Ambos chicos caminaban por los terrenos del bosque prohibido, a pesar de estar "Prohibido"; no era como si nunca lo hubiesen hecho, a veces cuando estaban aburridos salían a caminar por ahí, por naturaleza los Slytherin no seguían las reglas, siempre las rompían, solo que eran lo suficientemente astutos como para que los demás se enteraran; sin embargo Leta no reconocía el camino por dónde iban, pero al parecer Ares sí sabía a dónde iban.
- ¿A dónde vamos?.- pregunto Leta luego de un momento, observando todo a su alrededor.
- Ya verás.- fue la simple respuesta que le dió el rubio. Tuvieron que bajar por una pequeña colina, Ares la había ayudado ya que casi se cae; llegaron a un claro, era bastante hermoso, había una especie de laguna, su agua era cristalina y había muchas plantas de diferentes colores, parecía como el lugar donde vivirían las hadas o duendes.
- Este lugar es asombroso, Ares.- Leta estaba impresionada y más cuando este lugar estaba cerca del lugar donde se reunían con sus amigos, ¿Cómo no habían descubierto este lugar antes?.- ¿Cómo conseguiste este lugar?.- preguntó la chica viendo al rubio interrogante, él solo le dió una media sonrisa de boca cerrada.
- Lo encontré un día que me enoje con Hades.- giró los ojos.- Estuve caminando por horas y la magia de este lugar me atrajo.- Leta lo vio raro.- Este lugar tiene su propia magia, aquí viven algunas hadas y criaturas mágicas, en esa pequeña laguna hay muchas criaturas marinas, no he visto muchas pero las hay.- eso hizo sorprender a la chica de sobre manera.
- ¿Leíste mi mente?.- preguntó con molestia, el nunca lo hacía.
- No, sabes que no lo haría .- respondió otra vez cerrando sus emociones, Leta asintió.
- ¿Alguien más sabe sobre este lugar?.- volvió a preguntar Leta.
- Adhara.- respondió neutro.- Ya que fue ella quien me consiguió aquí ese día, estaba preocupada porque yo no había regresado a ninguna de las comidas, así que uso nuestra conexión para encontrarme.- le contó, Leta volvió a asentir.
Ambos tomaron asiento en el pasto, ambos viendo hacia el pequeño lago en silencio, esperando quién hablaría primero.
- Es un lugar hermoso.- vuelve a hablar la semirubia luego de un momento de silencio.
- Sí, lo es.- concuerda el rubio.- Ahora, ¿Me dirás porque estás tan insegura con nuestro futuro?.- pregunto sin rodeos, ya se estaba irritado con tanto silencio.
- Porque no quiero que seas infeliz y que tomes una mala decisión.- respondió la chica con total sinceridad, ambos se miraron, Ares sabía que Leta siempre se preocupaba por él, es más estaba seguro que ella sentía cosas por él, a través de los años se daba cuenta de los pequeños detalles que ella tenía con él; ella siempre ha estado cuando él la ha necesitado, y cuando no, también.
- Leta, escucha.- Ares tomo aire.- No creo haber tomado una mala decisión al haberme casado contigo, en verdad creo todo lo contrario.- esas palabras hicieron que Leta abriera la boca, no sabía cómo procesar lo que acaba de decirle.- Creo que tú serías la única por la que valdría la pena para mí, cambiar de decisión con respecto al matrimonio y a formar una familia.- había honestidad en sus palabras, sabía que él estaba siendo sincera con ella.
- ¿Porqué?.- pregunto bajito.- No lo entiendo, siempre creí que terminarías con Pansy o Daphne, ellas son más tu tipo, es más creí que Astoria también seria buena para tí.- empezó a hablar.- Y ahora, creia que te gustaba Granger, algunas veces te veía observarla, tu nunca te metiste con ella y hasta se veían para estudiar o simplemente leer.
- Vaya que me has observado.- Ares no pudo evitar levantar una ceja y Leta no puedo evitar sonrojarse.- ¿Pans, Daph? Eso lo considero verdaderamente casi como incesto.
- Pero no lo es.- replicó Leta obstinadamente.
