4.- Las pruebas antes del veredicto

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El vehículo militar en el que llevaban a Vol llegó finalmente a la base para comenzar con las pruebas. Según llegaron, se bajaron del vehículo y le escoltaron hasta la sala, la cual cerraron después, dejando al zorro azul solo y con sus pensamientos.

"Así que... aquí estoy... A ver qué pruebas me harán... No puede ser peor que en mi pasado..." Se lamentaba el zorro con colores extraños, mirando a sus propias rodillas, suspirando y un poco acongojado.

Al rato, apareció de nuevo el teniente, con un porte bastante serio y autoritario, listo para las pruebas al zorro. "Así que... ¿tú eres el famoso zorro que viene de otro mundo?" Cruzó los brazos.

Vol miró al canino en cuanto le dirigió la palabra, sin cambiar su expresión. Esta vez, sin sonrisa. Sentía presión interna por la situación. "En efecto, señor, si tengo que realizar pruebas, pueden empezar con ello." Suspiró esperando respuesta.

"Pareces muy dispuesto... Está bien, empezaremos con algo sencillo como es el detector de mentiras pero, a medida que vayamos haciendo pruebas, algunas dolerán más que las anteriores. Debemos hacer todo lo posible para demostrar que no eres una amenaza a nuestra ciudad o... mundo." El coronel se burló con una sonrisa que haría el propio Nick.

El zorro emitió un quejido y suspiró hondo en frustración al ver que no le creía. "Empecemos con ello de una vez."

Vinieron los soldados de antes, Zere y Texsly a colocar electrodos en Vol para el detector de mentiras. El coronel tenía cierto acento galés, combinado con su británico ya mostrado. Respecto al mapache y al perro, parecían tener un aire finés, tanto por el acento del primero cuando habló como por sus vestimentas, las cuáles eran distintas al coronel pero del rango que correspondía a cada uno de ellos.

Después de unos minutos, los electrodos estaban colocados y listos para su uso a la hora de detectar las palabras del zorro.

"Todo está listo, empecemos." El mapache preparó el interrogatorio, con seriedad pero condescendiente con el que iba a interrogar. "¿Dice la verdad cuando menciona que viene de otro mundo?"

"Por supuesto que sí." El detector señalaba luz verde, diciendo que el zorro contaba la verdad. En este momento, Vol mantenía una expresión seria, mirando directamente a Texsly, mostrando que no iba a mentir o burlarse.

"¿Es cierto que fue absorbido por un vórtice o algo parecido y acabó aquí?" Preguntó mientras apuntaba los resultados.

"Sí, no veo por qué mentir sobre ello." El detector otra vez marcaba que decía la verdad.

"Coronel, parece que no es ninguna broma o que quiera tomarnos el pelo, el detector señala la verdad en todas las respuestas." Zere habló con su superior, girando la cabeza, tras el cristal por el que observaban el interrogatorio.

"No tan deprisa, comandante Vaaranen, esas máquinas pueden ser engañadas fácilmente, esto es sólo un preludio a las pruebas para comprobar si es colaborativo." El lobo aún mantenía su seriedad y escepticismo sobre el tema, solo apartando la mirada hacia el perro para contestarle, volviendo a mirar al sujeto sospechoso.

Zere asintió y tornó otra vez a los resultados del detector, intentando saber de alguna anomalía al momento de detectar lo que decía el zorro azul.

Texsly pasó a la siguiente pregunta. "¿Ha tomado alguna vez drogas o estupefacientes?"

"No, nunca... Y no las quiero ni probar." El detector puso luz roja a lo que dijo el extranjero dimensional.

"Eso no es verdad, el detector muestra que miente, explíquese." El mapache no dudó en cuestionar la información que el sospechoso proporcionó. A pesar de las palabras, siguió usando un tono suave con el sospechoso para que no se alterara, sentía que debía mantener la tranquilidad en el sujeto.

Vol suspiró un momento y lo confesó, avergonzado y mirando a la mesa. "Está bien, sí tomé drogas... pero tiene su explicación: Mis hermanos, como método de tortura, me pusieron droga en la bebida que tomaba en aquel momento. Sólo me di cuenta más tarde, cuando noté los efectos. Pero le aseguro, capitán, yo por mi parte no tomé ninguna droga."

"Eso lo comprobaremos en otra prueba," Texsly apuntó las declaraciones del interrogado, "¿cuál es su nombre?"

"Me llamo Vol Jiménez." Dijo de manera directa, mientras miró de nuevo al militar y mostró su identidad, sacándolo de su cartera negra.

Texsly la cogió y se fue con el coronel, entregándole dicho carné. "Coronel Harou, a primera vista, este zorro no parece un peligro."

"Capitán Connor, eso lo tendremos que comprobar en las siguientes pruebas." El coronel suspiró ante la situación. "Encargad un psicólogo para su situación, quizás pueda ayudarle un poco."

Texsly asintió e hizo la llamada para encontrar al psicólogo que ayudaría al zorro. Por su parte, Odin fue a la sala a hablar con Vol.

"Perfecto, ahora vendrá la siguiente prueba: Prueba de sangre. Extraeremos sangre para comprobar su verdad y saber sobre su ADN."

Vol parecía sentirse incómodo, se movía en su asiento ligeramente tras las palabras del canino. "Está bien, coronel." Se arremangó la manga de la túnica, listo para el pinchazo y la extracción de una parte de su vitalidad para hacer que los militares le creyeran.

Pasó a la sala una gacela macho con bata de médico, la cual se sentó enfrente de Vol, posando el maletín médico en la mesa y abriéndolo. Sacó una jeringuilla y puso la punta fina para la extracción de la sangre. Se le notaba que llevaba años en el mundo de la sanidad.

"¿Listo para el pinchazo?" El doctor mostró una sonrisa conciliadora. "No dolerá nada."

"Totalmente preparado." Su boca formó una media sonrisa en cuanto lo afirmó.

El doctor le empezó a colocar el nudo en el brazo para que las venas se hincharan y así extraer más fácilmente la sangre. Le limpió la superficie, Vol tornó su cabeza a mirar por la ventana antes del pinchazo. Después de unos segundos preparándolo, le pincho en la vena con un ligero gesto de dolor de Vol, pero aguantando. El doctor le extrajo media jeringuilla de sangre y, con suavidad, le quitó la aguja, tapándole el orificio.

"Perfecto, gracias por colaborar." El doctor recogió el material y se levantó. "Mantenga la presión sobre el brazo durante un tiempo." Después mostró otra sonrisa.

El zorro le sonrió de vuelta y asintió. "Un placer, señor." La gacela salió de aquel lugar.

Vol se volvió a quedar solo otra vez en aquella sala. A decir verdad, al vulpino no le disgustaba el lugar en el que estaba, parecía que estaba bien diseñado y notaba una comodidad interior inconmensurable. Se sentía a gusto en ese lugar por alguna extraña razón, aun sintiendo incomodidad por la situación. El coronel hizo su entrada de nuevo.

"Bien, siguiente prueba: Registro. Vamos a comprobar todo su cuerpo de arriba hacia abajo para ver que no lleve nada o que usted sea un peligro." El lobo escandinavo iba siempre con las manos detrás, mostrando su porte e imponencia.

"¿Cuántas más pruebas hay?" Preguntó Vol un poco molesto, frunciendo el ceño mientras mantenía la presión en el orificio de la aguja.

"Las que consideremos oportunas. Debemos tener una seguridad absoluta de que no es un peligro." El tono de voz era serio, claramente quería que supiera que necesitan comprobarle todo lo posible.

Vol se sintió frustrado al oírlo, bufando por ello, pero sabía que cuanto antes fueran, antes acabaría. "Estoy listo para que me registren." Se levantó, listo para el registro.

Diferentes animales con trajes especiales entraron a la sala a chequear a Vol en intimidad, quitándole la vestimenta para el registro. Lo que pasaba dentro, sólo lo sabrían los especialistas, quienes cerraron las cortinas para que el zorro tuviera privacidad.

Al cabo de un tiempo, Zere apareció con un papel en mano, caminando hacia su superior.

"Coronel, tenemos los resultados de las pruebas de sangre." El comandante le dio el papel al coronel. Odin abrió los ojos en sorpresa cuando vio los resultados de las pruebas, esperándose algo distinto a lo mostrado.

"Así que..." exclamó el lobo.

Alguien especial en ZootrópolisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora