Nos juntamos todos en mi cuarto, porque la biblioteca nos pareció poco segura. Tras los saludos pertinentes y los comentarios sobre qué habían hecho durante las vacaciones, tuvimos que hablar de temas serios. Lo que se nos presentaba era una vampira con unas feromonas exageradas que podían afectar a pueblos enteros, pero nosotros no teníamos nada, nada en absoluto.
-Me he pasado horas buscando, pero no encontré nada de cómo solucionar la situación, no vi en ningún sitio que fuera reversible.
Sammy estaba inquieto.
-¿Y podría afectarnos de nuevo?
Theo apartó la mirada y Max lo miró compungido.
-Es muy posible, va por olfato
Se hizo un silencio prolongado.
-¿Y si anulamos nuestro olfato?-Propuso el licántropo líder.
-¡¿Qué?! No, no podéis hacer eso.-Repuse.-Parte de vuestro cuerpo es el olfato, sobre todo en los licántropos, sería anular parte de vuestro ser. No.
-Alice tiene razón.-Dijo Olivia.-Así sólo empeoraríais el problema.
-Si hubiera algo más peligroso que las feromonas que la pudiera aplacar, o aplacar al resto.
Nina se quedó mirándome.
-Quizás la sangre de licántropo, a los vampiros les es tóxica.
-Sí,-Ulises se sentó a su lado.-Pero también mortal, podrías terminar exterminando con tu sangre a medio instituto. No es buena idea.
-Cierto.-Me tiré contra el respaldo de mi silla.
Durante días nos propusimos buscar un antídoto, pero esto parecía inviable. Cada vez que parecía haber una solución, nos salía una complicación nueva. Había plantas que podrían neutralizar feromonas, pero la mayoría eran lobunas, por lo que a los vampiros no les afectaba. Solo salvábamos al cincuenta por ciento. Luego estaba el tema de que cada vez se ponían más agresivos. Ismael, Max y Sammy se habían apegado tanto a los brujos que temían casi ir por separado, por si las feromonas volvían a afectarles. Ulises y Nina parecían fantasmas, apenas se les veía el pelo en horas lectivas. Si esto seguía así, tendríamos que pasar el resto del curso escapando los unos de los otros, huyendo de la barbie feromónica. Me quedé sentada en la butaca grande de la entrada, en el salón, miraba desde la ventana el exterior. Sentí su presencia bajar de las escaleras. Aún con todo, no era fácil evitarse en un instituto, sobre todo en la zona de los dormitorios.
-Hola.
-Hola.
Se sentó un par de butacas más allá, no sabía bien qué iba a hacer, hace nada me había atacado, pero últimamente parecía confuso, como si estuviera actuando como una marioneta, pero sin hilos. Seguramente Eleonnor no era capaz de tener el control en todos al mismo tiempo. Lo que en sí debería suponer una ventaja.
-Alice, quería disculparme por lo del otro día.-Le miré.-Realmente no sé lo que me está pasando, es como si no fuera capaz de seguir mis propios pensamientos
Le miré y le sonreí.
-Lo sé, simplemente no te sientes tú.-Asintió en silencio.-Te pondrás bien, no te preocupes.
Él me miró a los ojos y pude ver su tristeza.
-¿Y si no? ¿Y si sigo así para siempre?
Hubo un silencio entre ambos, ni yo sabía cómo salvarle ni él como regresar. De pronto vi el cambio en su expresión, se había vuelto a ir, se puso en pie y apartó la mirada de mí, asqueado. Adiós Christopher, hola marioneta.
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Acensio (Mortem 3)
FantasíaEl instituto está bajo la presión del consejo, el cual culpa a las manadas y a los vampiros de todo lo sucedido. Mucha gente intensa limpiarse las manos. Pero no todos aceptan la derrota. El Instituto Michaels alberga espacio para todo tipo de alumn...