Todas las familias más importantes del mundo mágico están en la Mansión Malfoy, estaban celebrando el cumpleaños de tres de los hijos del matrimonio Malfoy. Pero lo que nadie sabía era que un azabache estaba en el estudio de su madrina con su gira-t...
Despues del receso y del almuerzo otro encapuchado se levantó de la mesa del futuro y se paró al llegar a la tarima, por la figura parecía una mujer.
-Buenas tardes viejo Hogwarts.- se escuchó una voz muy suave.- Sé que muchos se sorprenderán así que no vayan a desmayarse.- agarro la capa para quitársela pero luego se detuvo a la mitad.- ¡Aunque sé que mi padre si se desmayara en cuanto me vea!.- se terminó de quitar la capa, muchos la veían buscando saber quién era el papá. Todos buscaban sin saber que estaba sentado en la mesa de los profesores, cuando la chica voltea hacia la misma Snape empalidece de inmediato pues era igual a él, solo que pelirroja y de ojos verdes.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- ¡Oh por Morgana y Cersei!.- grito Eleonor Rossier al darse cuenta.- ¡SNAPE!
- Así es madrina, mi apellido es Snape.- aclara la chica, pero antes de poder decir algo, Snape ya estaba tirado en el suelo. Nadie hablaba, todo estaba en silencio; como podía ser que su profesor malhumorado pudiera tener una belleza de hija. Porque era hermosa, era pelirroja, piel blanca casi pálida, era un poco bajita, pero tenía una buena figura. – Ven se los dije.- comento la chica con diversión.- ¡No iba a aguantar tal conmoción!.- todos los del futuro reían divertidos por la escena. Para ese momento Dumbledore ya había despertado a Snape quien aun seguía en Shock.
- Hola papá.- saludo la chica con una hermosa sonrisa, Snape abrió los ojos como platos al escuchar esas palabras dirigidas a él. Luego de unos instantes de haber perdido la compostura, trato de volver a su fría postura.
- ¿Podemos saber cómo un mortifago guñon llego a tener familia?.- Ron comento con desinterés ya tenia de regreso su boca y tambien ya se estaba hartando.- Yo pensé que iba a terminar muerto, como debería ser; todos los mortifagos bajo tierra.- la chica en la tarima lo miro mal, pero Snape quien no había movido su vista de la chica, vio por unos segundos una mueca de ¿tristeza? ¿Decepción? y eso hizo que algo dentro de él se le removiera.
- ¡Pues más bajo tierra estas tu imbécil!.- respondió una fría voz desde la mesa de encapuchados. Y algunos sonrieron con malicia.- Los muertos no hablan asi que sera mejor sera que cierres la boca, no vaya a ser que te envie al infierno antes de lo planeado.- comento con indiferencia.- Continua Ly.
- Gracias Cyg.- le agradeció al encapuchado con una sonrisa.
- Señor Weasley será mejor que mantenga la boca cerrada y se muerda la lengua antes de hacer otra interrupción en la presentación de mi hija.- le miro amenazadoramente haciendo que Ron se encogiera en su asiento, no estaba dispuesto a decir algo después de aquellos comentarios. Alya veía a su padre con una sonrisa en el rostro.
- Bueno comenzare mi presentación.- volvió a mirar al frente.- Mi nombre es Alya Snape tengo 20 años y cuando estudiaba en Hogwarts pertenecí a la honorable casa de Salazar Slytherin.- hubo aplausos, más que todo de la mesa verde.- Fui Prefecta.- se escuchó el Prefecta Imperfecta.
