Capítulo 83 Noche de discoteca.

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El bar estaba hasta arriba de gente, por lo que nos tuvimos que hacer sitio entre los graduados y los acompañantes de los mismos. Sirvieron copas, bebidas alcohólicas en general, el aire rezumaba un olor entre dulzón y agrio por el sudor de tanta gente allí reunida. La música estaba muy alta y la luz era muy escasa.

-¿Te busco algo para beber?

-Sí, un zumo de piña.

-Vamos Alice, ¿no piensas beber nada?

-No, gracias Erik.

Se fue a buscar las bebidas, los demás comenzaron a bailar, disfrutaba de tenerlos otra vez a mi alrededor, aquellos meses lejos de ellos habían sido un calvario, no sabía que los echaría tanto de menos en cuatro años, pero allí estaban y allí estaba yo. Seguí moviéndome al ritmo de la música que cambiaba constantemente. Erik tardaba bastante en regresar, miré a mi alrededor a ver si lo divisaba. Pero no pude verle entre la multitud y la oscuridad.

De pronto me vino un escalofrío, sentía como si alguien me estuviera vigilando. Miré a mi alrededor un par de veces, pero no vi a nadie sospechosos.

-¿Todo bien?

-Sí, sí, tardabas mucho, me preocupé.

-Tu bebida.-Me tendió un zumo en un vaso rojo mientras él bebía del suyo, que apestaba a ron.

Seguimos bailando durante un buen rato. Él llegó a un punto de la noche en el que desapareció y yo no dejaba de sufrir por la calor. Me acerqué a Olivia, que estaba sentada en una de las mesas.

-Voy a salir un rato, tengo mucha calor. -Tuvimos que gritar para escucharnos entre nosotras.

-¿Quieres que te acompañemos?

-No hace falta, solo es tomar un rato el aire. De paso llamo a mi madre.

-Vale, cualquier cosa avísanos.

Fuera también había bastante gente, por lo que tuve que apartarme bastante para poder llamar. Sonaron dos toques hasta que contestó.

-¡Mamá!

-¡Ali cariño! ¡Lo siento por no llamarte antes! Estaba en medio de una reunión.

-No te preocupes, ¿todo bien?

-Sí cielo, espero volver la semana que viene para celebrar contigo tu graduación, ¡Ya eres una Guardia Graduada!

-¡Sí!-Su emoción era contagiosa.

-Lo siento cielo, te llamo luego, que me están buscando, te quiero besos.

-Besos mamá. Te quiero.

Colgué y sentí el peso de la felicidad en mi pecho, la echaba de menos, pero sabía que estaba trabajando. Solo esperaba poder volver a verla pronto para contarle cómo había ido todo.

Acensio (Mortem 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora