Alguien especial en Zootrópolis

14.- Secuestrados y un caso más grande de lo esperado

"Hay que encontrar a los dos agentes, por algún motivo han desaparecido sin dejar rastro. Es probable que los hayan tomado como rehenes." Bogo habló para el resto de policías por la radio.

"Estamos llegando a la posición que indica el móvil de Nick, en un momento empezaremos la investigación y búsqueda de ambos." Acompañando las palabras de su jefe, la apacible coneja aguantó la sensación de preocupación interna para mostrar seguridad y confianza.

Al cabo de un tiempo conduciendo, llegaron a donde estaba el móvil de Nick. Lo encontraron allí tirado pero sin rasguños ni daños de ningún tipo. Parecía que sólo fue una caída sin mayores consecuencias para el dispositivo.

"Vamos, Nick, ¿dónde estáis los dos?" Judy miró al cielo como deseando que le diera una respuesta a aquella situación, a aquel secuestro de desconocidos sobre sus compañeros vulpinos.

En un edificio desconocido, Vol empezó a abrir los ojos lentamente y aturdido del golpe. Miró a su alrededor para reconocer el lugar en el que estaban, parecía un lugar bastante sucio, polvoriento y ruinoso, claramente abandonado. Quiso levantarse de la silla pero se dio cuenta que sus manos estaban atadas con las de su compañero zorro Nick, quien aún permanecía inconsciente debido al cloroformo.

Vol habló en voz baja a su homólogo. "Vamos, Nick, despierta, nos han secuestrado..."

Nick pareció responder lentamente a la llamada. "¿Qué... Qué ha pasado?" Se encontraba aún en un estado somnoliento debido a la cantidad del químico que inhaló forzadamente.

"No sé mucho más, sólo recuerdo llamarte la atención porque alguien iba por detrás tuya amenazadoramente y... sentí un golpe en mi cabeza. Luego todo se puso negro y me desperté aquí."

Nick recordó lo que pasó cuando él todavía estaba despierto. "Me giré para verte y te vi en el suelo. Luego alguien me puso un paño en el hocico y... tampoco recuerdo más." Intentaba mover las manos pero se dio cuenta de que estaban atados. "A ver como salimos de esta, compañero. Esto es peliagudo." Aún mostraba su sonrisa a pesar de la situación.

Al cabo de unos minutos, apareció por la puerta un erizo de aspecto desaliñado, ceño fruncido y con cara de pocos amigos, andando de manera amenazante a ambos rehenes, dejando entrever malas intenciones en sus ojos oscuros. Su cuerpo era fornido, con una camisa azul sin mangas y pantalones cortos negros.

"Parece que a algunos metomentodos les gusta husmear en nuestros planes. Ya os enseñaremos a no meteros en nuestros asuntos más." Después de sus palabras, le soltó un puñetazo al estómago a Vol, al que hizo toser y retorcerse de dolor.

"¿Qué vais a hacernos, ratas?" El tono de provocación de Nick hizo enfurecer al erizo, que le soltó un puñetazo al rostro del zorro, quien giró la cabeza del golpe.

"¡No me llames rata! Odio a esos roedores." Dio un par de pasos atrás. "Primero, nos divertiremos un poco con vosotros. Ya veremos lo que pasará después. Sólo os diré que es muy probable que no salgáis vivos de aquí. Disfrutad de lo poco que os queda." Según salía, lució una sonrisa de maldad hacia los dos. Muchas ideas, y ninguna buena, se le cruzaron por la mente.

"Bastardo... No te creas que me quedaré aquí para morir." Vol contestó, decidido a salir del lugar donde se encontraban.

"¿Tienes alguna idea, azulito?" Nick miró a su compañero, con un ligero giro de cabeza, para pensar en algo.

Vol sonrió confiado. "Será difícil, pero tenemos que trabajar juntos, ¿entendido, Nick?"

"Creo que sé lo que quieres hacer, me hago una idea." El carismático zorro sonrió de vuelta, conocedor del plan a ejecutar.