Capítulo 31 Triada.

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Aunque muchas de ellas caían, otras muchas llegaban de todas partes, lo que hacía la batalla interminable, se quemaban piras y piras de cuerpos sin cabeza, cuerpos sin corazón. Pero también muchos vampiros y lobos habían cedido en combate. Cuerpos sembrados por todas partes, los reyes se mostraban majestuosos en medio de la pelea, pero Marcus ya estaba bastante herido y su esposa lo sabía. Chris miró con horror cómo una de las brujas se precipitaba hacia su padre y este caía de espaldas. Su madre quiso ir a ayudarle, pero las brujas la retuvieron, por mucho que algunas intentaran detenerla y las matara, otras tantas salían de todas partes.

Miré con horror todo lo que sucedía ante mis ojos, me posé en el tejado del pabellón y aullé con todas mis fuerzas. Todos se giraron hacia mí. Me lancé hacia el suelo, mi madre, Olivia y Emily caminaban delante de mí, mientras Christopher corría hacia su padre. Las brujas me vieron y se horrorizaron, otras tantas se lanzaron contra nosotras. Levanté mis manos y las puse sobre los hombros de mis amigas:

-Transfer Vitam.

Una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo hacia mis manos, Olivia generó a su alrededor una bola de fuego, mientras Emily levantaba a todos los muertos, que sujetaban con fuerza a las brujas, zombis brujas levitaron hasta llegar junto a sus congéneres para arrastrarlas hacia el fuego. Volé por encima del resto de brujas dispersas.

-¡Expellere!

Mis poderes se habían incrementado bastante, un solo conjuro hizo que más de diez cayeran al suelo y fueran arrastradas por las no muertas. Poco a poco fuimos consumiendo a todas bajo las brasas. Las que intentaban huir eran llevadas por vampiros y lobos, que furibundos las lanzaban a morir presa de las brasas. La bola de Olivia consumió bruja tras bruja, alma tras alma.

Los reyes contemplaban estoicos la escena, Ágatha lanzó una plegaria silenciosa a todas las hermanas caídas, deseando que en su próxima vida fueran mejores personas. Ulises bajó a Nina hasta el hall, descendí a su encuentro, quería saber en qué estado se encontraba. Le hice un gesto a Emily, que dejó las pocas brujas que quedaban en manos de la bruja de fuego. Tocó a la vampira, aún débil.

-Sigue bastante infectada no sé qué pueda hacer

Puse mi mano en su hombro.

-Te ayudaré en todo lo necesario.

Le dijo al vampiro que tendiera a su novia en el suelo, su pelo se enredó en la tierra a su alrededor, largos mechones negros que se unían a cada una de las piedras. Su voz sonaba como de ultratumba.

-Potens venenum, relinque corpus, redi ad terram.

La vampira se retorció y convulsionó, Ulises la sujetaba con fuerza mientras un líquido negro y espeso salía de su cuerpo, al principio la tierra lo absorbía, pero esta comenzó a expulsar todo, no podía soportar el veneno. Emily me miró compungida.

-Si no hago algo con todo este veneno su cuerpo volverá a reabsorberlo.

Me arrodillé a su lado, sin perder el contacto de mi mano en su cuerpo.

-¿Puedes meter en mí todo ese veneno?

Ella me miró preocupada.

-Podría ser peligroso

-Quiero intentarlo

Emily canalizó todo el veneno, moviéndolo lentamente, ascendía por mi cuerpo para entrar por mis labios, orejas, ojos, nariz, mi piel podía absorberlo, lo sentía por todas partes. Al principio quemaba, estuve a punto de perder el contacto, pero luego se fue reduciendo el dolor y la presión, hasta que solo fue un cosquilleo.

Nina tomó una gran bocanada de aire y abrió los ojos.

Acensio (Mortem 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora