Acensio (Mortem 3)

Capítulo 38 Un solo baile.

No sabía bien qué llevar puesto a un baile de una manada de licántropos, por lo que opté por unos vaqueros y, como hacía algo de fresco, un jersey algo largo. Me puse mis deportivas y salí al porche, le vi llegar desde lejos, iba vestido de forma sencilla, unos vaqueros y una camisa blanca, me miró y sonrió.

-¡Ali!

-¡Hola!

Los últimos metros los hizo corriendo, llegó a las escaleras y me miró son una amplia sonrisa.

-¿Lista para el baile?

-Claro, vamos.

Bajé y él me miró fijamente, siempre me contemplaba del mismo modo, como si fuera el ser más maravilloso de este mundo, alguien especial. Puso su brazo de ganchete y me agarré. Caminamos en silencio un rato.

-Es tu primer baile desde que has llegado.

-Sí, la verdad, llevo prácticamente medio año aquí y no sabía ni que se hacían bailes.

-Fue una época un poco mala.

Asentí. Desde la batalla con las brujas, a los licántropos les había costado superar las pérdidas, muchos de los nuestros habían muerto en el campo de combate, habían tenido que enterrar a hermanos, padres, hijos fue muy duro, la comunidad lo llevó lo mejor que pudo. Erik perdió en combate a su hermano, Sam; lo dejó muy hundido durante mucho tiempo, por eso se interesó tanto en ayudarnos con nuestra integración, necesitaba algo con lo que distraerse y nuestra llegada fue lo idóneo.

-Me preguntaba si el año que viene asistirás al instituto.

-Sí, tengo que terminar el último año, creo que todos o la gran mayoría repetiremos. El consejo no es que nos diera clases durante el último año.

-Vaya lo siento.

Negué y sonreí.

-No pasa nada, mientras termine y me gradúe es lo que importa.

Caminaba muy concentrado, como si cada pregunta fuera hecha con sumo cuidado.

-¿Entonces estaremos en el mismo instituto a partir del mes que viene?

-Eso parece.-Le di un codazo amistoso.-Tranquilo si los demás te echan de su grupito nosotros te adoptaremos.

-Eso suena como si fuera un perro.

-Ya

Él me dio otro codazo.

-Capulla.