Llegó alguien nuevo a la ciudad de Zootrópolis. Pero no es un cualquiera, ha venido de otro lugar misteriosamente y sólo para preservar la paz en Zootrópolis, metiéndose a policía.
Las aventuras llegan, es un nuevo personaje que es bastante distinto...
Vol se fue despertando poco a poco sobre un cómodo sofá después de la dosis que se le inyectó. Todavía estaba aturdido, pero vio que la figura oscura que vio al caer dormido le estaba mirando, sentado en una silla. Cuando se despertó, el sospechoso mostró una ligera sonrisa, Vol sólo se encogió de miedo por lo que le podría hacer. Intentó levantarse y echar a correr, pero aún estaba débil y cayó en el sofá de nuevo.
"Al fin despiertas, estabas sumido en un profundo sueño. No te preocupes, no te haré nada que no hubiese podido hacerte ya. Tan sólo deja que tu cuerpo se recupere del letargo." Su voz era ligeramente grave, no muy fuerte. Se levantó de la silla y revisó algunos documentos en una mesa de trabajo mientras Vol se recuperaba. "Para demostrarte que no voy a hacerte ningún daño, te mostraré unas cosas guardadas para nuestro encuentro. Era lo que deseabas, ¿verdad?"
Vol no daba crédito, ¿podría ser quien cree que es? Intentó reponerse y se sentó. "E-Espera... tú no... serás Lone... ¿verdad?" Habló como pudo, todavía algo aturdido.
Al mamífero delante suyo se le vio una sonrisa debajo de su cubrecabeza. Al momento, se fue quitando la parte que le cubría la cabeza, revelando su aspecto exterior. Vol estaba... sorprendido.
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Era un lobo negro, con marcas rojas en la parte izquierda de su cara, todo el pecho y en la cola. Llevaba un traje oscuro con líneas blancas. Tan sólo sonrió al zorro.
"En efecto, soy Lone." El encuentro se hizo realidad al fin. Vol lo quería y Lone decidió hacerlo.
El zorro azul se quedó pensativo, no sabía cómo reaccionar estando cara a cara con su salvador, alguien a quien quería conocer en algún momento. Miró hacia abajo algo avergonzado.
"G-Gracias por salvarme todas esas veces, no sé qué sería de mí si no lo hubieses hecho."
Lone mostró un atisbo de felicidad tras escucharle. "No tienes por qué dármelas; Lo hice por ti... De hecho, hice algo más por ti que esas dos veces. Ven, te mostraré qué es a lo que me refiero."
Vol estaba confuso, no sabía lo que aquel lobo le quería decir, sólo se dedicó a seguirle para que le mostrase lo que quería confesarle, un aura de misterio que el canino quiso mantener.
"Puede que te cueste creerlo, pero yo te traje a esta ciudad. Siempre te vi languideciendo en ese mundo del que venías... y veía que podías ser alguien mejor y tener una buena vida aquí. Así que no dudé en ayudarte."
Vol estaba incrédulo, no entendía cómo fue posible para alguien hacer eso. "Un momento... Si de verdad eres Lone, muéstrame que fuiste tú mi salvador."
Lone sacó unas bolas extrañas. "Esto lo usé contra las ratas, para dejarlas fuera de combate, os llevasteis eso como prueba ese día." Después sacó una daga. "Esto lo usaba para dejar las notas enganchadas en la pared." Y, por último, mostró un rifle de francotirador. "Con esto, os disparé el antídoto a ti y a Nick." Sacó una de las agujas de munición y claramente era la aguja que se le clavó. "¿Me crees ahora?" Vol asintió, todavía no creyendo lo que veía.
