pelirrojo asintió. Jay se quedó pensativo por algunos segundos, en especial con que la jaula se haya abierto de la nada cuando en realidad debería haber una llave para abrirla.

Su mente divago hasta lo sucedido en dicho pasillo; la trampa de doble filo lo llevaban a decenas de sucesos donde dos fueron las que gobernaban el piso, aunque se sintiera que su mente estaba a punto de colapsar, la única forma de encontrar lógica hacia la simple cosa de que la jaula haya sido abierta sin ningún obstáculo aparente, es que...

— Ahora que lo pienso... — dijo el castaño — La segunda trampa ¿está relacionada con que se abriera la jaula?

Leo lo miró confundido por su pregunta, aunque pensándolo bien, había algo extraño con que la puerta de la jaula se haya abierto de la nada, cuando hace algunas 'horas' atrás, tuvieron varias dificultades para encontrar una simple llave.

El terror detrás de las paredesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora