Alguien especial en Zootrópolis

55.- Gestión

Los días pasaron mientras el zorro azul parecía que conseguía recuperar su moral con la ayuda de sus compañeros. Si bien parecía que se sentía bien por fuera, aún dentro sí mismo sentía dolor por la marcha del lobo. Esa cicatriz aún duraba y le hacía daño cuando sus pensamientos iban con él. Debía suprimirlos si quería continuar haciendo su trabajo como él sabe, ya que le tocaba en este día volver a trabajar sin Nick ni Judy.

Vol se levantó de la cama y preparó su desayuno, junto con vestirse mientras Nick y Judy seguían dormidos. Esta vez decidió hacer ambas cosas juntas: Vestirse y desayunar, y no se adaptó nada mal, así ahorraba tiempo. Era algo nuevo, pero no estaría de más probar cosas distintas.
Terminó su desayuno y se vistió del todo sin complicaciones, cuando apareció Judy bostezado.

"¿Ya te toca ir?"

Vol asintió. "Así es, me tocará sin vosotros." Sonrió un poco. "Supongo que lo pasaréis bien sin mí por unos días."

"¿Seguro que estarás bien?" La pregunta de Judy le sorprendió, pero al ver sus ojos vio el por qué: Estaba preocupada por su estado emocional.

"Tranquila, me siento bien, si necesito algo siempre os puedo llamar." Mostró una sonrisa para tranquilizar a su compañera.

Aunque fuera un poco, Judy se calmó. "De acuerdo. No dudes en llamarnos si pasa algo o te sientes mal."

El zorro asintió, cogió sus cosas y se dirigió a la puerta. "Tenlo por seguro." Antes de salir, le dirigió una sonrisa a una coneja aún ligeramente preocupada. Judy se dio cuenta de que poco podía hacer ahora, así que se fue para retomar el sueño.

Todos esperaban en la sala de las misiones a que apareciera el jefe Bogo para la asignación. Los mamíferos más grandes hacían pulsos, Lobato, Snarlov y Higgins hablaban de sus temas. Vol simplemente estaba sentado, mirando la mesa. No tenía nadie con quien conversar por unos días mientras asignaban misiones. Miró a los lados pero nadie le miraba, cada uno estaba a sus asuntos y juegos. No les culpaba, ¿por qué deberían desviar la atención hacia él? Entonces Higgins se fue al lado de donde Bogo se presenta.

"¡Atención!"

Los gritos y golpes en la mesa se sucedían cuando Bogo se presentó, esta vez con algo de peor humor, a lo que bajaron el ritmo de los gritos. Si el búfalo estaba de peor humor que el habitual, no era buena señal, así que el resto de oficiales se quedaron firmes esperando lo que el jefe tenía que decir. A alguno ya le empezaba a temblar el cuerpo.

"Seré breve y directo: La actuación policial hace unos días con respecto a arrestar a Gloria Clinton dejó mucho que desear. No pudieron atraparla y no consiguieron detenerla de ninguna manera posible." Claramente, su tono de voz era fuerte y enfadado. "Así que me veo obligado a hacer un entrenamiento intensivo especial para mejorar sus próximas actuaciones policiales." Algún quejido se oyó de fondo. "Todos sin excepción deberán hacerlo, no le exime a nadie, da igual que fuera el juzgado..." Miró a Vol levemente, quien levantó las orejas. "...o testigo. Así que quien no esté hoy presente aquí, les agradecería que les informara alguien cercano para que vengan preparados. Estos entrenamientos se harán en distintos días y alternando oficiales, así seguirán haciendo sus misiones y entrenando." Después, Bogo cogió unos documentos. "Ahora, os daré las misiones."

Esta vez, a Vol le tocó hacer papeleo. Mayoritariamente tenía que rellenar documentos sobre actuaciones anteriores, tanto de otros policías como algunos de los suyos que no fueron rellenados. Era un trabajo pesado, pero tenía que lidiar con ello, esta vez, solo.

Decidió no perder más tiempo a ir a la sala de ordenadores a hacer el trabajo que le tocó. Al encender uno de ellos, tecleó la clave y abrió los documentos a rellenar. Según estaba pasando documentos, veía palabras que le recordaban a alguien.