36.- Una entrevista y un seguimiento inesperado

39 3 0
                                    

Tras una noche en la que Vol apenas pudo dormir, algo que ya parecía una costumbre, se levantó para hacer el desayuno con cara de cansancio, pues las dudas le rondaban la cabeza y no consiguió pegar ojo de manera decente. Aún así, se lavó la cara, antes de preparar el nuevo día, para bajar su sopor y concentrarse en la entrevista que le esperaba y el día en general. Se fue a la cocina y, como siempre, se dispuso a hacer el desayuno para los tres, acostumbrados a vivir juntos. Mientras preparaba el café, se sentó un momento y se puso las manos en la cara.

"Es que no me lo puedo creer... Que ya no pueda estar junto a Ryan hasta que acabe el juicio. Esto sí ha sido un golpe muy bajo..." Se lamentaba, moviendo la cabeza de un lado a otro. "Duele... mucho..."

Sus ojos no tenían lágrimas, pero en su interior estaba completamente abatido, con la sonrisa desvanecida de su siempre radiante rostro. Al poco, sus compañeros llegaron y le vieron sentado y aún haciendo gestos con la cabeza. Ambos se miraron, con cara de preocupación y fue Judy la que dio un paso adelante para entrar y preguntar.

"¿Te encuentras bien, Vol?"

El zorro azul tomó aire y lo soltó, relajándose. "Sí, Judy, no te preocupes. Disfrutad del desayuno." Ninguno de los dos se movió, no creían que su compañero se sintiera completamente bien.

"Ya sabes que nos puedes decir cuando te sientas mal y contarnos todo lo que necesites." El tono normalmente jocoso de Nick esta vez era serio, la situación de su homólogo le preocupaba.

"De verdad, estoy bien." Se giró y mostró una media sonrisa acompañada de un guiño, cosa que sí convenció a ambos, quienes tomaron asiento.

Se levantó para apagar la máquina del café y preparar el desayuno tan esperado. Sirvió el brebaje en sus tazas con su acompañamiento comestible. Vol presentó el desayuno a sus anfitriones, como siempre, con un aspecto que haría envidiar el mejor chef, con un olor dulce y amargo combinados que se notaban y eran agradables a los olfatos de la curiosa pareja. El plato estaba bien presentado, ordenado de buen gusto, realzando colores y olores, junto con sabores que diferían pero que quedaban perfectos. Una vez más, la pareja estaba impresionada, así que no dudaron en hincarle el diente a las tostadas y de sorber el café con ese aroma inconfundible de la mañana en un día que empezaba. Frente a los sonidos que ambos hacían al probar el desayuno, Vol lo tomó de manera satisfactoria, conseguía que, quien estaba probando su comida, sintiera placer al comerla, un sentimiento que le encantaba.
Una vez terminaron, desfilaron a cambiarse e irse a la comisaría, pues Vol tendría que prepararse para las preguntas sobre el caso cerrado de los menores secuestrados, aunque esperaba que cayera alguna pregunta sobre la denuncia que sobre él pesaba. Llegaron tras un buen paseo de manera tranquila, entrando por la puerta y llegando con Clawhauser, quien tomaba su desayuno de cereales con gusto.

"Hola, Clawhauser." Saludó Judy con una sonrisa.

"¡Buenos días, Judy, Nick y Vol!" Les respondió con buena actitud, de manera juguetona.

"Te iba a preguntar 'qué tal estás', pero veo que estás a gusto con tus cereales." Sonrió Nick con los ojos medio cerrados. Su tono jocoso volvió.

"Seguro que quieres unos pocos. ¡Dime que lo adiviné!"

El zorro sacudió la cabeza. "No para mí, pero a lo mejor Vol te lo agradece."

Vol se enrojeció ligeramente. "¡Oye, no me cargues el muerto!" Suspiró. "Pero... no me importaría probarlos." Se mostraba avergonzado y miró al suelo.

Judy y Nick se rieron mientras Clawhauser le dio algunos cereales a Vol, acompañado de un 'gracias' del zorro azul.

"Espero que te sientas mejor después del varapalo de hace dos días." Dijo el leopardo, queriendo que así fuera.

Alguien especial en ZootrópolisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora