Amado Dios,
He estado ausente porque a veces me cuesta escribir estas líneas. Decidí por un tiempo hacer votos de silencio y solo hablar el día de la misa. Le he pedido a la comunidad que respete mi decisión y los feligreses han aceptado mi conducta sin preguntar.
Durante estos días no ha venido nadie a la iglesia y solo Blanca pasó por aquí un par de veces para asegurarse de mi bienestar. No salí de mi cuarto ni siquiera para recrearme en el jardín. Oré sin descanso y ayuné la mayor parte del tiempo. Cuando lo consideré oportuno fui al campo a ejercitarme, pero solo en la noche cuando estaba fresco y nadie podía encontrarme. Han pasado seis días donde he tenido tiempo de alejarme de la tentación y un espacio puro para orar y pensar sin distracción.
Hoy al enterarse el pueblo que mi penitencia ha acabado ya Jorgina envió con Efrain una nota que decía en letra cursiva y muy adornada "Nos ha hecho falta tu sonrisa".
Me sentí exhausto una vez más, luchando una batalla donde no hay tregua ni se me permite retirarme. Aun así, no puedo mentir. Mi corazón sonrió y otra vez, te pedí perdón.
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YO CONFIESO (BORRADOR)
Ficción GeneralSoy el párroco asignado a este variopinto y caluroso pueblo. Mi fe y mi entrega a Dios constituyen la fuerza y la razón de mi existir; pero desde que llegué a este lugar tan lleno de intrigas y tentaciones se han quebrantado mis cimientos y se ha a...