- Más incestuoso es que me casará contigo siendo primas Leta.- Ares se aguantó las ganas de giras los ojos, Leta lo observaba con atención.- A ver Leta, Pans es mi mejor amiga, casi mi hermana, además ¿Quién crees que la ha estado ayudando a verse con Potter antes de que se supiera de su relación?.- eso sorprendió a la Lestrange, en su grupo nadie sabía quién era quien había ayudado a Pansy a ocultar su relación con Potter, y ella jamás quiso hablar sobre eso, ese tema había sido sepultado.- Y Daph, es demasiado fría como para compaginar conmigo y definitivamente no es mi tipo, además de que salí con su hermana.- eso no se lo esperaba, para nada hubiera esperado esa información, y dolió.
- ¿Saliste con Astoria?.- pregunto Leta en un murmullo.
- Si, el verano pasado.- respondió con sinceridad, hubo silencio, él quería ser sincero con ella, había cosas que ella no sabía de él, a pesar de haber crecido juntos y conocerse bien.- Fue repentino, y así de repentino termino; solo salimos tres semanas, ambos nos dimos cuenta que en realidad era mejor seguir como amigos.- la miró, ella tenia la cabeza gacha, no lo miraba.- Además de decirme que era un idiota amargado.- medio sonrió divertido al recordarlo.- Solo porque no quise acompañarla a tu casa a tomar té.- giro los ojos.
- ¿Porque no querías ir a mi casa?.- reaccionó la chica, estaba algo ¿Decepcionada? ¿Triste? ¿Molesta?.- Y ¿Porque no me habías dicho nada?.- fue ahí cuando Ares la vuelve a mirar, ambos se mantuvieron la mirada, Ares sabía que ella estaba enojada, lo podía ver en su mirada, pero había algo más. Ambos se miraban fijamente, los ojos acerados con un halo lila de Ares y los ojos azules como el océano con motas violetas de Leta.
- Porque no quería que supieras que salía con Astoria.- eso fue un golpe bajo para Leta.- Además ese día ya había ido a visitarte, fue el día que te llevé tus chocolates.- Leta lo recordaba, eran los chocolates que él siempre le daba en vacaciones, eran limitados y eran sus favoritos, desde que los probó los amó, y desde entonces Ares siempre le regalaba varias cajas de esos chocolates limitados.
- ¿Porque no querías que supiera?.- pregunto con cierta molestia.- Entre nosotros nunca ha habido secretos o mentiras, porque no saber qué mi mejor amigo estaba saliendo con alguien Ares.- gritó, tal vez si estaba bastante molesta, Ares la observó alterarse, en verdad quería entender porque estaba tan molesta y lo único que le llegó a la mente fue lo que tanto sospechaba, suspiró.
- Porque no sabía cómo lo ibas a tomar.- Leta frunció el ceño; eran amigos desde la infancia, por supuesto que iba a estar feliz si el estaba feliz, aunque eso le doliera en el corazón.
- ¡Yo hubiese estado feliz por tí!.- le gritó, pero su voz se había quebrado un poco, Ares se percató de ese detalle, entendía que se sintiera mal, pero él no quería lastimar la, si sus sospechas eran ciertas. Leta era una persona importante para él, desde pequeños ella siempre estaba pegado a él como un chicle, a pesar de que a él le irritaba, jamás dijo nada, ella lo acompañaba a todos lados, y siempre lo apoyaba en sus travesuras o planes locos, en muchas ocasiones él se culpaba de cosas que ella hacía, como pintar las paredes de alguna sala, o romper accidentalmente algún jarrón de la mansión Lestrange, o por haberse comido alguna cosa sin pedirlo, él se culpaba para que no la castigarán, tenía ese lado protector con ella; mientras iban creciendo él empezaba a notar los cambios de Leta, ella siempre había sido hermosa, pero mientras crecían se notaba más su belleza y para el nunca pasó desapercibido, por eso muchas veces había golpeado a los chicos con quién ella había salido, a chicos que se le acercaban, hablaban con ella, o los que simplemente la miraban, no le gustaba la atención que recibía de los demás, y sabía que no tenía derecho, pero era algo que no podía evitar, y a estas alturas mentiría si dijera que nunca le había llamado la atención o se imagino saliendo con Leta.
- ¿En verdad hubieras sido feliz, Leta?.- preguntó con seriedad.- Se sincera Leta, ¿Te hubieras sentido feliz al verme salir con otra?.- había silencio, Leta se sentía intimidada por la mirada penetrante de Ares, era como si él tratara de buscar algo dentro de ella.- Quiero que tú seas sincera conmigo, porque se que hay algo más dentro de tí, que nunca has querido decirme.- esa afirmación hizo que Leta reaccionara, él lo sabía, o lo sospecha. Leta se levantó de golpe y le dió la espalda a Ares, no queria que la viera, de sus ojos se escaparon dos lágrimas que limpio rápidamente, sintió pasos detrás de ella. ¿Cómo decirle que ella siempre ha estado enamorada de él? ¿Cómo decirle que le dolía el corazón por él? ¿Cómo le decia que ella era feliz con solo verlo sonreír? ¿Cómo demonios le decía que ella era feliz, si él también lo era, y sin importar las circunstancias, o si su corazón se partía en mil pedazos?
- Sí Ares.- respondió con la voz quebrada.- Hubiese estado feliz por ti.- hablo sabiendo que él estaba detrás escuchándola.- Aunque en mi corazón doliera y se partiera en pedazos, yo siempre voy a estar feliz si tú estás feliz.- esa fue la única respuesta que salió de sus labios, sintió como la tomaba de los hombros y la volteaba para quedar en frente de él, ella no era capaz de mirarlo, no cuando estaba llorando. Ares casi nunca bajaba sus barreras, sus paredes, su protección; su hermana era la única que conocía su mejor lado, en dónde podía bajar la guardia; pero con Leta era diferente, ella tenía algo que lo hacía sentir débil, por eso siempre estaban juntos, con ella podía hablar y sentirse comprendido, así ella no entendiera, ella escuchaba y siempre hacia cosas por él. No pudo evitar abrazarla, todo esté tiempo ella estuvo ahí, esos sentimientos por él estuvieron ahí, él no era ningún ciego, pero siempre había creído que ella en algún momento se le pasaría y encontraría a alguien bueno para ella; pues ella merecía a alguien mejor que él, después de todo él había decidido en no casarse o tener familia nunca, y ella seguro quería eso, y él no le iba a poder dar eso, y tampoco se lo iba a arrebatar.
- ¿Porque nunca me lo dijiste?.- pregunto suavemente en su oído, mientras seguían abrazados como si en algún momento, si se separaban, alguno de los dos iba a desaparecer, Ares acariciaba su largo y suave cabello, cabello que le encantaba, su color era algo interesante para él, no era ni tan castaño, ni tan rubio, era auna combinación única.
- Porque temia a qué todo cambiara entre nosotros.- respondió Leta con la voz rota y lo abrazaba con fuerza como si no quisiera soltarlo nunca, tenía enterrada su cabeza en su pecho, podía escuchar los latidos de su corazón y era tan tranquilizante, las caricias en su cabello, su voz, sentía tanta paz él haberle dicho lo que sentía.- No quería que te alejaras, no cuando eres el único que ha estado conmigo siempre.
- Supongo que te entiendo, aunque dudo mucho que pueda llegar a alejarme de una de mis debilidades favoritas.- respondió alejándose para verla, tenía los ojos aguados y un poco rojos, algunos cabellos los tenía pegados en la cara, con los pungares le limpio algunas lágrimas que bajaban por sus mejillas, hizo una mueca.- No le digas a Adhara que dije eso, sabes lo celosa que es.- ambos sonrieron con gracia. Ares no podía de dejar de mirar a Leta, era tan raro, el siempre pensó que ella merecía alguien mejor, pero en ese momento, después de haber escuchado su confesión, no quería que estuviera con alguien más, solo con él.
- Quiero que seas sincero ¿Granger y tú están juntos?.- preguntó Leta derrepente mirando a Ares a los ojos.
- No.- respondió Ares con seguridad, aunque debía admitir que le extraño la pregunta.
- Pero, ¿Si te gusta?, ¿Si sientes algo por ella?.- fue difícil para ella pronunciar esas palabras, sentía su corazón queriendo salir de su pecho, le tenía a la respuesta.
- Todo lo que sentía, ella misma se encargó de matarlo.- volvió a responder forma sería y sincera, Leta buscaba en sus ojos algún indicio que le dijera que él estaba ocultandole algo, pero no lo encontraba. Ares la soltó, él sabía que ella buscaba algo que le dijera que no era cierto, no porque no confiara en él, solo que ella en verdad quería sentir seguridad.
- ¿Cómo? ¿Por qué?.- ella quería saber, y él no se lo iba a ocultar más, suspiro pesadamente.
- Porque ella quería que me alejara de tí.- al parecer el único que no se había dado cuenta de los sentimientos de Leta, era él, Leta lo miró con extrañes.- Al parecer el que gires a mi alrededor y siempre estes contigo, y use tus regalos.- señaló su muñeca, en dónde tenía la pulsera que ella le había obsequiado en Navidad hace años, nunca se lo quitaba, al igual que el dige que ambos tenían, estaban unidos con magia.- No le gustaba, decia que nuestra extraña conexión con el otro no la hacía sentir segura, mucho menos el hecho de que te tratara diferente que a los demás.- Leta permanecía estática.- Me parece que fui el único que no se daba cuenta de tus sentimientos.- rio con amargura.
- Fue mi culpa por la que ustedes no llegaron a nada.- ella no lo había preguntado, lo había afirmado, su mirada se había llenado de lágrimas, se sentía culpable.
- Por supuesto que no.- explotó Ares, ¿Como se le ocurría decir algo así?.- Tu no tienes la culpa de nada.
- Pero si ella se sentía insegura de mí...
- ¡Yo jamás iba a alejarme de ti Leta!, No por otra persona.- interrumpió Ares con molestia, luego se relajo y la miró sombriamente.- ¿Tú lo harías?.
- No, no creo que podría hacerlo.- Ares asintió, y se relajó, ambos se quedaron en silencio un momento.- Pero, si el alejarme hubiera ayudado a que estuvieran tranquilos y felices, yo lo hubiese aceptado, el alejarme de tí.- Ares la mira, ella no podría decifrar la mirada de él, no cuando había levantado sus paredes, de nuevo.
- ¿Tranquilos? ¿Felices? ¿En verdad crees que lo sería si no te tuviera a mi lado?.- le pregunto tratando de controlarse, se sentía enojado, ella no sabía cómo tomar eso, podia ver qué se había enojado por lo que había dicho, así que bajo la cabeza.- Ahora me pregunto si de verdad me conoces lo suficiente.- Ares le dió la espalda, no podía creer que ella pensara que él estaría bien con el hecho de tenerla lejos, ni siquiera sabía que era eso o como sería, como se sentiría al respecto; ellos siempre han estado juntos, en ningún momento se ha apartado del otro. Sintió una mano en su hombro, se tenso de inmediato, luego sintió como colocaba su frente en su espalda y abrazaba su abdomen; suspiró profundamente, él no podía con eso, no podía contra ella, se relajo al sentir su toque, sus caricias tiernas, los mimos, la forma delicada de sus manos entre las suyas, siempre habia algo de ella que lograba calmarlo, era como un sedante. Sus manos con las de él pudo sentir como temblaba, no sabía si era por el frío que estaba empezando a hacer en el lugar, o era que estaba nerviosa, se rindió luego de un rato, así que volteo a verla, ella le dió una sonrisa tímida.- Sabes que odio que te sacrifiques por los demás.- le dijo seriamente, ella sonrió, él siempre se lo decía y se molestaba cuando ella no le hacía caso.
- Lo sé.
- Y probablemente no me hagas caso, como siempre.- giro los ojos con fastidio.
- Lo más seguro.- rio la chica, él solo la miró con los brazos cruzados, a pesar de que Ares tenía un caparazón más sólido que una roca y que su corazón tenía barreras protectoras, y a su alrededor había un montón de paredes de hielo, sabía que había una puerta o un camino que dejaba abierto solo para ella.
- Y sabes que detesto con todo el alma, que te mantengas lejos de mí y no me cuentes lo que te pasa.
- También lo sé.- respondió agachando un poco la cabeza y balanceándose en sus pies como si fuera auna niña regañada.
- Entonces procura hablar conmigo y contarme cualquier cosa que te pase.- estaba serio pero hablaba casi con ternura. Ella sonrió, ambos estaban muy cerca del otro, era como si no pudieran estar lejos del otro, Leta no podía estar más feliz, porque tenía una gran oportunidad de ser feliz por fin con el chico que amaba. Ares podía ver todas las emociones que pasaban por los ojos de la semirubia, podía sentir la calidez de su sentimientos en su corazón, está vez iba a ser egoísta con respecto a Leta, no la dejaría ir por ningún motivo.
- Lo prometo.- la semirubia levanto una mano, el chico asintió.- Ares, ¿Crees que seremos felices?.
- Si lograste que me casara contigo y que tuviéramos hijos, es claro que ambos somos felices en el futuro.- respondió con un brillo especial.- Supongo que siempre fuiste tú.
- ¿Yo qué?.- preguntó Leta desconcertada.
- Siempre fuiste tú quien ha estado a mi lado, has sido tu quien me a apoyado, has sido tu quien me ha escuchado, has sido tu quien ha aprendido a calmar mis demonios.- la mirada de Ares y sus palabras hacían que el corazón de Leta se acelerara.- Siempre has sido tú la única paz que he tenido en mi vida, siempre fuiste tú y no fuí capaz de verlo hasta ahora..- Ares la había acercado a su cuerpo, la tenía agarrada con sus fuertes brazos por su cintura, su toque hizo estremecer a Leta, cosa que hizo sonreír con orgullo al rubio; Leta por instinto subió sus manos a su cuello.
- Fuiste bastante ciegos.- agrego Leta sin dejar de ver a Ares, ambos estaban seguros que no querían perder está oportunidad, ambos tenían muchas cosas por las que luchar, juntos.
- Pero ya puedo ver con claridad.- acotó Ares acercando su cara a la de Leta, manos juntaron sus frentes y cerraron sus ojos; ella sabía que está era la oportunidad que ambos merecían. Ambos sonrieron, se alejaron para verse, Leta no podía parar de sonreír, estaba feliz y tranquila, Ares a pesar de no ser muy expresivo también estaba contento, se sentía en paz, sentía una tranquilidad enorme, su corazón estaba tranquilo y feliz.
- Entonces ¿Aceptas en lo de casarte y tener hijos conmigo?.- pregunto Leta está vez con gracia, mientras caminaban por el bosque, Ares no pudo evitar reír.
- ¿Eso es una propuesta?.- pregunta con burla.
- Bueno no, sé que es un hecho.- réplica con rotundidad.- Será mejor que vayas aceptando lo de una vez, no dejaré que te me escapes y mucho menos está oportunidad.
- ¡Oh más te vale!.- ambos rieron.- Debo admitir que aún lo estoy asimilando, pero sí, me gusta nuestro futuro.- respondió con sinceridad.- Aunque en verdad quiero saber cómo hiciste para que yo accediera a tener hijos.- dijo curioso.- Oye lo del matrimonio está bien, si me lo pidieras por supuesto que te lo concedería, pero ¿Tener bebés?.- Ares la miró con el ceño fruncido, Leta rio divertida.
- Oh estoy segura que te convencí de tenerlos.- los dos iban tranquilos caminando por el lugar, ambos con más paz de la creían que habían obtenido.
- Seguramente.- rio Ares.- Aunque el número que tenemos en verdad me sorprende.
- El futuro es una sorpresa envuelta en un montón de jóvenes con capas, Ares.- dijo.- Solo espero que no sigas igual de amargado.- Ares la miró ofendido, y ella solo rió, mientras se impulso y dejo un beso en su mejilla, pero con lo que no contaba es que él intencionalmente vio las intenciones de ella y decidio voltear la cara, así que el beso se lo terminó dando en boca. Leta al percatarse se separa rápidamente con las mejillas rojas y algo avergonzada.
- Lo sient...- se iba a disculpar, pero los habilidosos labios de Ares la callaron abruptamente, era un beso lento, pero necesitado, Leta sentía todo a su alrededor volar, y en su estómago podía sentir miles de mariposas revoloteando sin cesar, sentir los labios de Ares contra los de ella era algo mágico, era algo con lo que había soñado muchas noches, pero la realidad era aún mejor. Ares se separó buscando aire, y tratando de controlarse, si es cierto que el planeo que ella dejara sus labios contra los suyos, pero después de sentir esos labios rojizos y carnosos no pudo contenerse, así que la besó, y fue un beso realmente cálido, esa chica lo iba a volver completamente loco, estaba seguro de eso. Ambos se miraron y sonrieron, decidieron seguir caminando y hablando de cualquier cosa que se les ocurriera, como siempre hacían, o bueno mejor dicho, Leta era quien hablaba y Ares la escuchaba con atención y daba su opinión en ocaciones, así llegaron al gran comedor, siendo observados por todos, quienes se tomaron el tiempo de mirarlos cuando entraron por las grandes puertas, sin embargo con una mirada asesina por parte de Ares, fue lo que se necesitó para que todos volvieran a lo que estaban haciendo.
- ¡Vaya hasta que por fin volvieron!.- exclamó Blaise con dramatismo.
- Se tardaron bastante.- comentó Sebastián con picardía.
- ¿Ya lo atrapaste?.- preguntó Hades con burla mirando a Leta quien estaba roja como un tomate.
- Como cuando un pez muerde el anzuelo.- replicó Ares como si nada, a muchos les extraño que siguiera tan hermético, pero ya estaban acostumbrados.
- Entonces ¿Ya son pareja?.- preguntó Pansy con entusiasmo, Leta no podía creer que ella hubiese pensado en Pansy y Ares juntos, no podía creerlo, no cuando la pelinegra estaba tan emocionada por ellos.
- ¿Somos pareja Leta?.- desvío la pregunta de su mejor amiga, hasta Leta, quien se sonrojó.
- En serio ¿Tengo que responder yo?.- pregunto avergonzada y roja como un tomate. Ares sonrió ladinamente observando cuan sonrojada estaba, había un brillo especial en ella, eso lo podía notar.- Bueno, sí, estamos juntos.- los chicos empezaron a gritar emocionados al igual que los del futuro, estaban felices por sus tíos, padrinos y padres.
- Me alegra verte feliz geme, has escogido bien.- escucho Ares en su mente, miró a su hermana que estaba diagonal a él, ella estaba feliz por él.
- Gracias geme.- le respondió en su mente también dedicándole una sonrisa.
- Bueno ya que por fin estan juntos.- intervinieron Cronux y Hemera.- Solo les vamos a pedir una cosa.- hubo una pausa.- Que por amor a Merlin no adelanten nuestros nacimiento, por favor.- eso hizo sonrojar a Leta a más no poder, trataba de ocultar su sonrojó en los brazos de Ares quien reía con los demás por las ocurrencias de sus hijos.
- No prometo nada.- habló Ares con picardía bajando un poco sus barreras, ganándose un buen golpe por parte de Leta.
- ¡Ares!.- grito Leta escandalizada y más roja todavía. Todos volvieron a reír a carcajadas, todos estaban viendo a las serpientes más frías y venenosas reír tan tranquilamente y relajadas como si no fueran ellas misma. Sin embargo, había alguien que observaba desde lejos y no estaba feliz, él quería verlos sufrir, en especial a quienes lo habían lastimado y humillado delante de todos, él los haría pagar, y les daría dónde más le dolía. Pobre James por haberlo humillado y lastimado frente a todos; lastima por Potter, él debía seguir siendo su amigo y llevarlo a lo más alto de la fama y la riqueza, pero se había metido con una serpiente; pobre Malfoy por quitarle a la mujer que deseaba; y pobre su hija por haberlo traicionado, pagarían caro...
ESTÁS LEYENDO
Viaje a 1997¿Planeado o accidente? (EDITANDO)
FanficTodas las familias más importantes del mundo mágico están en la Mansión Malfoy, estaban celebrando el cumpleaños de tres de los hijos del matrimonio Malfoy. Pero lo que nadie sabía era que un azabache estaba en el estudio de su madrina con su gira-t...