Capítulo 17

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Trampa de doble filo

— La hipótesis de July y Jay estuvieron en lo cierto.

Todo lo que habían deducido los dos castaños, era verdad; la mente era el principal detonante, seguido de la demostración que nos lleva a perder la cordura ante nuestro propio miedo, convirtiéndolo en su propio debilidad.

— Lo que se nos presento en medio del bosque, solo era una parte — mencionó el castaño.

— Eso concluye muchas cosas, pero por el momento ya sabemos el origen para producir miedo en nosotros — mencionó la castaña.

Leo siguió con su mirada en el piso, tratando de mantener la calma y poder pensar claramente en que hacer para ayudar a la peligris. Podía entender los efectos que causa que nos ponga en frente de nosotros nuestras peores fobias y cosas que aterran a simple vista.

— ¡Habla! ¡Necesito pistas! — exclamó el pelirrojo hacia el altavoz y haciendo sobresaltar a los demás a la tal inesperado grito.

Logras lo que te propones. Eres inteligente.

El pelirrojo empezó a reírse por lo dicho. Podía ser inteligente en cierta manera, pero en algo donde se encontraba dos trampa de doble filo y una chica de su grupo en manos de su propio miedo, no le dejaba pensar de la mejor manera.

— Mira nuevamente el mapa, Leo. De seguro se puede reflejar algo que nos pueda ayudar.

Leo suspiró cansado y abrió el mapa, el castaño estaba en lo correcto. El mapa indicaba dos trampa, no claras ante la vista del pelirrojo, pero podía entender que para llegar hacia la peligris, tenían que tener cuidado en cada paso que daban, porque no sabían hasta qué punto, ellos querían jugar con sus mentes.

— Rose está aquí — el pelirrojo le mostró al castaño en la última habitación cerca de las escaleras para el siguiente pasillo - Talves parezca fácil llegar, pero aquí - le mostró las trampas - Hay dos trampas.

— Pero no se entienden...

— Ese es el problema. Las trampas son de doble filo y no sabemos que son en realidad.

— Es muy confuso — dijo la castaña a su lado.

— El pasillo que toca ir es por allá — indicó el castaño.

La pelirrubia caminó con temor hacia la castaña, topando su hombro para que dirigiera su mirada hacia ella.

— ¿Puedo tomar tu brazo, por favor? — preguntó — Tengo miedo...

July le sonrió y abrió un poco su brazo para que la pelirrubia pudiera pasar su mano hasta su brazo. Ella accionó e hizo lo que estaba pensando.

— G-gracias...

— No te preocupes...

— Chicas, tengan — el castaño les extendió los palos de madera — Yo llevaré la bazuca mientras Leo tendrá en sus manos el mapa.

Es bonito.

Una risa tétrica se escuchó por el megáfono y el sonido de golpes hacia algo metálico, ocasionando un gran ruido que hasta los chicos tuvieron que taparse los oídos.

¡Por favor! ¡Quiero salir de aquí!

El grito entre sollozos de la peligris se escuchó. Rose estaba aterrada dentro de esa jaula metálica donde no podía ver casi nada, por lo que al ser un espacio demasiado pequeño y que no pudiera ver nada hacia afuera, empezó a sollozar y a sentir que le faltaba el aire. El golpe de un objeto hacia la jaula, ocasionó un gran ruido que la hizo temblar en su lugar y sus pequeños temblores empezaron a surgir, tal y como le sucedía cada vez que estaba dentro de su propia fobia.

El terror detrás de las paredesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora