53.- Decisiones y cambios futuros

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Vol tomó la decisión, aún sonrojándose, de decirlo de una vez por todas. "Quiero... ser padre de acogida tuyo e, incluso... uhm... adoptarte más adelante."

Aunque lo que el zorro azul dijo podía ser obvio por el tiempo que han pasado juntos ambos, sus compañeros le miraron al terminar. Vieron lo que quería y que estaba decidido, una decisión que ya se vio cuando quería ser policía.

Ryan abrió los ojos con sorpresa, pues él no lo esperaba. "¿E-Estás seguro? Y-Yo... quiero estar contigo, Vol, p-pero sólo s-si tú quieres." Con inquietud y temblando ligeramente, el canguro respondió a la proposición. Estaría nervioso, pero dentro de él empezaba a brotar la felicidad, un sentimiento cálido, con el corazón latiendo rápido.

Vol asintió. "No puedo estar más seguro, Ryan, dije que quería darte una buena vida y... bueno, lo pensé todo este tiempo." Soltó una risa avergonzada. "Y quiero acogerte y que puedas llegar a ser... mi hijo." Se sonrojó al decir la última palabra, algo que venía directo de su interior.

Ryan entonces miró abajo sonriendo, queriendo aceptar, pero con vergüenza de decirlo. En ese momento, Nick decidió tomar la palabra. "Tan seguros los dos y estáis con vergüenza, está claro que sois tal para cual." Con su humor, quiso destensar la situación.

Los dos rieron a la gracieta de Nick, era algo que ayudó a ambos. Cuando Ryan se sintió más cómodo, decidió responder. "A-Acepto ser acogido y que me adoptes, V-Vol." La voz aún era algo temblorosa, pero ya se quitó un peso de encima.

El zorro azul levantó la cabeza y sonrió ampliamente ante las palabras del marsupial. "Entonces haré todo lo posible por ti, no lo dudes."

Ahora que los nervios en ambos mamíferos bajaron tras la confesión, empezaron a hablar de manera más desenfadada, alegre y riéndose de algunas bromas que hacían entre ellos, ante la mirada de las cuidadoras del orfanato.

"Y... ¿estás cómodo?" Preguntó Vol con cierta preocupación.

Ryan asintió y mostró una sonrisa. "¡Sí! Me tratan muy bien, me preguntan y están atentos conmigo y los demás."

"Me alegro mucho de que estés a gusto aquí. Solo espero poder igualarlo." Su risa se hizo presente.

El canguro, al notar ciertas dudas, se apresuró a contestar. "Me ayudaste a salir de allí y has estado atento conmigo siempre. Por eso he decidido que quiero vivir contigo." Sonrió después de la afirmación, sintiendo que era lo que necesitaba decir.

"Vaya dudas que tienes, azulito. Pensé que ya lo tenías claro." Nick se burló de la actitud de Vol.

"¡Oye, que lo tengo claro!" El zorro azul cayó en la broma y suspiró. "En fin, paso de ti." Se giró a Ryan, ahora sonriendo. La risa de sus compañeros apareció tras ver cómo actuó Vol. "Espero que sigas estando feliz aquí, si tienes algún problema, ya sabes que puedes llamarme." De pronto, se dio cuenta de algo. "Oh, cierto, no te di mi número de teléfono."

"¡Lo apunto!" Ryan, con efusividad, sacó el móvil y anotó el número de Vol, ahora teniendo, por fin, un contacto con el mamífero que más apreciaba.

Siguió pasando el tiempo, los cuatro mamíferos hablando tranquilamente, contando algunas historias vividas y dejando que todo fluya. El ambiente era muy positivo y los ánimos estaban altos. Tendría que pasar algo demasiado extremo para bajarles de esa nube.
Tras darse cuenta de la hora, decidieron que ya era hora de moverse.

"Ha estado bien hablar contigo en un ambiente menos restrictivo." Dijo Judy, con un sentimiento genuino de calidez y felicidad, sonriendo.

"Aunque solo hayan pasado un par de horas." Siempre se notaba el tono burlón de Nick. "Pero me alegro de conversar contigo, chaval."

Alguien especial en ZootrópolisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora