Capítulo 68

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NARRADOR

La Luna y las estrellas los miraban, casi burlándose de ellos, viendo como los dos jóvenes se morían por estar juntos. Se habían buscado durante tantas vidas y ya las estrellas y la luna sabían que las dos almas cada que formalizaban un noviazgo uno de ellos hacía la broma de decir que no para al final terminar diciendo un seguro si, solo el universo sabía de su eterno amor que había viajado por miles de vidas, en ocasiones sufriendo por que simplemente no se entendían y en una que otra vida no siguieron con su romance. Los veían con detenimiento, ambos estaban sentados en la fría arena, escuchado como las olas iban y regresaban acompañados de una que otra nota de guitarra que soltaba Emilio, se habían quedado callados después de aquella bella declaración, aun que Joaquín quería explicarle el por que le dijo que no, Emilio no escuchaba mas que sus propias notas musicales, enfocado en sus pensamientos

-Ven.- le dijo Joaquín después de varios minutos pensando en como le explicaría el por que de su respuesta.  Tomó su mano obligando a Emilio a levantarse para dejar de lado la guitarra. Él quería decirle que si desde que se lo preguntó, pero quiso meterle mas emoción causando que sin querer se le saliera de las manos. Aun con su intento de seriedad, caminaron hacia el mar, viendo como sus piernas se mojaban con las olas que al compás dejaban brillos parecidos a la diamantina. El chico de ojos color miel obligó a Emilio que lo mirara fijamente, levantando su barbilla, ambos se miraron por segundos antes de que Emilio rompiera contacto visual, se quedaron muchos segundos en silencio, solo tomados de la mano y contemplando la bioluminiscencia de aquel enorme mar, en ese tiempo a Emilio se le escapó un suspiro al ver al hombre que sostenía su mano, parecía que ese chico había sido enviado por un Ángel que lo había sacado de el infierno en donde había vivido desde los 6 años, Joaco soltó una pequeña risa rompiendo con el denso momento luego de un rato, causando que a Emilio le causara extrañeza que mostrara aquella bella sonrisa, el chico de Miami le acababa de romper el corazón sin querer ¿Cual era la causa de su risa?

Cuando sus miradas se cruzaron, Joaquín lo acerco para besarlo, sabía que a partir de esa noche, el podría hacer esa acción sin ningún limite. Emilio le respondió el beso pensando que ese iba a ser el último que recibiría de el chico de ojos miel, duraron segundos, igual o menos que otras veces. Joaquín se alejó de Emilio al notar como sus respiraciones se aceleraban por los nervios y entonces la verdadera respuesta a la pregunta que le habían echo llegó

-No es cierto.- le dijo a Emilio y sin que él tuviera tiempo de responder a que se refería, Joaquín tomó las mejillas de el chico tímido y lo besó de nuevo. Se besaron con delicadeza, sin ninguna prisa como anteriormente, como si fuera la primera vez que dan un beso, Emilio saboreó los labios de Joaquín, encantado por saber una vez mas que sabían a fresa-. Yo te digo que si a todo ángel, si a crecer juntos y a conocerte cada día más, si a ayudarte a todo lo que tu me pidas, si a pasar muchos años juntos, si a ayudarte o ayudarnos con el amor propio.- la expresión de Emilio cambio al igual que su sentir y antes de saltar de felicidad, le regresó la misma broma que Joaquín había echo

-Pues ahora no.- contestó sonriendo mientras cruzaba los brazos girando levemente la cabeza mientras cerraba los ojos

-Ah... ¿Seguro que ya no?- preguntó Joaquín burlándose y salpicandole con el agua salada que los rodeaba

-No, no te quiero.- contestó Emilio riendo por como Joaquín quería quitar su expresión seria con aquella agua con brillos azules

-Ah, ahora resulta.- se empezaron a reir y lanzarse cada vez más agua, segundos mas tarde rieron mas por los pequeños puntos de color azul que brillaban de vez en cuando en ambos rostros-. Bien entonces gritare "Emilio Marcos dijo que ya no a una pregunta que él mismo hizo"

Mi Ángel GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora