33.- Día duro y compartido

64 2 0
                                    

Vol se vio derrotado y suspiró. "Está bien... Os contaré qué significa Ryan para mí si no lo decís a nadie, al menos que lo autorice." Los dos juraron mantener el secreto. "Bueno... no es fácil... Yo veo a Ryan como..." Miró a un lado enrojeciéndose un poco. "Como si fuera... mi hijo."

Judy no pudo ocultar su sonrisa. "Ya lo sabíamos, tu comportamiento, tu manera de actuar con él y el cariño que sientes hacia ese canguro."

"Quizás sí, aun siendo hijo adoptivo de Gloria Clinton... quiero tenerle cerca el mayor tiempo posible. No sé qué pasará tras todo esto, pero... quiero seguir haciendo actividades con él." Bajó la cabeza.

"Dudo que Gloria te deje cuando todo esto acabe... pero vamos a luchar porque deje de ser su hijo. Se le ve disfrutar contigo." Sonrió un relajado Nick.

Vol levantó la vista hacia él. "Es lo que me temo. Si Ryan volviera con ella, perdería todo contacto, él empeoraría y no podríamos hacer nada." Suspiró y descendió su mirada de nuevo.

"Bueno, volvamos al apartamento, quizás allí te despejes de todos los males. Vendrá bien echarse un sueño." La coneja quiso levantar los ánimos a su compañero, cosa que funcionó, ya que levantó la cabeza.

"¿Sabes qué? Tienes razón. Lo mejor ahora es dormirse porque lo duro viene mañana y... Oh, no..." La pareja le miró con dudas. "No tengo traje adecuado para ir al funeral y todo está cerrado."

"No te preocupes, mañana por la mañana vamos y compramos el que mejor te quede. Tenemos hasta las 12 de la mañana para poder coger un traje adecuado." Aseguró la pequeña oficial.

Vol asintió y siguió a sus anfitriones al apartamento. Su cabeza era un mar de dudas, sentimientos que le afectaban, muchas cosas rondaban su mente. Aun así, no tenía sentido que pensara demasiado, no le serviría de nada, así que se dedicó a seguir a Nick y Judy en sus conversaciones, camino del apartamento para dormir. Se hizo corto el trayecto a aquel lugar que, en parte, echaba de menos aquel zorro azul con fatiga física y mental, un sitio para olvidarse ligeramente de los problemas que le atormentaban y hallar una pequeña paz en un resquicio de descanso. Llegaron y abrieron la puerta, los tres con aires cansados y con ganas de coger un sueño bien ganado.

"Uf... No puedo esperar hasta coger la cama, estoy agotada." Comentó la coneja.

"La enérgica Judy cansada, ¡quién lo diría!" La sonrisa traviesa de Nick asomó, pero Judy solo bostezó.

"Paso de tus bromas, estoy muy cansada como para responder. Vámonos, zorro bobo." Aun así, mostró una sonrisa.

Vol se despidió de ambos según atravesaban la puerta. "Hasta mañana, dormid bien." Sonrió cuando oyó a sus compañeros responder a la despedida de buenas noches y deseaban lo mismo al zorro azul. Abrió el sofá-cama y lo deshizo, quitándose la camisa de Nick que llevaba puesta, pero dejándose los pantalones para dormir cómodo. Se metió, con cansancio acumulado, en la cama, dispuesto a dormir profundamente, cosa que no le costó, ya que, tras un par de minutos pensando, cayó dormido como si fuera hipnotizado.


En la mañana siguiente, Judy fue a despertar a Vol, quien seguía profundamente dormido y sin abrir los ojos ante nada. La coneja zarandeaba a su compañero, pero no se despertaba del sueño que tenía, así que Nick tuvo un plan: Agua en la cara. Cogió un vaso con agua, lo llenó y, sin previo aviso, se lo echó a Vol en la cara quien, de golpe, despertó, pegando un salto y con un grito ahogado.

"¡Oye, qué forma más desagradable de despertarme!"

"¡Pero si te estaba zarandeando y ni te movías, vago!" Se mofó del zorro la compañera de este.

Alguien especial en ZootrópolisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora