Capítulo 6

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Tus fobias, las peores pesadillas

— ¿Tu qué piensas sobre esos hombres, Leo? — preguntó la pelirrubia un poco temerosa.

— Fue un poco raro, bueno, lo digo más por las lanzas. Al parecer solo ellos podían sujetarlo, pero otras personas no...

Ella asintió y desvío su mirada hacia el pelirrubio y luego al pelirrojo.

— Aún no despiertan...

El pelirrojo podía sentir la respiración de la castaña en su cuello, dándose cuenta que la castaña aún no despertaba. Suspiró mientras seguía caminando con ella en su espalda, pues, desde que aquellos hombres los habían atacados y luego dejar casi inconsciente a Rose y a July, el pelirrojo tuvo que subirla en su espalda para seguir el camino, mientras que Freddy llevaba en su espalda a Rose.

— Fue demasiado para ellas. Las dos están cansadas, es entendible su situación.

— Tienes razón... — suspiró — Por cierto,  nunca te había visto en la Universidad, ¿En qué carrera estás?

Carajos.

— Sigo la carrera de Medicina...

— ¿Enserio? Bueno, yo te veo alguien que sabe de informática y cosas así...

No me sigas preguntando.

Pues no. No me gusta nada sobre la informática, es aburrido y poco extenso.

— Bueno, eso es verdad. La informática es para genios, alguien que le encanta programar y estar casado con su computadora todo el tiempo, por eso yo nomás me guíe en el Arte, porque es hermoso y no es tan estresado como las demás carreras.

— Toda carrera es de mucho estrés, Camila, pero si tienes tanta pasión y dedicación en la carrera que te gusta, todo ese estrés se vuelve en poco...

— Ahora lo entiendo... ¿Y ya vas acabar tu carrera?

— Si, pero a estas alturas no parece...

— Estoy segura que nuestros padres ya han de ver dado aviso a la policía... De seguro ellos nos ayudarán.

Tan ingenua.

— ¿Q-qué hago encima de t-tu espalda? — preguntó la castaña.

— July — se emocionó la pelirrubia al ver que la castaña había despertado.

El pelirrojo paró de caminar y bajo a la castaña en uno de los troncos de los árboles caídos.

— ¿Te sientes bien? — le preguntó el pelirrojo y el castaño a la vez.

— Uno por uno... — los demás rieron — Siento como si un trailer hubiera pasado por encima mío y más en mis costillas.

— El golpe fue fuerte en tus costillas.

— ¿Qué fue lo que pasó después?

— Los matamos, cada uno, aunque fue difícil, pero lo hicimos — dijo el pelirrubio bajando a la peligris y poniéndola a lado de la castaña — Rose también fue golpeada igual que tú...

La peligris estaba un poco mareada, pero lo suficiente fuerte para escuchar todo lo que los demás estaban diciendo.

— La cadena, ya no está — musitó la castaña.

— Uno de los hombres traía una sierra y eso ayudó a romper las cadenas — comentó el castaño — Aunquesea ya no va ser difícil caminar, pero el dolor se mantendrá.

— No tenemos que hacer mucha fuerza en los tobillos — comentó el pelirrojo — Estos son esposas metálicas, muy diferentes a los grilletes gruesos y pesados que algunas personas lo conocen, así que estos — le indicó — Es fácil lastimar los tobillos.

El terror detrás de las paredesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora